InicioCineCrítica de "Nunca apagues la luz": qué difícil es tener pareja

Crítica de “Nunca apagues la luz”: qué difícil es tener pareja

Bienvenidos, auténticos creyentes, a La Tapa del Obseso, la sección de Raúl Sánchez.

En esta santa casa somos muy de las películas de miedo. Ya lo comentamos cuando hablamos de la película “Extinction (Welcome to Harmony)” hace un año. O como quisimos llamarla con más honestidad: Ocho apellidos zombis. A mi señora mujer y a mi nos encanta ir a estas cosas, no saber nada más de una película de miedo que lo siguiente: “es de miedo”. Sabemos de las altas probabilidades de que veamos algo cinematográficamente espantoso a todos los niveles: actuación, dirección, guión, lógica elemental. Pero qué sé yo, nos gustan los topicazos del género de miedicos. Es el famoso placer culpable: sabes que algo es horrendo pero te hace feliz. No pasa nada, nos pasa a todos. Hoy hablaremos de la última a la que hemos ido al cine: “Nunca apagues la luz”.

Convencido que el título escondía una conspiración de Endesa para aumentar sus beneficios, la entrada al cine no podía ser más prometedora. Pudimos ser partícipes de una de esas sesiones un miércoles, día del espectador, cuando las entradas son más baratas. Y en la sesión de las 20:00h, la más llena. Fue en contra de nuestra voluntad: realmente queríamos ir antes, pero no pudo ser. Gracias a poder ir a esta sesión y este día pudimos disfrutar del llenado del sitio y de sus innumerables ventajas. En concreto, dos:

  1. Comentarios profundos del espectador más cultivado. Los DVD´s incluyen comentarios del director o actores, pero en el cine tienes comentarios del público, en voz alta, como si estuviesen en su casa. Mucho más espontáneos y enriquecedores. Por ejemplo, tras la aparición de un monstruo dando el susto es necesario decir: “Hala qué feo era” en voz alta y clara, para que lo oigan fuerte dos-tres filas por detrás y por delante. ¿Qué podrías entender tú sin ese comentario? Pues nada. No tendrías criterio para pensar si el monstruo es bello o feísimo. Pues eso hay que hacerlo toda la película, no sea que el resto de espectadores se pierdan los agudos matices que añades en tus armoniosos comentarios en voz alta.
  2. Test de dureza de tus tímpanos. Puede que los críticos espontáneos de los que estamos hablando sean necesarios. Puede que no fastidien la atmosfera de una película de miedo y que incluso contribuyan a mejorarla con sus charlas trascendentes en voz alta . Pero hay aún gente que cree que en el cine hay que estar en silencio, con el móvil apagado y atendiendo sólo a la película. Esta gente capaz de mantener la atención más de 10 minutos es un peligro para los demás, hasta el punto que por ellos se eleva el volumen a niveles que ríete tú de un concierto heavy. Cuando hablan en la película, prueba de dureza de tímpanos. Cuando hay silencio en la película, los críticos espontáneos te analizan la cosa con profundidad. Todo según el Plan: ¡viva la magia del cine! ¡chúpate esa, Cinema Paradiso!

La película como tal no es muy larga, lo cual es bueno. Yo ya sé que a todos nos gustan las películas de tres horas y media en las que uno puede dormirse media hora, cocinar macarrones o darse una vuelta y volver y que no hayas perdido el hilo de la trama. Concentrarse es un rollo y cada vez más difícil. Tampoco es que la película sea un sindiós de profundidad, pero bueno.

Venga, lánzale un piropo, campeón.
Venga, lánzale un piropo, campeón.

La película empieza con acción y miedo desde el inicio, sin que sepamos muy bien qué pasa, más allá de la tensión clásica de los sustos y peligros mortales habituales. Luego ya tenemos la clásica trama de confusión entre la enfermedad mental y lo sobrenatural, el clásico conflicto familiar, etc. Es decir, dentro de la tradición de las películas de miedo es muy normal que las penurias les pasen a gente sin bautizar, madres solteras, divorciadas o, en general, gente que no está casada como Dios manda.

Las películas de miedo son un agente civilizador y del Orden: de ahí que luego los jóvenes que van pensando en follar antes del matrimonio son siempre los primeros en morir (y los más castos o inocentes suelen ser los últimos…o a veces se salvan). Los famosos pueblos perdidos en el desierto de los EEUU representan aquello que los jóvenes modernitos que juegan a Pokemon Go y votan demócrata no pueden entender y con lo que es mejor que no se metan, a riesgo de llevarse yoyas o morir. No te metas con el Toro de Vega que igual sus lugareños te brean a hostias. Mejor quédate en tu ciudad morreándote con tu caniche. Pues así pero en versión estadounidense y mucho más chungo. El miedo es aliado del Orden y sus películas también.

La película es un tópico tras otro. Es decir, a quien le guste “las de miedo” será feliz. Es típica pero competente. A través de esa confusión entre la enfermedad mental o lo sobrenatural nos tendrán la mitad de la película, con la protagonista investigando el pasado para encontrar formas de afrontar todo el embrollo. Hay que decir que desde el principio tememos poco por ella: las primeras escenas dejan claro que, aunque folle con un hombre sin estar casada, no está dispuesta a vivir con él alegremente. Bueno, bien pensado debería darnos miedo: es una mujer que quiere vivir fuera del sacramento de Dios y además ni siquiera quiere algo estable. Y todos esos posters heavys que tiene en su dormitorio: decididamente va a ir al infierno. O no.

La muchacha pasa miedo a pesar de tener una linterna que puede pasar por sable láser.
La muchacha pasa miedo a pesar de tener una linterna que puede pasar por sable láser.

Hay muchos “momentos de susto”, apariciones de un segundo que hacen que la gente de botes en su asiento y la clásica investigación de un pasado macabro que nadie conocía. Todos topicazos buenos, vaya. La cosa tiene buen ritmo y no se hace aburrida en ningún momento. Dentro de las cosas más o menos originales está la charla de la madre con el hijo a oscuras intentando convencerle de algo (lo dejaremos ahí). Esa escena no se basa en el fácil susto de golpe. Es una escena en la que el horror se basa en lo que le está contando, en cómo está la casa y lo que quiere decir. Se sale de lo que es el resto de la película, pero creo que es lo más logrado con diferencia, al jugar más con transmitir horror a través de una conversación que con algo visualmente impactante.

Tenemos pelea final con el jefe de final de fase también, acorde a las normas establecidas de estas cosas. Al final uno no puede sino ponerse del lado del noviete de la protagonista y darse cuenta de lo difícil que se está poniendo para las nuevas generaciones todo lo sexual o lo de las relaciones amoroso-sexuales. Hay que ver todo lo que tiene que pasar este chico para poder poner en Facebook “tiene una relación” y etiquetarla a ella, ojo. Quiero decir, que yo he leído sobre el tema algo, pero la cosa está mucho peor para la juventud de lo que creía. Ánimo, gente, en serio. Siempre nos quedará First Dates.

Qué difícil es conseguir novia, madre
Qué difícil es conseguir novia, madre

En resumen, peliculón. De esos que uno ve un domingo por la tarde, se termina de despertar de la siesta y piensa: “que entretenida ha estado”, para luego olvidarse hasta casi del nombre a las dos semanas.

Sed felices.

P.D.: Para arañar puestos hacia la perfección deberían haber puesto esta canción de Enrique Iglesias llamada “No apagues la luz” como parte de la banda sonora. En fin, no se puede estar en todo:

Raúl Sánchez
Raúl Sánchez
Arriba es abajo, y negro es blanco. Respiro regularmente. Mi supervivencia de momento parece relativamente segura, por lo que un sentimiento de considerable satisfacción invade mi cuerpo con sobrepeso. Espero que tal regularidad respiratoria se mantenga cuando duerma esta noche. Si esto no pasa tienen vds. mi permiso para vender mis órganos a carnicerías de Ulan Bator.
ARTICULOS RELACIONADOS

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimos artículos

Comentarios recientes