Bienvenidos un sábado más a la sección de los amantes del cómic. Bienvenidos a El cómic de la semana. Hoy destacamos Marvel Saga. El asombroso Spiderman. A cara descubierta.
Una polémica más
En One More Day, una de las historias más controvertidas del personaje, Spiderman perdió su matrimonio tras un pacto con el diablo Mefisto. A pesar de que esta fue la consecuencia más notoria de este tebeo, hubo muchas más para nuestro amistoso vecino: su amigo Harry Osborn volvió de entre los muertos, tuvo que volver a vivir en un apartamento de soltero sin su plaza de maestro… y su identidad secreta, revelada al mundo entero en Civil War, fue borrada de las mentes de toda la humanidad. No solo de aquellos que la habían conocido después de que Tony Stark la revelara al mundo, sino de todos los que ya la habían descubierto antes de alguna manera u otra. Ya no la conocían ni el Duende Verde ni la tía May, ni el propio Harry… ni los superhéroes con los que tantas aventuras había compartido.
Este desarrollo de los acontecimientos fue, cuanto menos, cuestionable, ya que eliminaba de la ecuación unos elementos muy importantes en la relación del personaje con los amigos del gremio, como Daredevil o el grupo que aquí nos ocupa, los Cuatro Fantásticos. Precisamente, la historia que comentamos hoy, publicada en enero por Panini, es uno de esos parches que Marvel puso para solucionar los problemas creativos causados por esta mala decisión que fue One More Day. ¿Resulta efectivo? Bueno, echemos un vistazo al cómic publicado por Panini para comprobarlo.
El retorno de La Mancha
Lo hizo Alan Moore con el Hombre Florónico. Lo hizo J.M. Dematteis con Kraven el Cazador. Lo hizo Jeph Loeb con el Hombre Calendario. Una práctica habitual en los universos compartidos de superhéroes: coger a un villano ridículo o desaprovechado y explotar su potencial al máximo para convertirlo en una amenaza. Cuando se cuentan cientos de historias con un personaje se vuelven necesarios recursos como este, que muchas veces se ha hecho bien y muchas otras, desastrosamente. Aquí, Fred Van Lente y Paulo Siquera, cumplen al reinventar a La Mancha.
Mientras los secundarios se van recuperando de los acontecimientos de la historia anterior, Spiderman sigue en su línea, persiguiendo a unos mafiosos. Sin embargo, se encontrará con otro perseguidor que no se esperaba: La Mancha, un antiguo matón de Kingpin que puede crear portales a otra dimensión y que parece haber perdido toda humanidad. El superhéroe intenta razonar con él, pero no puede, solo puede mantenerlo a raya. A lo largo de este número autoconclusivo, iremos descubriendo qué pasó con este villano menor, que produce rechazo y lástima a partes iguales. Un trabajo sólido que no será demasiado recordado en el futuro pero que merece la pena leer.
Al descubierto
La aventura que da nombre a este tomo, una historia en tres partes, explora la relación del arácnido con los Cuatro Fantásticos, héroes que conoce desde el primer número de su colección regular, y con los que ha compartido muchos tebeos a lo largo de los años. En esta ocasión, el cuarteto le advertirá de que algo raro está sucediendo en el Macroverso, una dimensión por encima de la nuestra que visitaron en el pasado y en la que se interpusieron en una contienda entre dos facciones enfrentadas. Mientras detienen la guerra que asola a ese extraño mundo, el tiempo en la realidad que todos conocemos transcurrirá mucho más rápido… y llegarán a pasar hasta dos meses.
Sin embargo, en lo que sería una aventura perfectamente normal para los Cuatro Fantásticos, la Antorcha Humana nota algo: en las estatuas que los habitantes del Macroverso erigieron en honor a ellos la primera vez que lo visitaron, todos aparecen desenmascarados. Incluido Spiderman. Así, el que antes fue uno de sus mejores amigos se da cuenta de que algo anda mal, de que Peter Parker hizo que olvidaran su identidad secreta por alguna razón. Mientras tratan de devolver la paz a esa región desolada, el impulsivo Johnny Storm exigirá que su antiguo colega le diga qué pasó para que tuviera que alterar sus recuerdos.
Aunque se trate de un parche, como decíamos al principio, el buen hacer de Dan Slott a los guiones nos recuerda por qué fue una bendición para el trepamuros, a pesar de que debería haber abandonado la colección mucho antes. Junto al dibujante Barry Kitson, da vida a uno de esos mundos extraños que a Kirby le fascinaba crear, mientras que desarrolla a los personajes a través de diálogos humorísticos. Además, los secundarios también brillan en esta historia: mientras Peter se encuentra atrapado en este mundo, vamos viendo qué sucede con su círculo de conocidos a través de unas cuantas viñetas breves pero suficientes para recordarnos que estos personajes son los que realmente le dan vida al lanzarredes. Por esto y por cómo trata al cuarteto, se trata del mejor tebeo de este recopilatorio.
24/7
Por último, esta historia en tres partes nos muestra qué sucedió finalmente con la alcaldía de Nueva York en el Universo Marvel mientras Spiderman estaba fuera, y no podría ser peor para él: se trata de un viejo conocido que quiere verle detenido a toda costa, y que utilizará los recursos de la ciudad para ello. Por eso, Peter decide desafiarle y dedicarse a ser Spiderman a jornada completa durante un par de días, pero se encontrará con la oposición no solo de los cuerpos policiales de la ciudad, sino del nuevo Buitre, una misteriosa y letal figura.
Aunque no llega a los niveles de las aventuras anteriores, Mark Waid y Mike McKone saben compaginar perfectamente la vida personal del protagonista con sus aventuras, como se puede ver en estos tres correctos cómics. Tanto la Tía May como el nuevo alcalde muestran cierto desarrollo, sobre todo en el primer caso, y nos encontramos con la nueva compañera de piso de Peter Parker, que le hará la vida imposible. Se trata de un tebeo ligero pero decente, que cierra algunas tramas y abre otras nuevas, y que comienza a sembrar las semillas para el esperado número 600 de The Amazing Spider-Man.
Conclusión
Al contrario de lo que sucedía con el cómic de la semana pasada, este tomo es recomendable para cualquier fan de los superhéroes, lea la presente etapa de Spiderman o no. Es una muestra de que cada guionista y dibujante implicado en la colección conoce y ama al personaje, y de cómo Brand New Day logró imponerse a sus dudosos comienzos y proporcionar un elemento más que digno. De nuevo, nos encontramos con varias historias complementarias cuyas tramas aparecen como un pegote que debería haberse incluido en la serie principal, pero la compra sigue mereciendo completamente la pena.
