Nuevo episodio de Outlander y por lo tanto nuevo análisis: quinto de esta temporada y su título es Singapur. La serie, creada por Ronald D. Moore y basada en la exitosa saga de novelas de Diana Gabaldon, es emitida por Starz y puede ser vista en España por Movistar+ y en Latinoamérica a través de Star+.
Bienvenidos una vez más, forasteros y viajeros del tiempo. Nuevamente aquí para analizar otra entrega de Outlander que, afortunadamente, parece ir encontrando el eje vertebrador que a la temporada le faltaba. En líneas de tiempo distintas, los Mackenzie tienen problemas para reinsertarse en el siglo XX y los Fraser trabajan con las fuerzas revolucionarias americanas, pero en ambos casos les cuesta hacerse oír y respetar. También seguimos los caminos, ahora separados, de Ian y William: hasta tenemos un momento slasher…
Pasemos a analizar entonces esta nueva entrega no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordar que pueden leer aquí nuestros análisis previos.
Negación
Comenzamos en 1980 con el pequeño Jeremiah, quien tiene por costumbre visitar el cementerio y ello molesta a Brianna, sobre todo porque él dice que va allí a hablar con su abuelo, de quien por supuesto no saben si se halla sepultado en ese lugar, pero está la posiblidad de que así sea y el niño afirma que se comunica con él a través de piedras.
Esto de los contactos sobrenaturales entre abuelo y nieto sigue sin saberse adónde va o qué tan real pueda ser, pero Brianna no quiere saber nada que pueda confirmarle que sus padres han muerto. De hecho, ya hace rato que ha dejado de abrir cartas y Roger dice que es tiempo de que lo haga. La siguiente está fechada en 1777 en ella se anotician de que Claire y Jamie seguían aún en América para esa fecha…
Problemas con Superiores
En efecto, Jamie está alistado como coronel en el fuerte Ticonderoga, aunque es ninguneado permanentemente por su superior inmediato, el general Fermoy, a quien trata de convencer inútilmente de que se hallan expuestos por no vigilar correctamente las colinas circundantes. Fermoy afirma que solo las cabras podrían trepar por allí, pero Jamie sabe que hay escoceses en el otro bando y entre ellos un primo segundo suyo, así que para él es casi lo mismo.
En cuanto a Claire, está colaborando en la asistencia a los heridos, pero tiene que lidiar contra los conceptos médicos de la época y particularmente con el cirujano a cargo.
Ian ha regresado de su misión con los indígenas, pero vuelve a ser enviado en otra, en este caso para llevar una nota a los mohawk y particularmente a Joseph Brant o, si lo prefieren, el cacique Thayendanegea. La situación le incomoda por cuanto ello le implica reencontrarse con su pasado y, particularmente, con Emily y su hijo. Intenta excusarse por razones personales, pero se le replica que en la guerra no hay lugar para las mismas.
Slasher
Los hermanos Hunter van camino hacia Ticonderoga acompañados por William, quien, obviamente, planea separarse en algún momento. Por el camino debaten sobre los conflictos entre creencias religiosas y justicia por mano propia que William considera en ciertos casos necesaria. Cuáqueros como son, ellos objetan que decidir sobre la vida de otro es un dictamen que solo corresponde a Dios.
Encuentran un hombre cortando leña y al preguntarle por el camino a Albany, les informa que llevan rumbo equivocado y debieron desviarse antes. Les tomaría horas regresar hasta la bifurcación, por lo que planean acampar en la nada pero el sujeto ofrece gentilmente su casa en donde su esposa puede prepararles una buena cena.
Se trata de una cabaña apartada y aunque la pareja parece amable (demasiado), el estofado de rata no luce apetitoso. Argumentan estar pasando hambres porque las requisas para el ejército les han privado de recursos. Cuando William pregunta qué ejército, el hombre responde que los dos y su rostro se ensombrece…
Pero en la noche la pareja intenta asesinarlos para robarles y logran zafarse de milagro. William atraviesa al hombre con un atizador y adquieren especial significación sus palabras acerca de que ciertas situaciones ameritan la violencia. A la mujer logran aturdirla y aduce luego que su esposo la obligaba a atraer víctimas para matarlas y robarles. Todo un momento slasher…
Novatada
Brianna asiste a su primer día como inspectora en la represa, pero encuentra una poco amistosa acogida de los empleados al ver a una mujer en el puesto.
Llevada a inspeccionar los túneles, la dejan allí encerrada y debe basarse en los planos que ha estado estudiando para lograr salir.
Es un momento de porquería y al regresar a casa cuenta a sus hijos una versión algo más alegre de los sucesos, pero confiesa la verdad a Roger que, sin embargo, valora que haya logrado “sobrevivir” a su primer día…
El más Rápido de los Lagartos
Se acerca para Ian el momento de partir hacia la aldea de los mohawk y lleva encima la carga de aquella leyenda aborigen según la cual para que un hombre embarace a una mujer debe superarla en espíritu. Eso es algo que le sigue carcomiendo por dentro y pregunta a Claire qué tanta verdad pueda haber en ello o si habría algo malo en su esperma (palabra que utiliza de manera insegura y sin saber su real significado).
Claire lo tranquiliza con que puede haber muchas razones para que una mujer no alcance el embarazo y nada tienen que ver con el espíritu sino con la ciencia. Aun cuando no tenga el instrumental adecuado para analizarlo, cree que no hay nada de malo en su esperma y la prueba está en que, más allá de que hayan perdido a la niña que tuvieron con Emily, esta nació sin malformación alguna.
Alentado por sus palabras, parte hacia la aldea y vive un momento fuerte al reencontrarse con Emily, de quien no solo su hijo ha crecido sino que además ha agrandado su familia con la llegada de una niña. Otro momento altamente intenso se vive al encararse con el pequeño, cuyo nombre, en la lengua de los mohawk, significa “el más rápido de los lagartos”. Emily le pide que le dé también un nombre europeo y lo termina llamando Ian James, nombre que el niño repite feliz…
Amputación
William y los hermanos Hunter terminan separando caminos, lo que lógicamente ocurriría en algún momento. Se percibe claramente algo entre él y Rachel, pero ha llegado el momento de decir adiós. Nos enteramos de que ellos han llegado al fuerte cuando, en la tienda de atención a los heridos y sin conocerla, Denzell se cruza con Claire.
Está en ese momento discutiendo con el cirujano militar a cargo acerca de la amputación de Walter, un afroamericano que yace en una camilla con el pie hecho una miseria. Claire comprueba que el mismo está, en efecto, engangrenado y que amputar se impone como la única solución, pero el cirujano considera que hay que cortar a la altura de la rodilla y Denzell más abajo para no poner en riesgo la arteria femoral.
Claire le da la razón y pide agua hirviendo para esterilizar los instrumentos, pero el cirujano se niega a aportar los propios porque cree que el agua caliente les quitará el temple. Por fortuna, Denzell tiene los suyos…
Las Colinas tienen Ojos
Jamie sigue preocupado de que el ataque británico pueda producirse desde donde Fermoy no espera. Claire le cuenta de la batalla de Singapur, en la cual, durante la segunda guerra mundial, los británicos fueron sorprendidos por los japoneses atacando desde las junglas, en donde no había defensa. Me permito agregar que los alemanes hicieron algo parecido en las Ardenas al atacar a través de los bosques.
En osada jugada, Jamie envía hombres a instalar artillería en las colinas y hace bombardear por encima del fuerte. Su intención es demostrar que sí se puede llegar a la cima de las mismas y que se hallan, en efecto, al alcance de los cañones. Fermoy lo considera un acto de insubordinación, no solo por poner en peligro a las tropas disparando por encima de ellas sino también por el riesgo de que las piezas de artillería caigan en manos británicas. Ojo: algo de razón tiene…
Pero en la noche vuelve a haber disparos y esta vez sí son británicos que, obviamente, han alcanzado las colinas. Llamado a rendir cuentas, Fermoy la va de tonto y, bajo la escrutadora mirada de Jamie, dice que no tuvieron forma de prever el movimiento. No queda otra que abandonar el fuerte o sufrir una masacre, ante lo cual Jamie recomienda hacerlo en botes y por el agua, lo cual siempre será más rápido que los enemigos en tierra…
Así lo hacen, pero lamentablemente no hay forma de llevar a algunos heridos, entre ellos el pobre Walter. Claire busca tranquilizarlo con que los británicos se apiadarán de él por su estado, además de asegurarle que volverá a ver a su esposa, con quien él quiere recomponer las cosas por no haber quedado en buenos términos.
Venciendo Temores
Los niños Mackenzie siguen dando problemas, pues en la noche la pequeña Amanda emite un grito desgarrador y, según dice, ha visto al Nuckelavee. O su hermano tiene gran poder de sugestión o bien ya son dos y la cosa es para preocuparse. Roger sale en la oscuridad a otear el panorama, pero nada ve, aunque la sensación es que alguien le está observando desde la vegetación.
Jeremiah, en tanto, no lo pasa bien en el colegio, donde algunos niños lo llaman “papista”. Uno de los maestros, a su vez, le ha regañado por hablar gaélico en lugar de inglés e incluso lo ha sometido a golpes de cinturón. Puede sonarnos anacrónico, pero no lo es: los castigos corporales a los niños han tenido en el Reino Unido mayor vida que en el resto de occidente y recién fueron legalmente suprimidos en 1998.
Por su parte, Brianna, siguiendo el consejo de Roger, junta fuerzas para regresar a su trabajo e incluso sentarse en el bar a la par de sus propios subordinados, los mismos que le hicieron la novatada y a quienes amenaza con despedir en caso de reiterarse episodios semejantes.
No solo para ello reúne fuerzas sino también para entrar en el cementerio y llegarse hasta el túmulo de piedras que le hizo Jeremiah a su abuelo. Llena de emoción, le habla a Jamie y le pone al tanto de las últimas novedades familiares e incluso de su nuevo trabajo…
Balance del Episodio
Ha sido una entrega correcta y, como hemos dicho, parece encaminar por fin a la temporada: espero que no vuelvan a cerrar tramas abruptamente como lo han hecho antes. A propósito: Tom Christie ha vuelto a desaparecer. En parte es lógico por una cuestión geográfica, pero dudo que ese “triángulo” quede así nomás y no vuelva a cruzarse con los esposos Fraser…
El foco del episodio ha estado puesto sobre todo en las relaciones entre padres e hijos y lo fuerte que puede ser el vínculo aun cuando estén separados por millas o siglos. William se está revelando como un personaje cada vez más interesante y, sobre todo, bien actuado por Charles Vandervaart. Allí hay otro triángulo que no sabemos en qué dirección irá, pues la despedida con Rachel ha sido claramente sentida por ambos y supongo que en algún momento reaparecerá también Ian en esa ecuación. No sé si estáre sacando conclusiones de más, pero me queda resonando lo dicho por Claire acerca de no creer que tenga problemas para embarazar a una mujer…
El momento slasher fue casi un episodio dentro de otro y de lo más alocado y extraño que haya pasado por la serie, tanto que nos hizo dudar si no estábamos viendo La Matanza de Texas o algún otro clásico del subgénero. Y no es exagerar. se juntaron varios lugares comunes del mismo como el camino equivocado y la cabaña apartada cuyos ocupantes ocultan escalofriantes secretos…
En cuanto a la trama del siglo XX, siguen siendo un misterio los encuentros sobrenaturales de los niños con demonios mitológicos: si alguien les está jugando a los Mackenzie una broma pesada o quiere amedrentarlos, estimo que será alguien que conocen y conocemos.
Con respecto a Brianna, ya sabemos que Outlander es no solo la serie de las casualidades sino también la de las exageraciones y así como era alocado que obtuviera el empleo después de un comentario sobre penes, tampoco resulta creíble que la traten casi como a un organismo invasor patógeno: estamos en 1980 y seguramente las mujeres se hallarán un escalón por debajo en cuanto a igualdad de derechos pero, vamos, tampoco es 1920 para que se comporten con ellas como asnos o quizás en Escocia fuera distinto, no sé…
La revolución americana ya se ha apoderado de la escena y está cada vez más cerca el enfrentamiento entre Jamie y su hijo. ¿Llegarán a verse cara a cara en el conflicto? No lo sabemos, pero se avizora un escenario interesante y conflictivo. Mientras tanto y más allá del episodio slasher aislado, celebremos que la serie parece reencaminada y espero que no vuelvan a perder el camino como les ocurrió a los Hunter y a William…
Hasta el próximo análisis y sean felices…