Bienvenidos a los análisis de Shogun, serie destinada a figurar en las listas de lo mejor del año. El canal FX (y Disney+) han conseguido lo que muchos llevaban años buscando: la sucesora de Juego de tronos, en espíritu y en planteamiento. Esta semana tenemos dos episodios (de verdad, odio esto de los dos episodios la primera semana porque me supone más trabajo) así que vamos al lío con el primero.
Una advertencia: esto pretende ser un análisis, un complemento de la serie. En ningún caso pretende sustituir su visionado pero es inevitable hacer un resumen para ponernos en situación. Espero no hacerme pesado. Ahora si, al lío.
Anjin
Anjin es como se dice en japonés “piloto” y cuenta la llegada a Japón de John Blackthorne (Cosmo Jarvis), piloto inglés del Erasmus, un barco holandés que ha cruzado el Estrecho de Magallanes para encontrar la ruta secreta a Japón. Estamos en el año 1600 y este primer episodio nos servirá para presentarnos los personajes principales de Shogun y la situación en la que se hallan.
El Erasmus, o más bien lo que queda de él, llega a las costas de Japón cerca de Ajiro, un pequeño pueblo pesquero cuyo señor feudal, Kashigi Yabushige (Tadanobu Asano) es a su vez vasallo de Lord Yoshi Toranaga (Hiroyuki Sanada) en un momento crucial.
Yoshi Toranaga está “invitado a la fuerza” en el castillo de Osaka. Toranaga es uno de los cinco regentes de Japón que cuidan del heredero del Taiko, fallecido el año anterior. A su muerte, el Taiko estableció la regencia como un equilibrio de fuerzas que garantizase el poder a su heredero y ahora parece que eso va a romperse. A su vez y para ganar tiempo, Toranaga ha “invitado” a su castillo en Edo, en su feudo de Kanto, a la madre del heredero, con la excusa de ayudar a su nuera en el parto, ya que ambas son hermanas.
Toranaga sabe de la llegada de Blackthorne por un espía en el pueblo de pescadores y envía a su segundo, Tora Hiromatsu (Toshi Toda) a Ajiro. Si bien en un principio pensamos que su objetivo son los 20 cañones y las 500 armas que lleva el Erasmus, más adelante descubriremos que se trata de algo más complejo.
Tras llegar a Ajiro, Adashi ordenará que Blackthorne sea llevado a Osaka. En el camino, Blackthorne conocerá a Vasco Rodríguez (Nestor Carbonell), un piloto español que trabaja para los portugueses y que le irá poniendo al tanto de dónde se ha metido. Tras un fuerte oleaje, Rodríguez cae al agua y Blackthorne pilota el barco que los transportaba.
Al llegar a tierra y pese las diferencias en su fe, Blackthorne insistirá en buscar a Rodríguez. Al encontrarlo al pie de un acantilado, desafía a Yabushige a que sea él quien baje a por Rodríguez. Es este un punto de inflexión en la serie porque es aquí, al ver que Yabu está dispuesto a matarse por no poder salvar a Rodríguez, cuando Blackthorne se da cuenta de que está ante una nueva cultura y empieza a respetar, aunque sea un poco, a los japoneses.
El episodio termina con la llegada de John Blackthorne a Osaka y con la advertencia de Rodríguez de que ha encontrado sus notas acerca de su verdadera misión y de que piensa entregárselas a los portugueses.
Bienvenidos al nuevo Juego de tronos
Hay quien dice que no, que Shogun es muy similar pero no es el nuevo Juego de tronos. Puede ser pero esta muy, muy cerca de serlo. De hecho es la serie que más se acerca a la obra de George R .R. Martin desde que dicha serie finalizó.
La producción de Shogun es espectacular. Ambientación, vestuario, recreación de lugares,… todo esta hecho con tal detalle, con tanto mimo, que parece que te han trasladado a un nuevo mundo, llámese Japón o Poniente.
A eso se suma que más que una serie de acción, Shogun es una serie donde priman las intrigas palaciegas, las alianzas entre rivales, los personajes fascinantes, traicioneros y honorables, la religión, la economía y todos los elementos que hicieron de la obra de HBO un éxito.
Sin embargo, Shogun no es puramente ficción. La serie se basa en la novela del mismo título escrita por James Clavell y que ya fue llevada a la televisión en la década de 1980 por el propio autor. A su vez, lo que hizo Clavell fue novelizar un periodo histórico determinado, modificando personajes y adaptando los hechos al relato, que no es lo mismo llamarse William Adams que John Blackthorne, que mola más.
Aquí no entraremos en si esta nueva versión es o no fiel a la novela, principalmente porque no la hemos leído. Tampoco la compararemos con la serie anterior, que si vimos pero de la que no nos acordamos. Aquí intentaremos complementar lo que nos cuenta la serie y añadiremos algunas explicaciones.
Al igual que en Juego de tronos, en Shogun no faltan los detalles y escenas escabrosas. En este primer episodio tenemos claros ejemplos, desde el tajo que le meten sin avisar a un católico que se encara con Blackthorne a la escena del colega del piloto al que meten en una tinaja de agua hirviendo, pasándose toda la noche gritando y agonizando de dolor.
Mas sutil pero igual de impactante es todo lo que rodea a la escena del seppuku, el ritual de suicidio que conocemos también como harakiri, protagonizada por un samurái al servicio de Lord Toranaga tras ofender al Consejo de Regentes. El tipo decide no sólo acabar con su vida sino con todo su linaje, no sea cosa que su hijo de pocos meses crezca y se avergüence de su padre. No vemos la escena pero te deja un regusto amargo saber que va a matarse a si mismo y a su hijo.
Protestantes vs. Católicos
Creo que a los no iniciados como yo, nos llama mucho la atención la importancia de la religión en toda la trama, protagonista indiscutible en ese Japón feudal que parece otro mundo. Es curioso porque George R. R. Martin, en los libros de Canción de Hielo y Fuego, también introduce el elemento religioso pero la hace a partir del quinto libro, pasando de ella en los anteriores. Eso lleva a que parezca que la ha metido con calzador, como si no supiese que hacer y decide que, de pronto, la religión tiene importancia. Pero eso de que Martin no sabe que hacer lo dejaremos para otro post.
El caso es que, históricamente, la religión católica llega a Japón sobre el 1549 de mano de jesuitas portugueses. Unos 50 años después es cuando empieza la historia de Shogun y nos encontramos con que son muchos los japoneses que han abrazado el catolicismo. Como esto no es un tratado de historia, no nos meteremos en detalles, aunque lo he intentado.
No soy un experto y he investigado por ahí, encontrando detalles que no me cuadran. Por ejemplo, según se cuenta en Wikipedia (y vete a saber si es verdad) en 1587, Toyotomi Hideyoshi promulgó en 1587 el primer edicto de prohibición del cristianismo en Japón y expulsión de los misioneros jesuitas. Hideyoshi es en quién está basado el personaje del Taiko que veremos al principio del siguiente episodio, por lo que este hecho no cuadra con la presencia de jesuitas comerciando en Osaka.
A decir verdad, parece que la novela de James Clavell, por muy apasionante que fuera, se toma varias licencias. A los más puristas les sangrarán los ojos pero a mi me da lo mismo. Me importa un rábano si lo que se nos muestra en la serie es fiel a los hechos históricos. Aquí estamos para disfrutar de una serie que es muy buena, no de un documental de La 2. Así que vamos a pasar de intentar cuadrar ficción y realidad más allá de lo estrictamente necesario.
Toranaga vs. Blackthorne
Volviendo a lo que es la serie en si, el listado de personajes que aparecen, estén basados o no en personajes reales, resulta apasionante. El mejor, sin duda, es el verdadero protagonista, Lord Yoshi Toranaga, interpretado por un Hiroyuki Sanada que se come al resto del reparto cada vez que aparece. Toranaga es un tipo listo, calculador, con su dosis justa de honor, el que mueve los hilos de toda la trama y que contempla al resto de regentes como una panda de burócratas. Un tipo fuerte que no duda en dejar que sus subordinados se hagan seppuku pero que es capaz de perdonarle la vida a su mujer.
En frente tenemos a John Blackthorne, un tipo que cae mal desde el principio, interpretado por el mayor error de casting de toda la serie, Cosmo Jarvis, un Andrew Lincoln de Hacendado. Sus líneas de diálogo en los primeros minutos de la serie son lamentables y su evolución de piloto holandés protestante a admirador de la cultura japonesa cuesta creerla. Sin embargo no podemos prescindir de él. John Blackthorne somos nosotros, los espectadores extraños en tierra japonesa. Es él quien nos guiará en nuestro viaje al shogunato.
A destacar en este primer episodio el personaje de Kashigi Yabushige (Tadanobu Asano), un tipo tirando a brutote que parece traicionero como una víbora pero que tiene su toque de nobleza. Si le dejan, traicionará a Toranaga y a su madre para salvar su pellejo y tiene una relación especial con uno de los regentes que se muestra en el siguiente episodio. Yabushine es uno de los personajes más carismáticos de todo el reparto.
En fin, que hasta aquí llegamos. Este post se ha hecho más largo de lo que a mi me gusta pero es lo que me pasa cuando me apasiona una serie y Shogun es apasionante. Visualmente es espectacular, la historia te engancha como pocas (aunque es fácil perderse con tanto personaje y encima con nombres japoneses) y a medida que avanza te das cuenta de que quieres más. Van a ser diez episodios que se nos van a hacer cortos.
Seguro que me dejo algo en el tintero pero para eso están los comentarios. Nos leemos en el siguiente episodio. Un saludo, sed felices.
Te recomiendo que veas Silencio de Martin Scorsese si te ha gustado el tema del catolicismo ✝️ en Japón. Peliculón.
Te recomiendo que veas Silencio de Martin Scorsese si te ha gustado el tema del catolicismo ✝️ en Japón. Peliculón.
Bueno, el tema me interesa en cuanto me permite seguir la serie. La película de Scorsese la tengo pendiente. Un abrazo.
Bueno, el tema me interesa en cuanto me permite seguir la serie. La película de Scorsese la tengo pendiente. Un abrazo.