Bienvenidos todos al análisis del octavo capítulo de la temporada 9 de The Walking Dead. Recordar que el artículo está repleto de spoiler así que ya sabéis, mejor leerlo después de haber visto el episodio.
Aquí puedes ver los análisis de los episodios anteriores
Llegamos al parón de Navidad de la serie con un buen sabor de boca. En esta primera mitad de la temporada han pasado muchísimas más cosas que en las dos anteriores: la despedida (que no muerte) de Rick, el salto temporal de 6 años (que ha aportado mucha frescura), los nuevos personajes, las nuevas relaciones entre las comunidades, el nuevo aire de western… Todo en un paz tensa que parece a punto de saltar por los aires.
En este episodio vemos un poco más de la situación de Negan. El padre Gabriel habla con él, ejerciendo casi de terapeuta, buscando llegar a la buena persona que supone que hay en el interior del dueño de Lucille. Pero no hay manera, sigue siendo el capullo manipulador que todos conocemos. Aunque cuando Gabriel pierde la paciencia (Rosita, su pareja, está herida y no puede ir con ella porque tiene que cuidar del prisionero) y se marcha, Negan parece tocar fondo y ablandarse. ¿Estaremos ante una trasformación del carismático villano? Habrá que esperar. Y lo mejor es que lo último que sabemos de él es que la puerta de su celda queda abierta y se escapa. ¿Ha sido un descuido o Gabriel quiere ver las intenciones de Negan?
Por otro lado tenemos la llegada de Michonne con su grupo a Hilltop y la tensión se masca en el ambiente. Queda claro que algo grave paso que distanció a las comunidades. Michonne dice que tomó decisiones difíciles para salvarlos a todos y que está dispuesta a pagar el precio por ello. No quiere ni oír hablar de hacer las paces ni de que Alexandria participe en el festival que están montando Hilltop y El Reino.
En Hilltop también habíamos dejado al joven Henry en su afán por ser herrero. Aunque parece que hay otras cosas que le han llevado allí. Se queda prendado mirando a Enid, pero esta tiene una relación con Alden así que se queda compuesto y sin novia. Pero no todo está perdido, conoce a un grupo de jóvenes del lugar con los que se escapa de noche para emborracharse. Queda claro que después de la muerte de Gregory, Henry se queda con el premio de personaje más insufrible. Al menos acaba en una celda, pensando en lo que ha hecho y con deseos de enmendarse.
Pero el plato fuerte del capítulo está en la partida de búsqueda del malherido Eugene compuesta por Jesús, Aaron y Daryl. Desde el principio queda claro que Jesús es un tío magnifico, podría ser un gran líder y además reparte estopa como nadie. Y ya sabemos cómo suele acabar esto….
Los zombies que los persiguen actúan de manera extraña. Y cuando por fin encuentran a Eugene este les dice que les ha oído hablar entre ellos. No saben si creerle pero los caminantes no dejan de perseguirles, cambiando de dirección y haciendo caso omiso de los ruidos que hacen para despistarlos.
Eugene está herido y no pueden huir deprisa así que quedan atrapados en un cementerio, con una puerta vallada a sus espaldas que no pueden abrir al estar medio enterrada en el suelo. Se preparan para pelear contra los zombies, en una nueva exhibición de habilidades de combate de Jesús, que cubre a Daryl y Aaron para que estos puedan escapar con la ayuda del grupo de Michonne que luega justo a tiempo.
A tiempo para ver como un zombi logra esquivar el ataque de Jesús para clavarle una espada en el pecho. ¡Toma ya! Los demás corren en su ayuda para enfrentarse a una horda de zombies que pelean armados como ellos hasta que acaban huyendo. Daryl se para a examinar un caminante caído y descubre que era un hombre disfrazado. Los zombies se vuelven a acercar a nuestros protagonistas susurrando que no hay que dejarlos escapar y cuando están rodeados se acaba el episodio, dejando al público impaciente, con ganas de más y con un final impactante marca de la casa en los parones de media temporada.
Ya tenemos con nosotros de manera oficial a los Susurradores, los nuevo enemigos de la serie. No es que los zombies hablaran y hubieran evolucionado como se temía Eugene. Es que hay personas que se camuflan como caminantes dentro de los rebaños para poder controlarlos. La verdad es que es una idea genial y espeluznante.
Su presentación ha sido una oda a las viejas películas de terror. Por la noche, en un cementerio abandonado, rodeados de niebla… todo muy tétrico. Si esto significa que The Walking Dead por fin va a volver a ser una serie de terror, bienvenidos sean los Susurradores, unos enemigos que pueden dar mucho juego.
Lo que no me ha gustado ha sido la muerte de Jesús, por dos motivos. Uno, que ha sido alguien interesante desde que apareció la primera vez, pero los responsables de la serie nunca se habían molestado en explotarlo. Ahora que parecía que el personaje podía ser unos de los grandes protagonistas y se le había dado más peso en la trama, van y se lo cargan. Por otro lado, se sigue con la manía de ensalzar a uno de los supervivientes para acabar matándolo. Ya he comentado en otras ocasiones que es un recurso simplón, ñoño y que le quita toda la sorpresa que tiene la muerte como recurso efectista.
Pero en resumen tengo que reconocer que esta primera mitad de temporada me ha gustado bastante más que la anterior. Todos los pasos dados hasta ahora han sido en la dirección correcta y la serie no se ha resentido para nada de la marcha de su principal protagonista. Además, estoy deseando saber mucho más de los Susurradores y ver si se va a poder conjugar de manera adecuada el tono de western apocalíptico que tiene la serie con los elementos de terror que estos puedan aportar.
Y de que se alimentaran los susurrsdores? Porque viviendo entre zombis no los veo haciendo barbacoas jj
Que tal Tony, gracias por comentar. Pues estaria muy gracioso verles hacer barbacoas en medio de los rebaños, jajaja. Aunque me imagino que es que vivan entre zombis, mas bien viviran en asentamientos y se infiltraran entre los zombis cuando quieran hacer algo. Pero vamos, me imagino que en los próximos episodios ya iremos conociendo más cosas de ellos