Ha llegado a su cierre la temporada de The Walking Dead: The Ones who live y el final nos hace preguntar si la historia está concluida o existe la posiblidad de que la historia de Rick y Michonne tenga una segunda temporada. Analizamos lo que nos ha dejado este sexto y último capítulo, cuyo título es La Última Vez, mientras recordamos que la serie, creada por Andrew Lincoln y Danai Gurira junto a Scott M. Gimple, puede ser vista en AMC+.
Hola otra vez, caminantes del apocalipsis. Nos encontramos nuevamente para analizar un episodio de The Walking Dead: The One who live que, en este caso, es el último de la temporada y quizás de toda la serie (lo que la convertiría en miniserie, como se anunciara originalmente).
El episodio de cierre ha sido intenso y con mucha adrenalina, trayéndonos incluso el desenlace para la trama de la CRM dentro de la franquicia (o eso parece), pero a la vez ha tenido la misma tónica que el resto de la serie en cuanto a privilegiar con demasiada exclusividad la historia de Rick y Michonne, unido a una cantidad no desdeñable de incongruencias argumentales.
Pasemos ya a analizar lo que nos han dejado tanto este capítulo como la temporada completa, no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordarles que pueden, en los respectivos links, echar ojo a nuestros análisis previos, ya sea de esta o demás series de la franquicia.
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La Espada que da Vida
Parece que Rick y Michonne se las han apañado finalmente para regresar a la CRM como supuestos supervivientes y de paso ganar algo de confianza para llevar adelante su plan que, en lo básico, apunta a rescatar el informe sobre Alexandria que dejara Jadis. Cómo lograron convencer a todos y que no se dude de la increíble casualidad de que justo ellos y nadie más haya sobrevivido es algo que queda bastante difuso…
Mientras se prepara la seguridad para la cumbre que tendrá lugar en Cascadia, Rick se reencuentra con Thorne, quien parece feliz de que haya regresado, pero no ya interesada en el plan de Okafor del que alguna vez formara parte. De hecho, lo ve como alguien que estaba equivocado y ahora su discurso manifiesta plena identificación con los fines de la CRM, incluso más que la propia Jadis que, en el episodio anterior y antes de su final, dejara entrever dudas al respecto.
Lo siguiente para Rick es ir a ver a Beale, quien está en completa soledad como manifiesta que le gusta estar antes de cada operativo. También él se muestra gratificado de que Rick haya regresado y, en devolución de confianza, se sincera en cuanto a los verdaderos objetivos de la CRM y el secreto Informe Echelon del que hace rato se nos viene hablando de forma misteriosa…
Luego de preguntarle a Rick qué es lo peor que ha hecho para salvar a alguien y de que este le responda que arrancarle la garganta a un hombre con los dientes, Beale le cuenta que él debió sacrificar a una comunidad completa (Pittsburgh) para que Filadelfia sobreviviera. En consonancia con ello, explica que, de acuerdo a los cálculos que tienen en su poder, toda la vida no necrótica del planeta se habrá extinguido en unos catorce años (algo de eso se nos había ya dicho en TWD The World Beyond) como consecuencia del desequilibrio y la poca posibilidad de producir recursos para todos los sobrevivientes: una teoría de Malthus en clave de apocalipsis zombie…
“La espada que mata es la misma espada que da vida” afirma en siniestra metáfora para significar que la única posibilidad de sobrevivir es eliminando al resto o no habrá recursos para todos. E incluso así, dice, también podría ocurrir que ni siquiera lleguen a hacerlo. Incluso cuenta que su organización ha entregado sujetos para experimentación, algo que una vez más conecta con TWDTWB, pero también con TWD Daryl Dixon.
Pero en el momento en que pretende que Rick jure sobre la espada, detecta en este una vacilación y se da cuenta de la verdadera razón por la cual ha ido allí. Apenas intenta hacer algo al respecto, Rick le arroja un cuchillo e instantes después están trenzados en forcejeo que acaba con Beale atravesado en la mano y por último en el corazón. Rick intenta sacar el cuerpo en un contenedor, pero uno de los guardias advierte que cae sangre del mismo, así que la cosa acaba con este corriendo idéntica suerte.
Operación Portland
En paralelo con ello y aprovechando que los efectivos de la CRM participan de una película instructiva en un microcine (hay de todo en Cascadia), Michonne logra escabullirse y llegar a la habitación de Jadis. En el interior de un caballo de alambre (muy icónico ese animal en la franquicia) encuentra escrito a mano el informe sobre Alexandria, en el cual no solo se habla exhaustivamente de la comunidad sino también en particular de varios de sus miembros y muy especialmente de ella y Rick.
Con furia destruye el informe y recoge los fragmentos para llevárselos en los bolsillos (¿por qué no los quema?), pero en ese momento ingresa uno de las guardias (o una, no llegué a determinarlo) y no tiene más remedio que eliminarlo.
Vuelta al microcine, descubre con horror que lo que allí están proyectando es un detallado instructivo sobre una inminente operación militar para eliminar el asentamiento de Portland y hasta se especifican los pasos a seguir para evacuar previamente a unos pocos niños que, por su coeficiente intelectual, pueden ser útiles: una especie de selección darwiniana, pero artificial y no natural…
Conmocionada, sale del lugar y se encuentra con Rick, para quien nada de todo ello es novedad tras su charla con Beale, cuyo cuerpo, precisamente, está intentando sacar de incógnito junto al del guardia al que también ultimó. Hay desacuerdo en cuanto al rumbo a seguir: para él, deben largarse cuanto antes y regresar a Alexandria, ahora que está a salvo por la destrucción del informe; para Michonne, hacerlo sería dejar morir a miles de inocentes en Portland y, a la larga, una eventual escalada de la CRM terminaría de todos modos poniendo en peligro a Alexandria y a toda otra comunidad de sobrevivientes. El momento de frenarlos es ahora…
Reunión Familiar
Se impone finalmente la moción de Michonne. Habiendo comprobado que el lugar está lleno de explosivos y gases que tienen por objetivo acabar con Portland, deciden convertir a los mismos en una verdadera bomba de tiempo valiéndose de Beale y su guardia, ambos ya zombificados: se les ata, en efecto, un cable que ellos mismos jalarán para hacer así volar todo una vez que Rick y Michonne hayan puesto distancia.
Pero cuando la pareja intenta hacer esto último, son interceptados por Thorne, quien ya sabe lo ocurrido con Beale y les exige que regresen a desarmar lo que hayan armado.
A su pesar, Rick y Michonne dan media vuelta, pero en ese preciso momento les sale al cruce el Beale zombificado y el cable ya está suficientemente estirado como para que todo vuele de un momento a otro. Aprovechando la distracción momentánea y el impacto de Thorne al ver a su superior devenido en caminante, ambos logran escapar pero no tienen tiempo de poner una distancia prudencial, razón por la cual prefieren ponerse a resguardo y cubrirse con una bandera (???).
El lugar estalla y pocos minutos después se convierte en un pandemónium zombie al que milagrosamente han sobrevivido solo Rick, Michonne y, por alguna razón todavía más indefinida, Thorne. Entre el humo verdoso, Rick es asediado por varios caminantes, dándose cuenta algo tarde de que hasta hace un momento estos eran soldados, por lo que portan armas. Haciéndose de una de ellas, comienza a repartir disparos y se vale de una granada para abrirse camino: por alguna razón, todo lo relacionado con Rick suele acabar con una explosión…
Pero mientras él está entretenido con los caminantes, Michonne se enfrenta con Thorne, a quien da muerte con una terrible frase de telenovela: “el amor nunca muere” (les ruego que olvidemos esto). Los caminantes siguen arracimándose en torno a la pareja que, a duras penas, consigue escapar a la horda y treparse a un contenedor en escena que inevitablemente me trajo recuerdos del día de aquella “falsa muerte” de Glen en la serie principal (temporada 6, episodio 3). La diferencia con este o con Nicholas, claro, es que Rick siempre tendrá a mano algún explosivo para salir de esas situaciones…
En un helicóptero robado (que evidentemente también sobrevivió a la explosión) se largan del lugar mientras la noticia de lo ocurrido en Cascadia ha trascendido ya en los medios de la República Cívica. De hecho, según se dice, la explosión ha puesto en evidencia las verdaderas intenciones de la CRM y los civiles han decidido ante ello tomar el toro por las astas, al punto de incluso anunciar que se procederá a abastecer de alimentos a las otras comunidades.
Lejos de allí, Rick y Michonne se encuentran con Judith (Cailey Fleming) y Rick Jr. (Antony Azor), quien al ver al padre que no conocía, le pregunta si es es “el hombre valiente” del que siempre le habló Michonne. Cuando un conmovido Rick le responde que sí, el niño dice que siempre supo que volvería y lo fundamenta en la fe. Se termina produciendo un emotivo abrazo familiar (vaya que están crecidos los niños) y tenemos así un final feliz mientras los helicópteros les sobrevuelan cargados de provisiones. Y fin…
Balance de Temporada
Definitivamente, The Walking Dead: The Ones who live ha sido el más débil de los spin-offs y el episodio final solo viene a confirmarlo. Ojo: ha sido una entrega de lo más entretenida y tenido sus buenos momentos de suspenso, pero el cierre, como era de prever, ha sido muy apresurado y, como toda la serie, repleto de incongruencias argumentales.
En el análisis anterior me preguntaba cómo lograrían en un solo episodio cerrar la trama de la CRM y hacer que Rick se reencontrara con Judith y pudiera asimismo conocer finalmente a Rick Jr. La realidad es que debo admitir que han hecho todo eso, pero de modo apretujado y torpe. Tres posibilidades: o se perdió demasiado tiempo en episodios anteriores con tramas inconducentes, o la historia requería más episodios, o se imponía la necesidad de una segunda temporada que, del modo en que todo acabó, no sé si tendremos. Quizás las tres cosas…
Repito que esta entrega final ha tenido algunos momentos verdaderamente intensos (y tensos), como el revelador diálogo entre Rick y Beale que ha sido, creo, de lo mejor de la misma. También ha vuelto a entregar un gran trabajo de Danai Gurira, quien ha soportado bien los primeros planos a que fue varias veces sometida (una constante en el episodio y no solo con ella) a los efectos de mostrar sus emociones y, particularmente, el espanto en su rostro al enterarse de los planes para con Portland.
Pero la trama está llena de detalles que no encajan y algunos son más que detalles. ¿A nadie en la CRM le llamó la atención que solo Rick y Michonne regresaran con vida luego de los accidentes de helicóptero? Si ellos mismos enviaron a destruir al primero en estrellarse, ¿por qué reciben sin siquiera sospechar a una pareja que, se suponía, viajaba a bordo del mismo?
Otra incoherencia: cuando Rick mata a Beale atravesándole el corazón, ¿por qué no sigue con su cabeza en lugar de exponerse a que despierte como zombie cuando lo esté trasladando? No encaja que fuera porque lo pensaba utilizar para jalar el cable y provocar la explosión porque eso recién lo decidió después de hablar con Michonne, mientras que su plan previo era, en cambio, que ambos se desentendieran y escaparan del lugar lo antes posible. Lo de volar los explosivos fue idea de ella…
Y si no hubiera ya suficientes “detalles” inverosímiles, Rick y Michonne sobreviven a una brutal explosión protegiéndose bajo una bandera. Todos sabíamos que estaba claro que no iban a morir, pero podrían haberlos salvado de modo más imaginativo. De hecho, si vamos al caso, todos sabíamos lo que iba a ocurrir en este episodio, pero han faltado giros sorpresivos o inesperados en cuanto al cómo: no ha habido, por ejemplo, ningún Eugene cambiando de bando a último momento y si había alguna esperanza de que ese lugar fuera de algún modo ocupado por Thorne, se desvaneció tan fácilmente como su desaprovechado personaje.
Y allí justamente ha estado (ya lo hemos dicho en análisis anteriores) uno de los grandes problemas de la serie: sus personajes secundarios, a quienes el guion no ha permitido aportar mucho o bien ha eliminado bruscamente. En la comparación con otros spin-offs, TWD The Ones who live pierde largamente en ese aspecto: nadie como El Croata en TWD Dead City o Isabelle en TWD Daryl Dixon. Los que pintaban para interesantes, repito, fueron descartados con rapidez.
Es como si la idea de toda la serie hubiera sido simplemente traer de vuelta a Rick y Michonne privilegiando de modo casi excluyente su historia de amor y reencuentro para cumplir con el fanservice: un contexto en el que cualquier otro personaje molestaba. De hecho, la serie ha perdido demasiado tiempo en contarnos lo ocurrido desde que dejáramos de verles: no es que no fuera una necesidad, pero faltó que el pasado fuera equilibrado con una trama nueva y convincente. Y ya he dicho que sobre la frase “el amor nunca muere” no tengo pensado hablar…
En definitiva, TWD The Ones who live me ha dejado sabor a poco, sobre todo si se considera que de todos los spin-offs de la franquicia era el que más expectativas generaba, pero se queda muy por debajo de series como TWD Dead City (hasta aquí el mejor spin-off con diferencia) o TWD Daryl Dixon. Incluso TWD The World Beyond, con sus debilidades, terminó siendo una historia más sólida y hasta reveladora (de hecho, la historia que la serie nos contó ha seguido reapareciendo todo el tiempo).
El tono de algunos episodios, eso sí, me ha hecho acordar a Fear the Walking Dead (sobre todo con las largas charlas explicativas antes de apretar el gatillo), pero diría que principalmente en sus defectos y no en sus virtudes.
Para destacar en el balance final los trabajos de Danai Gurira y Pollyanna McIntosh que han aportado, por cierto, algunos de los momentos más intensos. Y en cuanto al final con reencuentro familiar, ha sido emocionante, ¿pero no merecía más?
Y a propósito de ello, ¿habrá segunda temporada? La primera sensación es que no: la historia da visos de estar cerrada pero, por supuesto, quienes seguimos la franquicia nos preguntamos si la misma no merece que en algún momento Rick se reencuentre con Daryl, con Maggie… o con Negan. Pareciera todavía faltar esa reunión cumbre que pudiera dar por cerrado este vasto universo: ojalá se produzca. Y la nueva vida familiar de Rick, repito, ameritaría ser más explorada…
Veamos qué nos va trayendo entonces la franquicia en los próximos meses. Por lo pronto (y a pesar de algunas fechas fake que han circulado por las redes sociales), todo indica que lo próximo será la segunda temporada de Tales of the Walking Dead.
Hasta pronto y sean felices…