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Captain Tsubasa: Rise of New Champions (PS4, Nintendo Switch, PC). Dame tiro del tigre y dime tonto.

Bienvenidos, auténticos creyentes, a La Tapa del Obseso, la sección de Raúl Sánchez.

Es finales de agosto al escribir esto y tenemos un videojuego recién salido del horno de Oliver y Benji para PS4, Nintendo Switch y PC. Hablamos de Captain Tsubasa: Rise of New Champions. Tal y como pasa con Bola de Dragón, hay más videojuegos de los que puede entender la mente humana antes de caer en la locura. Es decir, que no venimos de nuevas.

1.Primeros juegos de Captain Tsubasa

En tiempos pretéritos, en los de la primera Nintendo, en Occidente pudimos encontrar videojuegos basados en el manga/anime, como Tecmo Cup Soccer Game (1992). Aunque los nombres de los protagonistas estaban cambiados, renombrando a Tsubasa/Oliver como Robin Field, por ejemplo, y haciéndole rubio. La idea era hacer más cercano culturalmente a gente aún no muy familiarizada con los manga o anime.

Más allá de eso, el juego tenía cinemáticas constantes de qué hacían los jugadores y dábamos ordenes como si fuera un videojuego de rol por turnos. Es decir, se encontraban dos jugadores y el tiempo se paraba, decidiendo nosotros si pasaba, tiraba, regateaba o efectuaba tiros o habilidades especiales. Tenía puntos de energía que se iban perdiendo, eventos especiales que se daban si pasaban determinadas cosas en el partido, etcétera. Para la época era todo un prodigio de imaginación para conseguir transmitir jugablemente las sensaciones de la serie de animación, la verdad.

Por supuesto luego fueron llegando otros juegos de la serie ya con los nombres y aspectos originales, algunos traducidos al español para ser emulados muchísimo tiempo después. Hay que decir al respecto, que me pasé alguno de ellos, que eran juegos que te pedían medir muchísimo cuando usabas los tiros y habilidades especiales. Tenías que saber en qué momentos usarlos, aprenderte los eventos que te daban goles por evento o, en general, dedicar muchísimo tiempo al juego. En sus últimos partidos era casi siempre muy complicado pasártelo. En fin, como no era posible subir niveles de experiencia para matar al monstruo final, aquí eso se suplía conociendo los eventos del juego.

En esta línea hemos tenido los juegos más exitosos de Tsubasa/Oliver. La última versión más o menos anterior a esta con algo de éxito fue el videojuego que llegó a España para Nintendo DS, Captain Tsubasa: New kick off (2010), que es una versión más colorida aunque artísticamente más o menos pobre en cuanto a las cinemáticas como suele pasar con los modelados básicos en 3D.

Ya hablamos en este blog sobre él. Dentro de las cosas buenas de este juego estaban los modos alternativos de juego en los que en vez de llevar al New Team/Nankatsu podíamos llevar a varios de los otros equipos del torneo de secundaria y llegar a ganar con ellos el torneo, con sus eventos y etcétera. Puede que el juego bajara su dificultad respecto a los juegos originales de Nintendo y puede que pasara, en general, sin demasiada gloria. Es muy posible que el juego como tal fuera lentísimo de jugar.

2. Captain Tsubasa: Rise of New Champions

En 2020 llevábamos ya una década sin juegos de la serie. Y la histeria se desató cuando iban a sacar el juego del que queremos hablar en este post. Que nada de decisiones casi por turnos. Que tendría cinemáticas alucinantes por fin, que nada de monigotes simples en 3D hechas como un churro. Que si los controles y la forma de jugar se parecería a los de los FIFA o PRO, pero con tiros especiales. En fin, que nos apelaron de manera sucia y rastrera a la patata con trailers en los que salía la canción original de la serie con cinemáticas del juego.

Ya había, por supuesto, quienes avisaban de que se iba a pervertir la teórica pureza jugable de los FIFA, o se invocaba la cruzada contra quienes no querían dedicar cientos de horas al juego de los juegos de fútbol, hasta el punto de ser lo único que se juega. En fin, ya hemos hablado de este tema otras veces.

Por no agotar más a nadie resumiremos: sí, tiene controles básicos de un FIFA. No, no es un FIFA. Podemos decir que es un simulador del manga/anime. Como simulador es, de momento, la mejor traducción de lo que vimos a los del tiro del tigre o el tiro con efecto a un videojuego. Para quienes gozaban con el anime es un videojuego que jugablemente transmite lo mismo.

El juego es correcto artísticamente y luce espectacular en los momentos en que todo se para cuando alguien va a hacer un tiro, parada, regate especial o hay un evento del juego en mitad del partido. Pero muchísimo. El juego está teniendo mejores impresiones en jugadores que en críticos, lo cual es indicativo de lo que es. Para bien y para mal.

El juego como tal es correcto visualmente por lo general, sin grandes alardes. Desde luego en Switch va sin problemas de rendimiento, aunque es cierto que las pantallas de carga son más comunes y pesadas de lo que deberían. Como hemos dicho el juego es especialmente impactante cuando se desatan las partes de las jugadas especiales o eventos dentro del partido, recreando las escenas originales perfectamente. Incluso haciéndolas más espectaculares y dramáticas aún, especialmente con los supertiros, que llegan a doler el momento de ver cuando le pegan al balón.

Los nombres de los personajes son los originales japoneses sin posibilidad de cambiarlos, por más que haya un editor. En fin, no es problema porque aunque no te sepas los nombres originales, en las pantallas de carga aparecen los personajes, y te vas a acostumbrar enseguida a saber quién es quién. Y sí, está la canción, no temas.

3. Modos de juego y controles

En lo jugable podemos decir que hay un modo entrenamiento (en el que hay que explicar poco). Luego otro de campeonatos que podemos hacer a nuestro antojo: cogemos los equipos que queramos y hacemos ligas/copas o jugamos un amistoso. Pero la salsa del juego está en los dos modos historia.

En el primero jugamos el mítico torneo de secundaria en el que Oliver/Tsubasa se enfrenta con sus compañeros del New Team/Nankatsu al resto de equipos tras haber ganado dos años seguidos el campeonato, enfrentándose en la final al Toho de Mark Lenders/Kojiro Hyuga. Jugaremos todos los partidos originales del anime/manga, pasando las cosas de éste si cumplimos las condiciones que pasaron originalmente.

Es decir, Oliver/Tsubasa hará el tiro con efecto contra el Hirado, los gemelos Derrick/Tachibana cuando pillen por primera vez el balón fallarán, en la segunda nos harán la catapulta infernal y nos meten gol, etc. Esto quiere decir que hay goles que nos pueden meter por evento y al revés. En este modo podemos cambiar poco en las alineaciones y es jugar y gozar.

Luego tenemos el modo Nuevo Héroe. En él creamos a un personaje desde cero para meternos en la continuación alternativa a la historia original. Nos uniremos a un equipo a elegir entre el Musashi/Mambo (el equipo del infartado Julian Ross/Jun Misugi), el Toho (el equipo de Mark Lenders/Kojiro Hyuga) o el Flamed/Furano (el equipo de Philiph Callahan/Matsuyama). Le ponemos un tipo de pelo, una cara, unos ojos, un tamaño y una posición del campo.

Empezaremos a jugar con quien hayamos elegido y en función de cómo lo haga el equipo y nuestro personaje subirán una estadísticas u otras del personaje. También debemos elegir quienes queremos que sean nuestros amigos, y en función de lo que decidamos, ir diciendo durante los eventos, pues así aprenderemos el tiro del tigre, las jugadas trianguladas de otro, la entrada a ras del suelo de otro y etc.

También decenas de habilidades pasivas que aumentan atributos permanentemente, o en función de cosas que pasen en el partido o que hagamos. La historia comienza tras el tercer torneo de secundaria que gana Oliver/Tsubasa con un nuevo torneo, y acaba con el mundial juvenil en el que nuestro personaje representa a Japón junto a las demás figuras de la serie.

Mientras estamos en secundaria la dificultad no es muy alta, subiendo algo cuando juguemos contra Italia, Francia o Argentina. En teoría en función de quién nos hagamos amigos, jugaremos con unos u otros, yo acabé jugando contra Alemania en la final. Y sí, ahí la cosa ya no es tan chupada. El supertiro de fuego del Oliver rubio y teutón me dio dolores de cabeza. Pero que nadie desespere, no es un juego difícil una vez pilladas las mecánicas.

Ahí se acabará la evolución del personaje principal, que es una de las cosas divertidas del juego, por más que algún evento a la hora de hacernos amigos de según qué personajes no pegue ni con cola. Por supuesto aquí también hay eventos, desafíos que de cumplirlos nos dan más movimientos especiales o puntos del juego, etcétera. Podemos decir que la sensación de que somos parte de la trama de la serie está conseguidísima.

Yo me hice un delantero negro llamado Mandigou (no me dejaba llamarle Mandingo, yo qué sé), primer japonés negro campeón del mundo que disparaba el tiro del tigre. En las opciones a la hora de hablar esperaba alguna oportunidad para quitarle la novia a Oliver Aton/Tsubasa, pero no hubo forma. Espero que ese elemento se incorpore en futuros juegos: líos de faldas, infidelidades, declaraciones de idiota mental a la prensa, borracheras y, en general, las razones reales por las que la muchachada se mete a futbolista. En fin, fuera de bromas la verdad es que las opciones de diálogo tampoco varían mucho. Y lo que pasa tampoco.

En cuanto a los controles no hay mucha historia. Sí, en ataque un botón es el pase corto, otro el pase largo, otro el pase al hueco y otro el disparo. Un gatillo para regatear, otro para regatear gastando energía. Cuando no tenemos el balón, los controles se parecen sospechosamente al FIFA también. Aunque, claro, vamos a aclarar que se parecen en lo básico, pero cuando hay que pasar de ahí no se parece. Es todo mucho más sencillo y no hay tantas combinaciones para hacer mil cosas.

Todos los jugadores tienen una barra de espíritu que se gasta al ejecutar movimientos especiales o correr, recuperándose con el tiempo o con habilidades. Vamos disparando a puerta y bajando la barra al portero. La barra baja más con tiros especiales que con tiros normales, más con tiros dentro del área que desde fuera, y más cuanta más potencia tenga el jugador más la técnica que usemos. Cuanto más vacía esté la barra del portero, más probabilidades de meter gol.

Olvidaos de apuntar en la cruceta del mando a la escuadra, medir la potencia para que no se vaya fuera el tiro o demás: el mejor disparo es siempre el que tiene la barra llena tras dejar el botón de disparar apretado. La velocidad a la que se llena depende de la estadística técnica del jugador. Es decir, Oliver/Tsubasa o Karl Heinz Schneider llenan su barra de disparo en un suspiro y te bombardean con supertiros en nada de tiempo, pero al pobre Johnny Mason/Teppei Kisugi le cuesta un buen rato.

Hay dos regates y dos posibles entradas que te pueden hacer. Cada entrada contrarresta un regate, en plan piedra, papel y tijera. Si salimos de varios regates,, durante unos momentos los miembros del equipo serán mejores. Conforme hagamos varias acciones exitosas (ganar enfrentamientos, robar balones, regatear) llenamos una barra del equipo, que podemos activar, con efectos diferentes en función del capitán del equipo.

Y sí, se nota mucho cuando Mark Lenders/Kojiro Hyuga activa la barra del Toho, cuyo efecto es que él mismo gane en potencia de tiro. O la del capitán alemán, que hace que de repente todos sean mucho mejores. O la del italiano, que hacen que, cómo no, todos defiendan todavía mejor.

En realidad el juego nos enseña partido a partido una cosa nueva de cómo jugar, pero en realidad no hay que memorizar gran cosa. Puede que cuando te lo hayas pasado una vez y vuelvas ya con todo dominado al principio (tras haber pasado los infiernos de Italia o Alemania), empieces a ver que debes hacer como en la serie. Es decir, jugar para el capitán. Que el resto zurre, regatee y demás, pero el momento de definir es para el capitán.

En definitiva, es un juego resultón en lo jugable sin la hiperespecialización de un FIFA o un NBA 2K, juegos que requieren mucho tiempo para entrar de modo más o menos serio de primeras. Aquí se ha apostado por una entrada sencilla, meter muchas habilidades, tiros especiales, cinemáticas de tiros alucinantes y menos profundidad jugable, claro. Para aficionados que en su día disfrutaron la serie es muy disfrutable, no sólo por tener a los personajes ahí y ya está, sino por trasladar dignamente los partidos de la serie al videojuego. Con sus limitaciones técnicas, jugables y demás, claro.

Sed felices.

P.D: Sí, hay parte online, pero aquí aspiramos a no convertirnos demasiado en malas personas.

Raúl Sánchez
Raúl Sánchez
Arriba es abajo, y negro es blanco. Respiro regularmente. Mi supervivencia de momento parece relativamente segura, por lo que un sentimiento de considerable satisfacción invade mi cuerpo con sobrepeso. Espero que tal regularidad respiratoria se mantenga cuando duerma esta noche. Si esto no pasa tienen vds. mi permiso para vender mis órganos a carnicerías de Ulan Bator.
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