John Krasinski, responsable de las dos entregas de la magnífica saga de terror Un lugar tranquilo acaba de estrenar su nueva película, Amigos imaginarios, una cinta muy alejada en principio de sus anteriores propuestas, pasando del terror al cine puramente familiar… o eso parece.
Quien haya visto la campaña promocional de Amigos imaginario ira al cine acompañado de sus niños para ver a unos simpáticos monstruitos hacer las delicias de los más pequeños, esperando de paso pasar un rato divertido con un humor blanco y simpático que no viene mal en los tiempos que corren.
Pero ojo, a pesar de que las criaturas son adorables y divertidas, la cinta no es ni mucho menos una historia para niños demasiado pequeños. Ya de primeras, nada más empezar, la joven protagonista, una niña de 12 años llamada Bea (Cailey Fleming), ve como su padre tiene que ser internado en un hospital para una intervención bastante grave. Algo que le despierta recuerdos de cuando era más pequeña y su madre murió de cáncer. Toma ya. Es cierto que en el cine infantil es un clásico la perdida de las figuras paternas. Lo hemos visto en Bambi o en Frozen, por poner solo dos ejemplos. Pero la manera descarnada en que lo cuenta esta película encoje bastante el corazón del público, sobre todo por la personalidad del padre de la pequeña, interpretado por el propio John Krasinski, que busca a través del humor que su hija sobrelleve mejor la situación.
Bea descubre que puede ver a los amigos imaginarios que los niños han dejado atrás al crecer, y con ayuda del vecino de arriba de la casa de su abuela, un cascarrabias llamado Cal (Ryan Reynolds) que también puede verlos, decide embarcarse en la misión de emparejar a estas criaturas (llamadas Amis) con otros niños que puedan necesitarlos.
Durante toda la cinta vamos a ver como Bea y Cal intentan ayudar a muchas criaturas a encontrar de nuevo su lugar en el mundo, dando lugar a situaciones muy divertidas por las características propias de unos Amis que están animados digitalmente como ya hemos visto por ejemplo en las más recientes adaptaciones de Scooby-Doo.
El problema de la película es que nos la han vendido como una cinta de cine familiar, en la que los Amis van a hacer las delicias de los más pequeños. Y esto es cierto es algunos momentos, pero la historia que nos cuenta está mas cerca del drama familiar que de la comedia. No es una crítica negativa en sentido estricto ya que la película me ha encantado, pero es cierto que el mensaje va a llegar solo a los adultos o los niños con una edad cercana a la de la protagonista. Esto hace que los más peques se puedan aburrir bastante (en la sala donde yo la vi, llena de niños, se oyeron bastantes lloros y quejas).
Y es una pena, por que como digo, la historia y el mensaje me ha gustado bastante. Krasinski, como en Un lugar tranquilo, toma como base de su historia a la familia como núcleo esencial a través del cual enfrentarse a lo que nos amenaza y nos da miedo, ya sean unos malvados alienígenas o el miedo de perder a nuestros seres queridos.
A partir de aquí vamos a ver como la pequeña Bea logra entender la función y papel de los Amis y a la vez consigue las fuerzas necesarias para enfrentarse a la enfermedad de su padre, superando el miedo a perderle igual que perdió a su madre. Y todo ello sin tener que perder del todo a su niña interior, ya que para la vida en general, siempre es mejor no olvidar lo que sentíamos cuando éramos pequeños.
Uno de los aspectos en los que brilla esta película es en el gran trabajo de sus actores. Ryan Reynolds está tan divertido como siempre. Es una gran elección para dar vida a un personaje como Cal, que empieza siendo un cascarrabias para ir poco a poco ablandándose conforme empiece a trabajar con la joven Bea y vea lo bien que conoce esta el mundo de los Amis. Una Bea a la que Cailey Fleming dota de una gran profundidad, pasando de los momentos más divertidos con las criaturas, a las situaciones dramáticas y trágicas cuando tiene que enfrentarse a su realidad. En cuanto al elenco de voces de los Amis en la versión original, es un verdadero quién es quién en el mundo de Hollywood: Steve Carell, Phoebe Waller-Bridge, Louis Gossett Jr., Emily Blunt, Matt Damon, George Clooney, Maya Rudolph, Jon Stewart, Sam Rockwell, Richard Jenkins, Awkwafina, Keegan-Michael Key, Matthew Rhys, Bradley Cooper, Blake Lively, Amy Schumer… En la versión española, Blue, el Ami que tiene más peso en la historia está doblado de manera magnífica por Carlos Latre.
En cuanto al apartado técnico, hay que decir que los Amis lucen magníficos, y el trabajo en cuanto a su diseño es fabuloso ya que desbordan imaginación y buen rollo por los cuatro costados. Aún así, hay ocasiones en las que la mezcla en pantalla de la imagen real con el animado digital resulta un poco “cantosa”, sobre todo cuando hay muchos Amis en pantalla o cuando la acción se acelera un poco.
En resumen, Amigos imaginarios es una película que logrará tocarte el corazón a poco que seas sensible, con un mensaje positivo y unas adorables criaturas que arrancan más de una sonrisa. Es cierto que hay cierto desequilibrio en su historia, con un peso demasiado acentuado en la parte dramática, pero a pesar de todo, merece la pena volver a ser un niño y recordar lo que se sentía viendo a los Amigos imaginarios. Pero eso sí, padres con niños muy pequeños, casi mejor que optéis por otras películas. Por el contrario, si que me parece, por el mensaje y la manera de contarlo, una gran película para ver con preadolescentes.