Ishana Shyamalan es la hija de famoso director y guionista M. Night Shyamalan (El protegido, Señales, El bosque, El sexto sentido…). Después de haberse curtido como guionista y directora en la serie de Apple TV+ Servant y como responsable de segunda unidad en Tiempo (ambas firmadas por su padre) le llega el turno de volar en solitario y lo hace con la película Los vigilantes, adaptación de la novela homónima de A. M. Shine con un planteamiento que recuerda mucho a las producciones de papa Shyamalan.
Los Vigilantes nos cuenta la historia de Mina, una joven que queda varada en un misterioso bosque al oeste de Irlanda al que según la leyenda se ven atraídas las almas en pena y del que no se puede salir. Allí conoce a otras personas atrapadas que viven en una cabaña en la que una de sus paredes es un espejo gigante que permite que se vea el interior desde fuera (como las salas de interrogatorio de las comisarias para entendernos).
Todos son una especie de prisioneros de unas misteriosas y espeluznantes criaturas del bosque que solo salen de noche y que se dedican a observar a los atrapados en la cabaña (de hay el título de la película). Quien se aventure de noche fuera de la seguridad de la construcción son asesinados por las criaturas, en cuyas madrigueras además está prohibido entrar.
Pero Mina es una chica acostumbrada a rebelarse contra las reglas establecidas y no duda en investigar por su cuenta, le pese a quien le pese y corra el riesgo que corra.
Con este argumento, en el que no falta el misterio y el terror (con sus buenas dosis de sustos), queda claro que Ishana no tiene reparo en seguir los pasos de su padre, mostrando interés por el mismo tipo de historias. El problema es que la sombra de M. Night Shyamalan es muy alargada… ¿Conseguirá su hija salir de ella?
Como suele ser habitual en este tipo de películas, la trama va salpicando los momentos de acción y terror con las respuestas a los múltiples interrogantes que se presentan. A la vez asistimos al crecimiento personal de una protagonista que tiene un trágico pasado que explica su manera de ser y de entender el mundo. En este sentido la película funciona, aunque peca de algunos problemas de ritmo sin duda derivados de la inexperiencia de la realizadora.
Pero el gran problema de la cinta es que quiere abarcar demasiado, sobre todo en su parte final, cuando el desenlace de la historia va pasando de un giro de guion a otro sin solución de continuidad. Esto hace que el impacto que tiene que causar el final sorpresa (una firma autoral de M. Night Shyamalan) quede bastante diluido. Si a esto unimos una ligera sobrexplicación de todo lo que va pasando, queda claro que a Ishana todavía le queda un largo camino por recorrer para llenar los zapatos de su padre.
Con esto no quiero decir que la película no sea buena. Tiene muchos elementos interesantes, empezando por el escenario de la acción y el uso del folklore irlandés que le da un toque especial a la historia (y que dicho sea de paso, es una de las características principales de los libros de A. M. Shine). El manejo de la tensión a lo largo de la trama también está bastante bien, aunque la manera de ir resolviendo el misterio es un poco irregular, con un final demasiado alargado.
La evolución del personaje protagonista es otro de los puntos fuertes de la película, desde ese momento traumático de pequeña hasta su crecimiento personal que es una de las claves de la película. Por el contrario, el papel de los secundarios queda bastante desdibujado, siendo meros apoyos para la trama principal en la que sólo uno de los habitantes de la cabaña acaba tiendo un peso importante de verdad.
La labor de los actores es bastante correcta. A Mina la interpreta Dakota Fanning en un trabajo que logra trasmitir lo que siente el personaje, aunque a veces se nota algo acartonada. La que si está a gran altura es Olwen Fouéré dando vida a Madeline, la superviviente que más tiempo lleva en la cabaña y jefa del grupo y a la que la actriz logra dotar de una gran personalidad. El resto de actores, cumple con sus papeles sin más, ya que el guion tampoco les permite brillar en exceso.
En resumen, Los vigilantes es un interesante debut para una realizadora que parece decidida a seguir los pasos de su padre. Se nota que le faltan tablas y tener un mejor sentido del ritmo en una historia que de todas maneras logra mantener el interés del espectador gracias a su lograda ambientación y la intriga. Es una lastima que se pierda un tanto con tanto giro y regiro y vuelta y revuelta al final, pero al menos la historia queda bien cerrada y con una explicación bastante coherente con todo lo que nos han contado.
Creo que se os ha colado un “Dakota Johnson” por “Dakota Fanning” 🙂
Hola Juan José. Mil gracias, tenías razón. Corregido