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Crítica de Sangrientos Dieciséis. Slasher y viajes en el tiempo en una de las sorpresas del año

Alguien en la productora Blumhouse debió pensar que era buena idea mezclar en una misma película Scream y Regreso al Futuro. Una verdadera estupidez pensareis. Normal, yo pensaba lo mismo. Pero ha sido ver Sangrientos Dieciséis, recién estrenada en Prime Video y cambiar totalmente de idea. Me ha parecido una de las películas mas divertidas que he visto este año.

Estamos en Halloween y por eso las plataformas se esfuerzan en estrenar series y películas de terror, que es lo que se lleva en esta época. Fruto de este afán Prime Video estreno el pasado 6 de octubre Sangrientos Dieciséis, una cinta que podría parecer la típica historia de jóvenes perseguidos por un asesino en serie sin más.

El argumento nos presenta el típico pueblecito estadounidense que intenta dejar atrás una gran tragedia ocurrida hace 35 años. Tres jóvenes murieron asesinadas salvajemente cuando cumplieron los dieciséis años sin que el asesino pudiera ser atrapado ni volviera a actuar nunca más. En este lugar la joven de diecisiete años Jamie Hughes (Kiernan Shipka) intenta vivir su vida mientras soporta la sobreprotección de su madre Pam (Julie Bowen), que conoció en el instituto a las tres chicas asesinadas.

prota bate
Jamie Hughes es una chica de armas tomar

El problema llega cuando Pam es asesinada por el mismo hombre que mató a sus amigas hace tantos años, algo que trastoca la vida de Jaime. Más aún cuando el asesino la ataca y huyendo de él acaba en una maquina del tiempo viajando al pasado, justo antes de que las chicas sean asesinadas. Así que decide que les salvará para evitar así que su madre acabe muriendo en el futuro.

Visto así, el argumento es bastante simple y tiene muchas inconsistencias. La primera, ¿cómo es posible que una joven (la mejor amiga de Jaime) pueda construir una máquina del tiempo? Pero aquí hemos venido a jugar, así que si pasamos por alto estas cosas lo cierto es que la historia de Sangrientos Dieciséis funciona perfectamente. Y lo hace porque sabe lo que quiere contar y como. En ningún momento oculta que el andamiaje de la trama es una mezcla entre Halloween y Screen por un lado y Regreso al Futuro por otro.

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Pam Hughes y sus amigas en los ochentas

Sólo hace falta ver la mascara del asesino para acordarse de Michael Myers. Y ese nivel de violencia física cuando ataca, recibiendo el propio asesino una buena cantidad de golpes, no puede si no remitirnos a Ghostface. Y tampoco esconde la influencia de Regreso al Futuro. Es más, la propia Jamie pregunta a la gente de los años ochenta que si ha visto la película para explicar su situación. Y en muchas ocasiones se pone como ejemplo de las consecuencias de los viajes en el tiempo.

La película tiene una mezcla perfecta entre terror y humor que mantiene al espectador pegado a la pantalla. El choque cultural que se produce cuando Jamie, una joven de su tiempo, empieza a ver cómo nos comportábamos en los ochenta, es divertidísimo. Hay infinidad de gags sobre la incorrección política y burocrática de esos años, sin olvidar el típico tema de los estatus sociales en el instituto. Algo que es aún más divertido cuando nuestra protagonista descubra que su madre, tan educada y buena persona ella, era una verdadera arpía de joven.

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Un asesino con máscara, todo un clásico

Así la película trascurre entre bromas, chascarrillos, sangrientos asesinatos y explicaciones seudocientíficas sobre los viajes en el tiempo. Siempre con un ritmo perfecto que nos lleva de un escenario de los asesinatos a otro mientras vemos como se las apaña la pobre Jaime en los ochenta.

Pero para que una cinta de este tipo funcione, es necesario tener una protagonista carismática, algo que sin ninguna tenemos en Sangrientos Dieciséis. Kiernan Shipka, conocida por dar vida a Sally Draper en Mad Men, y a Sabrina en Las escalofriantes aventuras de Sabrina, esta esplendida. Las caras que pone cuando se encuentra con alguna peculiaridad de los años ochenta o lo bien que funciona en las escenas más físicas subrayan un trabajo de interpretación magnifico. Bien podría decir que esta Jamie Hughes es una más que digna heredera del mítico Marty McFly.

En resumen, Sangrientos Dieciséis es una muy grata sorpresa perfecta para las terroríficas fechas en las que estamos. Es una película que no engaña a nadie pero que ofrece todo lo que promete y mucho más. Una cinta ideal para visionar sin prejuicios y sentarse a disfrutar de la sangre que salpica la pantalla, de las leches que lleva el asesino y de lo salvajes y divertidos que eran los ochenta.

Juanjo Avilés
Juanjo Avilés
Licenciado en periodismo, apasionado de los comics, las (buenas) series de televisión, el cine, los videojuegos y los juegos de mesa... vamos, soy un frikazo total, siempre a vuestro servicio.
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