Apple TV+ ha demostrado en los últimos años que es la plataforma que tienes que tener si eres fan de la ciencia ficción. Así lo demuestran algunas de sus series que son lo mejor dentro de este género como por ejemplo Fundación o Separación por poner solo dos ejemplos. Siguiendo esta estela, Apple TV+ ha estrenado recientemente Silo, una distopía futurista basada en una serie de novelas de Hugh Howey de diez episodios de una hora más o menos de duración. Una propuesta con muchos misterios y un aire de thriller que le da un toque especial y que la convierte en una de las mejores series en lo que llevamos de año.
La premisa de Silo no puede ser más interesante. La humanidad vive en un mundo postapocalíptico donde los últimos diez mil habitantes de la Tierra sobreviven recluidos en un centenario silo. El problema es que ha pasado tanto tiempo desde su creación que nadie sabe quién hizo este gigantesco silo de más de 140 niveles en el que unas pequeñas ventanas en salas comunes ofrecen un vistazo del desolado y tóxico exterior. A los supervivientes no les queda otra que regirse por unas estrictas normas establecidas por los Fundadores del silo cuando este se creó, unas normas raras y estrafalarias en muchas ocasiones.
En este escenario una serie de personajes empiezan a cuestionarse la existencia tan constreñida que llevan, disparándose los acontecimientos cuando la muerte de un informático que investigaba el pasado del silo hace que su amante, una mecánica ingeniera, se decida a investigar su muerte gracias a su nombramiento como sheriff.
Silo tiene una par de características que la hacen una serie perfecta para quien busque una historia de ciencia ficción. Lo primero, que huye de las tramas de “jóvenes adultos” que tanto proliferan últimamente. Estamos ante una serie adulta, sin concesiones a los romances adolescentes y con personajes hechos y derechos que no tiene que buscar su camino en la vida por cuestiones de la edad. Por otro lado, aunque la estructura social del silo es uno de los elementos principales del escenario, la historia tampoco se recrea en la lucha de clases que podría haber entre los distintos estratos sociales.
Entonces… ¿Cuál es el leitmotiv de la serie? Pues tratar de descubrir los misterios que esconde el silo mientras acompañamos a la sheriff Nichols (Rebecca Ferguson) en su investigación por cuestiones personales de George Wilkins (Ferdinand Kingsley), su amante, que aparentemente se suicidó.
Pero la muerte de Wilkins está relacionada con su investigación sobre el pasado del silo, un pasado que parece que puede ser muy diferente del que las autoridades cuentan y que ya se ha cobrado varias vidas como la alcaldesa del silo y también el antiguo sheriff junto con su esposa y ayudante. Por eso, el departamento judicial, al cargo del turbio Robert Sims (Common), intenta por todos los medios posibles entorpecer la investigación de Nichols, que cuenta con el apoyo del alcalde interino Holland (un espléndido Tim Robbins).
La gracia de Silo es que tenemos una doble investigación en un ambiente opresivo y a veces hasta irrespirable que unos personajes muy bien perfilados e interpretados intentan unos conseguir respuestas y otros que las preguntas en el aire no puedan ser resueltas. El problema con este tipo de series es que si los interrogantes se mantienen durante mucho tiempo pueden hacer que el público vaya perdiendo interés.
Ya os adelanto que el final de esta primera temporada acaba con un cliffhanger tremendo que soluciona algunos de los misterios pero que deja un escenario todavía más apasionante de cara a una segunda temporada que ya está confirmada.
En cuanto a la factura técnica de la serie, luce impecable, como en todas las producciones de Apple. Se nota que hay presupuesto y que no hay miedo a gastarlo. También es cierto que por las propias características de la serie (transcurre toda en un espacio cerrado y se centra más en una investigación que en otros elementos más fantásticos), no hace falta un despliegue de medios como por ejemplo los de Fundación. Pero a pesar de todo, precisamente por estar siempre metidos en el silo, los decorados tienen que resultar creíbles y estar bien diseñados, algo que se logra por completo.
El aire un tanto retrofuturista de la serie también está muy bien logrado y hace que nos podamos creer el estilo de vida un tanto peculiar de la gente del silo, un lugar en el que por ejemplo no se pueden usar lentes de aumento ni ascensores mecánicos por designio de los Fundadores.
En cuanto al nivel de los actores, solo puedo quitarme el sombrero. Rebecca Ferguson está espléndida como una sheriff decidida a encontrar las respuestas que busca a pesar de saber el peligro al que se enfrenta. Su investigación tras las piezas de un puzle que parece irresoluble es lo que dota de personalidad a la serie, sin olvidar lo bueno que siempre es Tom Robbin o la agradable sorpresa que supone el rapero Common.
En resumen, Silo supone una agradable sorpresa, una serie de ciencia ficción seria y adulta, en la que los misterios del escenario suponen un aliciente para el espectador que sepa disfrutar de una trama compleja que va creciendo en intensidad hasta un inesperado final que deja con ganas de más. De mucho más.
Lo que tú dices, de las mejores series del año. Apple TV está trayendo auténticos pepinos desde que comenzó. Un saludo y a seguir bien.
¿Qué tal Manuel? totalmente de acuerdo contigo, Silo en un magnifica serie y Apple ahroa mismo se ha convertido en mi plataforma favorita. Un saludo para ti.