De todos es sabido mi amor incondicional por Spiderman y tengo 41 años. Este amor a la edad a la que ha muerto el pequeño Ollie Jones, cuatro años, era ya desbordante y ocupaba buena parte de mi quehacer diario. Puedo entender lo que significaba el trepamuros para este niño que nos ha arrebatado la leucodistrofia. Y entiendo, a su vez, el icono conmemorativo que representa el súper héroe para su familia más cercana. Pero Disney ha denegado la solicitud de usar la imagen de Spiderman en la lápida del niño y ha dejado a unos padres aún más afligidos por una decisión que les parece inaudita.
No deja de sorprender que una industria que siempre ha enarbolado el estandarte de intentar hacer más felices a los niños no hayan tenido miramientos en este caso con cierta repercusión en Estados Unidos. Seguramente hay quien opine que son una empresa con derechos de imagen y unos beneficios que proteger y que no pueden hacer ninguna excepción pero si leo cómics y amo a los súper héroes es porque aún tengo fe en que las cosas pueden ser diferentes. Ollie Jones ha muerto con cuatro años y parece ser que para él Spiderman lo era todo. Y en ese sentido veo mi infancia reflejada en la de él. Los padres tan sólo querían poner una imagen del trepamuros en la lápida pero la funeraria les comentó que no podían hacerlo sin el beneplácito de Disney. La familia se dirigió a la compañía y según el diario The Sun esta fue la respuesta que les dieron:
“Extendemos nuestras más sinceras condolencias. Si jugamos un pequeño papel en la felicidad de Ollie, nos sentimos honrados. Generaciones de fanáticos han respondido a nuestros personajes con la misma maravilla y placer que Ollie, de hecho, muchos creen que los personajes son reales. Nos hemos esforzado por preservar la misma inocencia y magia alrededor de nuestros personajes que trajeron tanta alegría a Ollie”. Por esa razón, seguimos una política que comenzó con el propio Walt Disney que no permite el uso de personajes en lápidas, cementerios u otros marcadores conmemorativos o urnas funerarias”.
Puede que sea verdad que esa filosofía empezó con Walt Disney y tal vez también lo sea que si el genio de los dibujos saliera de su nevera y leyera esto es posible que se volviera al congelador. Era un niño de cuatro años y sólo quieren grabar lo que más amó en su lápida. Son una empresa con responsabilidades pero … ¿ Acaso no están aplastando todo lo que se supone latente en aquello que nos ofrecen ?
La respuesta del padre de Ollie era previsible:
“Realmente no esperaba esto, es otro golpe masivo. Estaba seguro de que lo permitirían … Creo que todo esto tiene que ver con el dinero. Las últimas vacaciones de Ollie fueron en Disneyland. Le encantó Spiderman y nosotros le compramos todos los juguetes. Pero ahora él murió y ya no gastaremos más dinero, a ellos no les importa”.
Las declaraciones del tío del niño también iban en concordancia a la de su progenitor:
“Esto fue todo para nosotros. La vida de mi hermano ha sido destrozada, ha destrozado a toda la familia. No podemos seguir adelante hasta que tengamos su lápida terminada: SpiderMan fue toda la vida de Ollie. Él lo amaba tanto. No esperaba que fuera un problema: el director de mi funeraria, que también es mi amigo, me llamó y me dijo que no podían hacerlo. Pensé que estaba bromeando al principio. Entendemos los derechos de autor, pero no veo por qué Marvel tendría problemas con esto “.
Sé que la noticia puede ser polémica. Sé que muchos se sentirán igual de afligidos que yo y que otra parte de los lectores pensará más fríamente que no pueden abrir esa puerta pues detrás de esta familia pasarías centenares más. Puede que incluso abrir este debate sea considerado como algo sensacionalista pero me veía en la obligación no sólo de comentarlo sino también de hacerle un pequeño guiño a Ollie. Spiderman está grabado en tu lápida aunque Disney no lo haya permitido. Los héroes quedan forjados a fuego en el recuerdo y una lápida no es más que eso. Un icono recordatorio de una persona que ya no está con nosotros. De alguien que comenzó a amar lo que otros hemos continuado haciendo. Tal vez ahora mismo estés sentado junto al bueno de Stan Lee que de seguro te habrá pedido perdón y te esté mostrando en este momento esas historias del trepamuros que nunca salieron a la luz y que se llevó con él para contárselas a quien de verdad se lo mereciera.
Un abrazo a todos.