El 27 de octubre del 2023, Netflix estrenó la película El negocio del dolor. Inspirada en el libro
Sé lo que estás pensando: ¿otra vez una historia sobre eso? Y tienes toooda la razón. Después de Dopesick tuvimos la adaptación de Netflix estrenada en agosto Medicina letal, y es justo preguntarse qué de nuevo nos trae esta nueva adaptación.
Y lo cierto es que se podría decir que estamos ante El lobo de Wall Street de las farmacéuticas. Detrás de un falso documental, con narraciones en off y el uso en determinadas ocasiones de la cámara lenta, contribuyen a darle vida a este híbrido de comedia oscura y drama criminal.
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El negocio del dolor. El sueño americano turbio.
El negocio del dolor nos trae la historia de superación de una madre en problemas, Liza Drake (Emily Blunt), y su desesperada decisión de aprovechar la oportunidad que un vendedor charlatán, Pete Brenner (Chris Evans) le brinda una noche al poco de conocerse.
La mujer aceptará un trabajo como vendedora a comisión para una farmacéutica. Un mundo difícil en el que hacerse un hueco, pero que una vez dentro las probabilidades de cambiar de vida a mejor son inmensas.
Así pues, El negocio del dolor nos trae la historia del sueño americano de la mano de esta mujer empoderada que no dudará en luchar con uñas y dientes por hacerse con la vida que sabe que se merece. Y eso es lo que vamos a ver durante una primera parte de la película que, para mí, es lo mejor de toda la cinta.
Después de la lucha por hacerse un hueco en la vida de Liza, todo empieza a ir hacia abajo en esta historia. Hasta llegar a un final sin alma que deja al espectador preguntándose cómo se ha llegado a eso después de haber visto un principio de película tan prometedor.
Pero incluso con eso, El negocio del dolor es entretenida de ver. Le da un punto de vista diferente a la crisis de los
Como drama criminal, El negocio del dolor se queda un poquito corto. Aunque es interesante ver cómo se va desarrollando la trama y descubrir cómo se llega a su final. Pero este es más o menos esperado. En realidad es todo muy predecible y el espectador solo está viendo un final anunciado, algo que no es nada divertido de ver.
Lo bueno de la película son sus protagonistas. Blunt lleva el peso de la trama, pero se queda sin sacar todo su potencial. En cuanto a Evans, sabemos que está ahí, pero digamos que su aportación es casi de figurante. Y a pesar de ello, entre ambos nace una especie de química donde los personajes se complementan resultando una relación visualmente atractiva.
Con Andy Garcia (Dr. Neel) viviremos momentos de comedia bastante locos que te sacarán una sonrisa en los momentos menos inesperados. Estos toques cómicos se verán potenciados con la intervención de una Catherine O’Hara en el papel de la excéntrica Jackie, la madre de Liza, que es toda una delicia exasperante.
De momento, El negocio del dolor ha obtenido una puntuación en IMDb de 6’4, y en Rotten Tomatoes tiene un 70% por parte del público y un 24% por parte de la crítica. ¿Tú que opinas?
Qué dice Netflix de El negocio del dolor.
Para sacar adelante a su hija, una trabajadora en paro acepta un empleo en una start-up farmacéutica en quiebra y acaba implicada en una peligrosa trama de crimen organizado.
Liza Drake (Emily Blunt) es madre soltera, se acaba de quedar en paro y está con el agua al cuello. Hasta que conoce a Pete Brenner (Chris Evans), representante comercial de una farmacéutica, y empieza una buena racha económica.
Pero también emprende un camino éticamente cuestionable y acaba implicada en una peligrosa trama criminal. Ante un jefe (Andy García) cada vez más desquiciado, los problemas de salud de su hija (Chloe Coleman) y la certeza del daño que está haciendo su empresa, Liza empieza a buscar alternativas.
El negocio del dolor es un retrato perspicaz y revelador de lo que algunas personas hacen por desesperación y otras por codicia. Dirige la película David Yates, ganador del BAFTA, en tanto que Lawrence Grey la produce y Catherine O’Hara, Jay Duplass y Brian d’Arcy James son los coprotagonistas.