Por si vives en una cueva y todavía no te has enterado: hay videojuegos que consiguen las mismas o mejores sensaciones que el cine mientras que el cine no termina de saber adaptar videojuegos. Hay buen material con el que trabajar: tramas espectaculares, personajes memorables, contextos históricos únicos… pero parece que todavía no podemos presumir de un buen largometraje ambientado en un juego.
Al igual que cuando abordamos lo lamentable que suele resultar el combo “fantasía + hollywood”, el mundo del videojuego ha tenido que soportar mucho maltrato cinematográfico hasta que se le ha empezado a tomar en serio. Hay adaptaciones que, sin ser gran cosa, se quedan en lo entretenido sin llegar a cuajar entre aficionados a un título ni entre cinéfilos consagrados. Cuando no gustas ni a propios ni ajenos es cuando realmente deberías plantearte de que tu trabajo ha sido, digamos, mejorable. Pero, al menos, si no eres recordado es que tu producto ha caído en la irrelevancia y eso es mejor que pasar a la historia como un mal ejemplo. ¿Productos simplones y reguleros? Max Payne, que más o menos representaba bien el detective torturado con ese halo de novela negra; los mediocres intentos de James Bond Hitman, alguna de la interminable saga Resident Evil; Prince of Persia, que fue un pasatiempo sin más; World of Warcraft, que se disfrutaba más si eres aficionado al juego…
Pero vamos a ponernos críticos y destructivos. Vamos a recordar esas películas basadas en videojuegos que pasaron a la historia del colectivo jugón por lo lamentable. Y eso no quiere decir que no te rías o entretengas, ya que si el tema te gusta puedes disfrutarlo igual… pero como el largometraje en sí podría ser mejorable.
1. BloodRayne (2005)
El juego, que va de una vampiresa matando nazis, podría dar lugar a una película de… bueno eso, de una vampiresa matando nazis. Pero no. Pero el bueno de Uwe Boll, el director más odiado por la comunidad de los videojuegos, decidió que lo mejor era hacer una película sobre la edad media en la que, por lo menos, hay vampiros. La trama, previsible y aburrida, va de cómo llevan en un carro a un ser extraño que creen que es una bruja y resulta ser… ¡Oh! ¡Sopresa! ¡Una vampiresa! Este director es el responsable de muchos de los productos de esta lista pero como no queremos ensañarnos tan sólo diremos que BloodRayne tiene ya tres películas –todas con el mismo éxito-.
2. Super Mario Bros (1993)
El juego lo conocemos todos: un fontanero va a rescatar una princesa de una tortuga grande mutante que está muy cabreada. ¿Absurdo? Puede ser, pero anda que no nos hemos entretenido haciendo saltar a ese simpático y bigotudo protagonista. Sin embargo la película va los hermanos Mario viajando a un universo paralelo donde gobiernan dinosaurios antropomórficos. Ahí deberán rescatar a la princesa que resulta ser una paleontóloga. Los efectos especiales además dan tanta vergüenza que parecen hechos con Power Point. Alguno dirá que siendo 1993 tampoco podemos esperar gran cosa pero recordemos un dato: Jurassic Park es exactamente del mismo año.
3. Assassins Creed (2016)
Sí, voy a meter Assassins Creed en esta lista. Alguno dirá que no es tan mala y que los efectos especiales y ambientación son de hecho destacables. Puede ser, pero el argumento destruye todo lo demás, siendo un guion no sólo simple sino absurdo. Lo sentimos mucho porque Fassbender nos cae muy bien y sabe actuar, pero esta película está en la lista no por lo que es sino por lo que pudo haber sido. No aprovecharon que la trama de Assassins Creed II es oro puro, es de esos títulos que ha logrado enamorar incluso a los que el mundo de los videojuegos no les interesaba. Entendemos que ir a lo seguro hubiese sido recibir críticas de falta de originalidad pero se pasaron de frenada y nadie acabó contento. Además, la saga cuida mucho los detalles históricos y aquí, por supuesto, tampoco se esmeraron.
4. Doom (2005)
Un clásico de los videojuegos que por cierto ha resucitado muy sanamente hace poco. Un mata-mata al que se le tiene mucho cariño por ser de los primeros juegos en 3D en los que ir por ahí a lo bestia matando demonios era divertido. Además daba mucho miedo. El director, responsable de Speed o Arma Letal, patinó totalmente con una cinta cuya ambientación espacial era mediocre y los protagonistas (The Rock, sobre todo) eran puro cliché. No obstante podríamos mencionar un momento en primera persona que recuerda al videojuego que no estaba mal del todo.
5. Postal (2007)
Partiendo de la base de que el videojuego en sí no iba de nada parecía difícil hacer una trama peor. Nos explicamos: Postal era un juego violento e irreverente donde la premisa es manejar un cartero que pasea por un vecindario y hacer lo que nos apetezca. Puedes repartir cartas o bien robar una pala de jardín, entrar en una casa, matar a golpes a una familia, robar dinero y armas y mearte en los cadáveres. ¿Quién querría hacer una película de esto? Pues Uwe Boll, claro. ¿Y de qué va la adaptación? De talibanes que combaten contra top models nazis en diversos tiroteos. Llegados a este punto uno se pregunta por la salud mental del artífice de todo esto.
6. Tomb Raider (2001)
La cazatesoros más famosa del mundo de los videojuegos fue llevada a la gran pantalla con una exageradamente exuberante Angelina Jolie. Sí, había tiros y había que buscar tesoros, algo que es básicamente la premisa de la saga de videojuegos. Sin embargo los personajes eran planos, los diálogos pobres y el resultado final parecía pensado para adolescentes salidos que pasan mucho tiempo en frente de la consola. La secuelas son del mismo calibre. En el 2018 saldrá una película nueva con Alicia Vikander haciendo de la protagonista. Así que esperemos que este reboot (¿y quizás también reboob, teniendo en cuenta la mitad de los planos de la primera película y el videojuego?) siente tan bien como en el que ha habido en la saga de juegos con el excelente Tomb Raider del 2013.
7. Mortal Kombat (1995)
Si no sabías que había una película de este clásico de los videojuegos no estás solo. Es una película digna de ser olvidada pero que en esos años se vivió como la confirmación de que Hollywood no parecía muy interesada por hacer buenos productos basados en este mundillo. El juego va de combates uno contra uno, que tampoco es que sea la panacea en cuanto a trama la verdad, pero era tremendamente popular en aquel entonces. Tanto es así que logró recaudar 122 millones de euros, algo que no estaba mal en aquellos días y más teniendo en cuenta que había costado hacerla 20. En fin, villano absurdo, combates forzados, gente cachas… no pierdas el tiempo viendo esto.
8. Need for Speed (2014)
La saga de Need of Speed va de tunear coches y participar en carreras ilegales. Si a esto le sumamos que Fast and Furious saca pelis como churros, que este poderoso argumento en taquilla funciona maravillosamente y que ponemos al actor guapete de moda tras salir de la exitosa Breaking Bad, tenemos unos ingresos de 200 millones de dólares al precio de haber empeñado 66. No está mal el negocio. Tiros, velocidad, coches, tías buenas, argumento previsible, velocidad, coches, personajes planos ¿He mencionado coches y velocidad?
9. Double Dragon (1994)
Si tras Mortal Kombat y Mario Bross no os creíais que en un par de años la comunidad de videojuegos pasó de la expectación absoluta al odio más visceral aún queda Double Dragon. El juego es un arcade de tragaperras en el que el protagonista va por la calle enfrentándose a diferentes enemigos, bandas callejeras y tipos duros en general. La película está en esa vergonzosa línea entre acción e intento de comedia que hace que el resultado sea ridículo. Además, obviamente, la trama no tiene nada que ver: dos hermanos que viven en un universo distópico tienen que vencer a un villano que interpretado por Rober Patrick. Lo único interesante es un momento en el que sale una máquina arcade original de Double Dragon.
10. House of the dead (2003)
La primera adaptación del bueno de Uwe y el primero de sus larga lista de fracasos absolutos. El videojuego, uno de los primeros en 3D, iba de un detective matando zombies. Sencillo pero atractivo en aquellos momentos. La película va de estudiantes de instituto que se van de camping y se encuentran que hay muchos zombies por la zona. Topicazos de instituto unidos a una producción lamentable y una caracterización muy cutre. Un youtuber en una survival zombie puede hacer un trabajo infinitamente mejor que esto.
11. Alone in the Dark (2005)
Uwe Boll + videojuego de terror = Ya está todo dicho. Lo más interesante es que en los títulos de crédito suena una canción de la genial banda de metal Nightwish.
12. En el nombre del Rey (2007)
El juego se supone que está ambientado en el universo de Dungeon Siege, un mundo de fantasía medieval donde los roleros del momento, tras haberse pasado Diablo, Diablo II, Baldurs Gate I y II, Neverwinter Nights… necesitaban más droga. El videojuego no era para tanto pero cumplía con la función de ofrecer una aventurilla. La película ni eso. Es de Uwe Boll claro, y aunque es gracioso ver a Jason Statham hacer de granjero convertido en héroe-derrota-imperios-con-reyes-malos, el resultado es lamentable. Si os gusta el metal los créditos tienen canciones de Blind Guardian, Hammerfall, Dream Theater, HIM, Pantera, Epica, Mastodon… es un buen disco recopilatorio la verdad. Aunque con canciones que ni pegan nada entre sí.
13. Street Figther (1994)
Insisto: si eras gamer en los noventa y no quemaste un cine tienes la paciencia de un santo. En el 94 Street Fighter II lo estaba petando pese a ser una premisa de arcade clásico: tipos peleando en la calle. Gente vestida como de Cosplay cutre (sí, los cosplays de hoy en día son impresionantes y hacen que esa imagen sea incluso más patética), Jean-Claud Van Damme en el papel de ser el que más leches reparte en el papel de un marine, un villano que es un especie de nazi… ¡Pero es que hay una segunda parte! Street Fighter: La Leyenda de Chun-Li, del 2009. Dirigida por el mismo que dirigió Doom y al mismo nivel de patetismo y tortas gratuitas. Como poneros el tráiler sería hacer que vomitáseis en el teclado os pongo la introducción del juego, que a algunos les evocará buenos recuerdos y otros descubrirán una melodía pegadiza. (Si realmente queréis ver el tráiler podéis pinchar aquí)
14. Sillent Hill (2006)
Un clasicazo de los videojuegos de terror y suspense llevado al cine de una forma, como no podía ser de otra forma, desastrosa. La película va de una madre que quiere encontrar una cura para la enfermedad de su hija y cree que sólo puede encontrarla en un neblinoso pueblo abandonado llamado Silent Hill. Diálogos simples poca chica. Mola si quieres ver una película en la que Sean Bean no muere, algo extraño en su currículum. También hay una segunda parte pero es básicamente igual en cuanto a calidad.
15. Dead or Alive (2006)
El último puesto de la lista va para una película que, por fin, va de lo mismo que el videojuego: peleas en las que hay chicas despampanantes en bikini, ropa interior o ropa que es como no llevar nada. Una premisa simple pero que debe funcionar porque la saga de videojuegos va ya por la quinta entrega. La película, como es de esperar, es mala. Un especie de Ángeles de Charlie cutre donde los protagonistas está ahí simplemente para lucir lo duro que han trabajado durante la operación bikini.