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Las series que nos hacen felices: Hijos de la anarquía

¡Hola una vez más gente, bienvenidos a las series que nos hacen felices! En mis últimas incursiones en esta sección, os había hablado de Colombo, Boston Legal y Ash vs Evil Dead, pero hoy vamos a cambiar totalmente de tercio para hablaros de una de las series que más me ha gustado y mejor recuerdo me ha dejado. Subid a vuestras motocicletas porque la serie de hoy es… ¡Hijos de la anarquía!

Empezaré confesando algo, y es que la primera vez que vi el primer capítulo de Hijos de la anarquía, no me gustó nada. Me parecía duro y falto de ese gancho para seguir viendo el siguiente capítulo. Es posible que me pillase en un mal día, no recuerdo a ciencia cierta aquello, pero sí que mis primeras impresiones fueron bastante malas. Sin embargo… tuve la ocurrencia de darle una segunda oportunidad algunos meses después. Y claro, en aquella ocasión no sólo le vi más sentido y potencial a ese primer episodio, sino que me quedé con ganas del siguiente, y así fueron cayendo uno tras otro, con el paso del tiempo, hasta disfrutar del episodio número 92, que suponía el final de esta maravillosa e irrepetible serie de moteros (donde veréis cómo funciona un club de este tipo en muchos sentido) y sus vidas.

Pero es posible que algunas personas no sepan ni qué es Hijos de la anarquía ni de qué va la cosa, así que voy a echarles una mano. ¿De qué va esta serie? Nos cuenta las vidas de los miembros de un club de moteros llamado Hijos de la anarquía, también conocido como SAMCRO (Sons of Anarchy Motorcycle Club Redwood Original), cuyo grupo principal (lo menciono porque el club tiene varias filiales repartidas por los EEUU y está hermanada con otros clubs), reside en la ficticia localidad de Charming. A lo largo de las 7 temporadas que tuvo la serie, se pueden ver todos los negocios a los que se dedica el club para salir adelante, así como las distintas formas en las que cada uno de sus miembros vive su vida dentro  y fuera del club, y de qué modo repercute eso en todas las personas que forman parte de sus vidas. La serie pivota sobre tres personajes principales: Jackson “Jax” Teller (interpretado por Charlie Hunnam), Gemma Teller (rol desempeñado por Katey Sagal), y Clay Morrow (papel que recae sobre Ron Perlman).

Hijos de la anarquía 3
Todos somos SAMCRO.

Podría limitarme a decir que estos tres personajes están magistralmente interpretados, pero es que me quedaría corto con respecto a todos los demás personajes masculinos y femeninos que desfilan a lo largo de los 92 episodios que duró esta serie, porque el casting me parece que no podría haber sido mejor tanto para personajes principales como para otros secundarios. Pues bien, Jax es inicialmente el vicepresidente de SAMCRO e hijo de uno de los miembros fundadores, John Teller, y a lo largo de la serie le veremos evolucionar no sólo a nivel de jerarquía, alcanzando la presidencia del club, sino también a nivel personal y emocional, porque, a pesar de ser un personaje que puede hacer cosas duras y retorcidas cuando cree que son necesarias, tiene algunos buenos valores que le impulsan a querer cambiar por completo el modo de vida delictivo del club, que se ha convertido en algo totalmente distinto a lo concebido inicialmente por su padre. Por otra parte, tendremos a Gemma Teller, viuda de John y que inicialmente está casada con el presidente del club en las primeras temporadas, Clay Morrow. Tras Jax, Gemma es el segundo personaje más importante de la serie, e iremos descubriendo cómo esta mujer no solamente maneja los hilos del club y gran parte de los demás miembros, sino que además podremos saber qué clase de cosas es capaz de hacer cuando siente que su vida o la de su familia están en peligro. Sobre Clay…pues tendréis ocasión de ver qué tipo de presidente es y hasta qué punto pierde el norte a lo largo de la serie.

Y como decía, la serie destaca en otras muchas cosas por el excelente reparto de la misma. Incluso el creador de la misma, Kurt Sutter (casado en la vida real con Kate Sagal), se reserva un jugoso papel en el que interpreta a un ex-miembro de SAMCRO que está en la cárcel y suele hacer de confidente del club. Mención aparte merece el papel que interpreta en algunos episodios Walton Goggins (actorazo que hacía de villano en Justified), haciendo de una transexual que no dejará indiferente a nadie. También queda como gran anécdota el hecho de que el gran Stephen King, seguidor de la serie, apareciese en un capítulo interpretando a un tipo que hace desaparecer cadáveres. ¡Qué grande Stephen! Pero no sólo hay que resaltar la parte actoral, sino que también hay una gran banda sonora detrás de cada temporada, con temas conocidos interpretados por otras artistas, y otros menos conocidos pero que alegran el oído.

Hijos de la anarquía 1
Toda familia tiene sus enfrentamientos.

Haciendo valer una corriente de pensamiento de la literatura, que dice que cuanto más te gusta un personaje que has creado más le haces sufrir, a Kurt Sutter debían de encantarle todas sus creaciones, porque se las hace pasar canutas a todas y cada una de las personas que forman parte de SAMCRO o están vinculadas con el club. Nadie es intocable, y quien no toca fondo muere cuando uno no lo espera o sencillamente no quiere que suceda. Y las muertes de la serie no siempre estarán relacionadas con enemigos del club, sino que también sucederán por conflictos internos de diversa índole, es por eso por lo que en resumidas cuentas estamos ante todo un drama familiar (porque sí, descubriréis que más que un club, SAMCRO es una familia y una forma de vida) sobre dos ruedas. Así que ojo con qué personajes os encariñáis, porque puede pasarle cualquier cosa. Y lo digo por propia experiencia, ya que me pasó con dos personajes, uno femenino y otro masculino, con los que uno se encariña y luego te da pena que no sigan apareciendo.

Y por ir terminando, diré que esta serie merece y mucho  la pena. No solamente para los amantes del cine o series relacionadas con las motos, la acción o los dramas, sino para toda persona que disfrute con una serie de personajes, porque por encima de todo, Hijos de la anarquía es eso, una serie de personajes que forman parte de SAMCRO, y viven por y para esa filosofía de vida. Para quien se quede con ganas de más, hay un spin off de la serie, centrado en una de las bandas que aparecían aquí, los Mayans, del cual se ha emitido este año su primera temporada. Si queréis compartir cualquier cuestión, no dudéis en dejar un comentario. ¡Hasta la próxima!

José Carlos García
José Carlos García
Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada. Guionista del cómic "Un disparo en el desierto" (Ediciones Traspiés, 2017), y colaborador en los fanzines "Hormigas" y "La Revistica" de Granada. Dos de mis aficiones son la lectura y la escritura, y sigo fomentándolas, leyendo cuanto puedo y escribiendo relatos o guiones de cómic para sus posibles publicaciones.
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6 COMENTARIOS

  1. Los últimos he visto muchas series. Pero siempre diré que SOA fue la última GRAN serie que vi.

    Muy buen artículo, un abrazo¡

    • ¡Saludos Toni! Gracias por pasarte y comentar 🙂 Sin duda es una de las mejores series que he podido ver. Ha tenido sus momentos bajos pero también otros de una excelsa calidad, y creo que en conjunto ganan las partes buenas. ¡Otro abrazo!

  2. Yo llegue hasta la 3 temporada, no recuerdo si fue comienzos o finales de ella. La deje en parte porque el argumento se me hizo muy predecible , llegue a un punto en que dije : “esto ira de tal forma” y me fui a spoilear y efectivamente fue asi. Pero mas alla de eso , porque hay muchas peliculas o series que son predecibles en cuanto a su historia y no por ello implica que las dejes a la mitad o sean malas , SOA no es una mala serie , pero no me gusto que trivializaran el anarquismo u otros temas. El personaje principal lo veia de vez en cuando leyendo a Emma Goldman y se sentia que no le servia de nada porque de sus lecturas no aplicaba nada , estuvo siempre en la misma parada del “motoquero rudo y genial” , cosas como esas, detalles, me desencantaron. A lo mejor alguien me dice que era imposible no salirse de esa postura porque el entorno te atrapa , que lo diga otti (creo que se llamaba) que llevaba una vida normal y tuvo que volver al “oficio” , pero no se , siento que pudo haber sido mas seria con un mejor guion , por ejemplo esta serie tiene muchas similitudes con “los soprano” pero la diferencia es justamente esa, el guion, pese a ser una familia/club de mafiosos y retratarlos en su vida diaria y todo lo que ello implica , en SOA no vi cuestionamientos constantes o personajes mas profundos. Solo se me quedo en la mente una serie entretenida de motoqueros rudos que hacen cosas por el “negocio” , en cambio de los sopranos uno puede hablar horas sobre la personalidad y la psicologia de su personaje principal , aqui con el rubio bonito no pasa eso.

    • Hola Desencanto. Bueno, como toda serie, tiene sus altibajos, es cierto que alguna temporada termina sobrando de forma casi completa, pero no obstante, creo que algo que siempre queda presente es que Jax tiene siempre ese debate entre intentar convertir el club en algo legal, o bien seguir como están, sencillamente porque también es su familia, y no siempre puede seguir a pies juntillas los razonamientos de su padre. No obstante, en conjunto es una buena serie, que si bien no me enganchó la primera vez que la vi, sí lo hizo cuando le di una segunda oportunidad. ¡Un saludo y hasta otra!

  3. Hola José:
    Gran artículo y coincido en cada palabra. Acabo de terminar de verla y puedo decir que es de las mejores series que jamás he visto. Hay algo que comparte con otra de mis series favoritas, que es Fargo, que es esa cuestión de como algo que no debía ocurrir termina teniendo una cadena de consecuencias de la cual luego no se sabe cómo se puede salir. Solo que en Fargo, más fiel al estilo de los hermanos Coen, lo que genera todo suele ser un imponderable producto de la casualidad o del error (además de tener una fuerte carga de humor o absurdo) y aquí cuando ello ocurre es más bien como resultado de una mentira o de un ocultamiento; el no querer decir ciertas cosas o contarlas de otra manera va generando reacción en cadena en todas las personas que están relacionadas.
    Hubo un par de actuaciones que me parecieron memorables, así como personajes increíblemente construidos: creo que Tig es un gran personaje, lo mismo que el sheriff (luego pasado a retiro) Wayne Unser y la fiscal Patterson, que aparece sobre las últimas temporadas. Por el elenco, además, desfilaron grandes como Danny Trejo, Adrienne Barbeau o Peter Weller (también director de gran cantidad de episodios). Y ni qué decir de Hal Holbrook, en el papel del padre de Gemma. Pensé que lo habíamos dejado olvidado en la tercera temporada y que ya no volvería a aparecer, pero por suerte lo hizo. Muy bueno lo de Stephen King, que tú has mencionado y es llamativa, además, la cantidad de músicos que desfilaron por la serie: Henry Rollins, Marilyn Manson, Dave Navarro, Courtney Love; todo muy noventero por alguna razón. Y a ello hay que sumar un par de apariciones fugaces y nostálgicas como la de David Hasselhoff en la cuarta temporada haciendo de productor de cine “poco santo” o la de Charisma Carpenter (la Cordelia de Buffy) en el papel de la encargada del asilo geriátrico en que está el padre de Gemma.
    En cuanto a Charles Hunnam, en el papel de Jaxx, es como que por momentos me convence y por momentos no; particularmente, cuando le toca quedar como líder de la organización luego de la degradación de Clay es cuando, creo, muestra sus mayores limitaciones pero, sin embargo, tengo que decir que estuvo muy bien cuando tuvo que corporizar todo su caos interior al enterarse de lo de Gemma y Tara. Allí verdaderamente se lució: en otras oportunidades, lo veo como superado o quizás reiterado.
    Tal como te leía más arriba, en una respuesta a otro lector, es casi imposible que siete temporadas se mantengan parejas. Creo que la 1, la 2 y la 4 están por encima del resto, aunque la 7, en el balance final, y sobre todo por haberle dado a la serie un gran cierre, puede ser también incluida. La tercera se perdió un poco con la subtrama de Irlanda que, quizás, no corrió a la altura de otras, pero de todas formas tuvo un gran final.
    La quinta y la sexta son, quizás, las que mostraron mayores problemas, sobre todo la sexta. He notado, entre otras cosas, una exageración de los elementos gore que, por momentos, se volvió demasiado artificiosa, lejos de la naturalidad que tenían tales elementos en las primeras temporadas. Asimismo, y sobre todo en las tres últimas temporadas, pareciera que no todas las subtramas generaran el mismo grado de interés, algo que había pasado, esporádicamente, solo en la tercera, tal como dije antes. Asimismo, se vuelve común que a veces sepamos algo que los personajes no y, de hecho, se suele perder demasiado tiempo en que la misma historia que nosotros ya conocemos, sea contada una y otra vez a un personaje o a otro. La verdadera historia de lo ocurrido entre Gemma y Tara, por ejemplo, se contó como cinco veces, creo.
    Pero bueno: si bien enumerado así parece que fuera mucho, todos esos elementos terminan por ser nimiedades en el contexto general y en el balance final de lo que es una gran serie: insisto, de las mejores que he visto. Y el final me resultó muy emotivo: allí hay una rara virtud de la serie. Son muchas las veces en que uno se sorprende diciendo “¿pero cuándo lo matan a este?”. Y, sin embargo, cuando llega ese momento y es inminente, algo te produce angustia por dentro y el mayor bastardo te puede terminar dando pena. En fin, me extendí quizás un poco en el comentario, pero realmente he quedado muy impactado y, en este momento, habiendo terminado ya con el último episodio, solo tengo un vacío que tengo que dejar salir por algún lado, jaja
    Un abrazo y que estés bien, José: gracias por tan buen artículo.

    • Saludos Rodolfo, gracias por tu valoración del artículo. Es una de esas series que, si bien de primeras puede que no te enganche, tarde o temprano lo termina haciendo de modo irrefrenable. Con tantas temporadas es normal que en comparación algunas sean mejores, aunque al final los que éramos adictos a la serie nos las vimos todas jaja. Mirando de forma global todo, es cierto que la mayoría de sucesos dramáticos, tanto los producidos en el pasado como en el presente, son consecuencia de cosas que no se cuentan o se han transformado del suceso originario, como esa bola de nieve que se va haciendo más grande. Una curiosa relación que guarda esta serie con otras como “Juego de tronos”, es que muchos personajes importantes mueren; me dolió la muerte de personajes como Opie o Tara, que eran de mis favoritos. Otra cosa buena es que, aunque en la parte actoral la mayoría de actores y actrices nunca hayan sido de primera fila precisamente, salvo quizás Ron Pearlman por su mayor presencia en el cine como cabeza de cartel, la serie tiene mucho corazón precisamente por la manera en que cada persona interpreta su rol. Uno de los personajes esporádicos que más gracia me hacía, era el de la mujer transexual interpretada por Walton Goggins (magnífico villano en Justified), y por su locura también me sacaba muchas risas Happy. Y el apartado musical de la serie… en fin, hay momentos inolvidables, como ese cambio de poder en el club siendo Jaxx el nuevo líder, y sonando de fondo “The house of rising sun”. En definitiva, una de esas series que, para bien o para mal, te marcan para siempre. Me alegra que tú también la hayas disfrutado. ¡Otro abrazo!

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