Volvemos a esta sección que ya inauguramos un mes atrás con la serie Agent Carter. Esta vez me dispongo a hablar de una gran serie que nos llegó de la mano de HBO en 2010, The Pacific. Muchos comparan esta producción de 2010 con Hermanos de Sangre, que llegó a televisión 9 años antes. Pero aquí vengo a reivindicar esta increíble ficción y a daros mi opinión sobre por qué es muy buena y, a la vez, tan diferente de la primera.
Producida por Steven Spielberg y Tom Hanks, narra el periplo de la 1ª División de Marines estadounidenses en la Guerra del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.
NI MUCHO NI POCO, PERO CONSTRUYE BIEN SUS BASES
La serie cuenta con 10 episodios en su haber y os aseguro que son más que suficientes. Con una duración aproximada de 50 minutos cada uno, la serie decide rescatar los momentos más importantes de la Guerra del Pacífico y a la vez, centrarse en sus personajes y en sus vivencias, puesto que, al fin y al cabo, esta es una serie sobre la crueldad de la guerra y su impacto en los hombres.
La serie no nos suelta nada más empezar en Peleliu o una playa del Pacífico, lloviendo obuses de mortero y balas por doquier, se toma su tiempo para dar a conocer a sus personajes. Sus primeros capítulos son lentos, vemos los últimos días de los soldados antes de embarcarse de camino a la guerra y refleja las primeras impresiones de estos combatientes al enfrentarse ante un campo de batalla y mentalidades enemigas hasta ahora desconocidas.
DIFERENTE A SU ANTECESORA
Es la sucesora espiritual de Hermanos de Sangre, estrenada en 2001. Hay muchos debates sobre si una es mejor que la otra o si la de 2001 jugaba mejor sus cartas que esta 9 años después. Hay que valorar ambas series como dos producciones por separado y que nos han ofrecido lo mejor del género bélico en la televisión.
En 2001, Hermanos de Sangre nos sorprendió con una vuelta a la Europa de Hitler en una obra magnífica del género bélico. Pero en este caso nos encontramos en el Pacífico camaradas, y no va a ser fácil sobrevivir. La serie sabe cómo ser dura y cuándo. Los eventos en este lugar del planeta lo fueron: topográfica, psicológica y militarmente. Recalco la frase del veterano de guerra en Europa del último capítulo: “Nosotros al menos tuvimos descansos y pagas en Londres y París. Vosotros, los marines, solo tuvisteis malaria, disentería y cólera”. Fue un enfrentamiento duro para los soldados de ambos bandos. Un combate arduo entre dos sociedades distintas, dos formas de pensar y de actuar completamente opuestas.
ANTE TODO, ES UN HOMENAJE
No esconde su intención de rendir tributo a los que combatieron en aquella guerra y murieron defendiendo los ideales de su nación.
La serie es una obra de ficción enmarcada en un acontecimiento histórico, pero adapta las memorias de tres combatientes: Robert Leckie, Eugene Sledge y John Basilone. La inclusión del testimonio real de estos soldados ofrece una visión más realista e intimista de aquel enfrentamiento.
Además, la serie tiene un estilo documental muy bien logrado y acertado para el tipo de obra que es. En los capítulos veremos movimientos sobre mapas, fotos y vídeos reales, así como el comentario en off de los veteranos. Y diréis, ¿esto agobia y rompe el ritmo de la serie? No necesariamente. La mayor parte de estos vídeos se encuentran al principio de los capítulos, no abruma e incluso explica hechos que el espectador puede no saber.
REPARTO POCO CONOCIDO
Al igual que su primera parte, esta producción cuenta con un reparto poco conocido. Algunos de ellos como James Badge Dale o Rami Malek, eran actores de pequeña categoría entonces y ahora han tenido una carrera más prolífica. Esto genera que el espectador no encasille al actor en un papel predeterminado. No hay héroes, todos son hombres, e incluso los que hay mueren de una manera u otra. Es la crueldad de la guerra.
Además, no es una serie que aborda la guerra como Hermanos de Sangre, con un amplio equipo luchando juntos. Aquí se enfatizan las vivencias de los marines cuyas historias son, en su mayoría, separadas. Por lo que se beneficia de ello y crea escenas de acción en las que la cámara no suele seguir a nadie en concreto, no le rinde tributo ni protagonismo a un particular, sino que lo hace a todos los que combatieron, con planos generales donde prima el sufrimiento de los hombres ante tamaño enfrentamiento.
EL HOMBRE Y LA GUERRA
Sin embargo, no es una obra bélica al uso. No aborda batallas en todos los capítulos, a veces ni siquiera los protagonistas son asistentes directos de ellas. Deja tiempo para que el espectador conozca a los personajes, sufra por ellos y a su vez, ahonda en cómo cambia la guerra al combatiente.
Sí que es verdad que desperdicia buenas oportunidades para profundizar mucho más en la psicología del combatiente y cae en rellenar algunos capítulos con situaciones un poco innecesarias, pero aquí estamos hablando de un todo, y es muy bueno.
EQUIPO DETRÁS
Los nombres de Steven Spielberg y Tom Hanks no pasan desapercibidos. Su primera incursión mutua en esta guerra fue con Salvar al Soldado Ryan y como productores en Hermanos de Sangre. 9 años después volvieron con los deberes hechos y delegaron en un equipo muy solvente la realización de la serie.
Aunque ambos sean productores, participaron en la redacción de los guiones y supervisaron las escenas de acción para conseguir emular la magnífica cinta de 1998, pero con un aire completamente nuevo.
Los directores, se desenvolvieron de una manera excepcional en cuanto a las set pieces y no repararon en presupuesto para que la espectacularidad se abriese paso al drama humano en algunos de los enfrentamientos más crueles de aquella guerra. De hecho, es considerada una de las series con mayor presupuesto de la historia.
ESPECTÁCULO POCO CONOCIDO
No son pocas las producciones cinematográficas y televisivas ambientadas en Europa, pero muchas menos abordan este lado del globo. Tenemos ejemplos como Cartas desde Iwo Jima o Banderas de Nuestros Padres de Clint Eastwood, pero pienso que no se ha explotado este enfrentamiento como es debido en el séptimo arte.
Es un tipo de guerra diferente. Priman las emboscadas, guerra de guerrillas, se dejan de lado las grandes incursiones de blindados terrestres por las dificultades del terreno y se utiliza a la población civil como arma o escudo. No es que la guerra en Europa fuera un campo de flores, pero aquí ya no era la lucha del hombre contra el hombre, sino contra el entorno. Se inspira en gran medida en el cine bélico ambientado en Vietnam, que, al fin y al cabo, guardan varias similitudes ambos enfrentamientos.
The Pacific se convirtió rápidamente en una de las producciones televisivas que, junto a Hermanos de Sangre, más me gustaron. Le guardo cierto cariño por ser la primera de las dos que vi y, a pesar de sus fallos, la sigo considerando una producción imperdible para todos los fans del cine bélico que quieran transportarse al Pacífico de la Segunda Guerra Mundial.
La serie sabe cuándo ser espectacular y cuándo no. Cuándo afrontar el drama humano y cuándo dejar evolucionar al personaje. No es una serie perfecta y sus carencias se aprecian principalmente en el relleno de algunos episodios y que, si bien es una apuesta diferente, el no tener una persona o grupo protagonista hace que el interés por ellos a veces disminuya.
Una serie que os recomiendo encarecidamente. Una propuesta única dentro de las producciones bélicas y que a muchos os harán rendiros ante la odisea de los marines estadounidenses.
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