‘Los Mercenarios 3’ es la tercera entrega de la franquicia de películas de acción protagonizada por estas estrellas del cine de los 80 y 90. Una entrega con muchas caras nuevas pero que no acaban dando el frescor que necesitaba la saga. Esta película prometía ser una experiencia llena de adrenalina y nostalgia con nuevas promesas arropadas por los clásicos, lamentablemente, se queda corta en muchos aspectos y se siente como un desfile de acción sin sustancia.
Uno de los problemas más evidentes de ‘Los Mercenarios 3’ es su guion. La película arranca con un rescate, como la anterior, esta vez es Doctor Muerte (Wesley Snipes) que era un miembro de ‘los Mercenarios’. Después nos lanzan a una misión de Barney Ross (interpretado por Sylvester Stallone) y su equipo de mercenarios para detener a un traficante de armas, Conrad Stonebanks (interpretado por Mel Gibson), que solía ser parte del mismo equipo antes de convertirse en un villano.
Todo muy trillado, las predecesoras también lo eran, pero tenían algo más de sustancia. La premisa suena emocionante en teoría, pero la ejecución es deficiente. Los personajes nuevos son unidimensionales y carecen de desarrollo más allá de su presentación al más puro estilo de un videojuego de lucha. Esto hace que sea difícil empatizar con los personajes y no nos importa lo que les suceda.
Lo más destacable es, bajo mi punto de vista, el personaje de Antonio Banderas que es tan exagerado y sobreactuado en algunos momentos que le da un toque divertido a la película.
Siguiendo con las actuaciones, la química entre los protagonistas es más que evidente, pero eso es lo más destacable. Wesley Snipes encaja bien en conjunto, pero se siente como un Navidad 2.0 para buscar el posible conflicto entre ellos.
Mel Gibson, como el villano, tiene momentos en los que muestra su carisma característico, pero la falta de profundidad en su personaje limita su actuación. Otros miembros del elenco, como Arnold Schwarzenegger y Harrison Ford, tienen apariciones breves que se sienten más como cameos que como papeles importantes.
Es cierto que el guion nunca ha sido lo mejor de esta saga, pero en ‘Los Mercenarios 3’ nos encontramos con diálogos con poca o ninguna gracia y que no ayudan a mejorar la experiencia. Quizás lo mejor puede ser cuando descubrimos la verdad del trasfondo de Galgo (Banderas), previsible pero interesante.
La dirección de la película, a cargo de Patrick Hughes, tampoco logra impresionar. Si bien las secuencias de acción son competentes y están llenas de explosiones y tiroteos, carecen de la innovación y la creatividad que se esperaría en una película de este tipo. Todo recuerda demasiado a lo que ya hemos visto y parece un calco o un ‘remake’ de esta propia franquicia. Esto hace que las secuencias de acción se vuelvan repetitivas y cansadas a medida que avanza la película.
Conclusión
A falta de ver la cuarta entrega, ‘Los Mercenarios 3’ es la peor con diferencia, no está a la altura de la primera y mucho menos de la segunda.
Parece que la formula se está desgastando muy rápido y las rutilantes estrellas de acción protagónicas ni pueden levantar este proyecto con su presencia.
Si tengo que definir ‘Los Mercenarios 3’ con una palabra sería decepción. La mezcla de juventud con experiencia no ha salido nada bien, pese a que cuenta con un gran villano en Mel Gibson.
Esta cinta se siente como un intento vago de seguir ordeñando la vaca de la nostalgia sin aportar nada nuevo que la haga memorable. En general, la franquicia se ha quedado corta, salvando la segunda entrega que si podríamos decir que cumple con creces lo esperado (con sus sombras).
El intento de meter ‘savia nueva’ no ha salido bien ni por asomo, sobre todo con un guion que no se molesta a hacernos amar las nuevas incorporaciones.
Para mí, ‘Los Mercenarios 3’ es un chasco en toda regla y lo peor que se podía hacer con la saga, esperando la llegada de la cuarta entrega que tengo la impresión que va a ser peor, mucho peor… tengo un mal presentimiento.
Aquí os dejo el tráiler de ‘Los Mercenarios 3’:
Un saludo y sed felices.