El boca a boca sigue funcionando: Tres millones de copias vendidas en tan sólo unos meses y 200.000 usuarios simultáneos la semana pasada. El juego de Bluehole Studio está amasando unas cifras soñadas por muy pocos estudios nóveles gracias a un título de acción adictivo y en constante mejora.
La premisa del juego es bien sencilla: 100 jugadores saltan en paracaídas en una isla enorme y tienen que matarse. Gana el último que quede en pie. Sí, un Battle Royale o unos Juegos del Hambre. Nada nuevo, pero engancha. Y mucho. Como el League of Legends o el HeartStone, que no son un género original pero han logrado un formato propio que funciona. Un estilo de juego de esos que te hace decir varias veces antes de irte a dormir: “¡Una más y a la cama!”.
¿Por qué un Early Acess ha pegado tan fuerte?
Es divertido y adictivo, más si juegas con equipos de hasta cuatro jugadores. Mantiene la tensión y esa sensación de querer tomar riesgos para lograr pocas mejores. Además han invertido mucho en publicidad tanto en webs, como youtubers y Steam. El márketing es una gran parte de este mundo pero no funciona si lo que vendes no es bueno, y los jugadores ya están hartos de cantinelas y timos. Esto no lo es. Entre otras cosas porque todas las semanas, desde hace meses, recibe actualizaciones importantes para arreglar bugs o introducir nuevas posibilidades como armas o vehículos.
Camuflaje, armas y exploración
Un avión cruza la isla por encima en una dirección que siempre es aleatoria y tú eliges donde caer teniendo en cuenta que estas armado únicamente con tus puños. Tú eliges dónde registrar y rastrear la zona en busca de armas (rifles, pistolas, ametralladoras, granadas, sartenes… hay de todo), munición, medicinas y protección (cascos, chalecos, abrigos de camuflaje…) Conseguir el equipo perfecto no es sencillo. Además hay complementos como mejores cargadores, silenciadores o mirillas… Todo ello teniendo en cuenta que tienes un límite para cargar cosas según las mochilas que encuentres. Es decir: es muy completo. La cosa es que si, por ejemplo, decides caer en una ciudad hay más posibilidad de equiparte bien pero también de encontrarte con más gente. Si vas al campo suele estar más despejado y las fincas y casetas repartidas por todo el mapa suelen tener menos contenido, pero puedes estar un poco más tranquilo. Aunque eso sí: en este juego nunca estás a salvo.
Además, para incentivar el “encuentro” entre los jugadores el mapa se va cerrando. Es decir que poco a poco un halo va limitando la zona de juego aleatoria, por lo que no puedes quedarte quieto en el suelo. Además hay otros factores que dan dinamismo a la partida: cada poco tiempo un avión suelta una caja con mercancía realmente buena, por lo que si quieres hacerte con ella deberás correr el riesgo de pelearla; y también hay zonas que son bombardeadas aleatoriamente para que haya movimiento.
Las recompensas
Pese a que el juego tiene el mérito de ser divertido y entretenido en sí mismo, ofrece recompensas que le añaden gracia al título. Si matas te llevas puntos, si quedas entre los diez primeros te llevas muchísimos puntos… y a cambio te dan cajas de recompensa que te dan opciones de vestuario dependiendo de si quieres de camuflaje o azul chillón. Tú verás que es mejor. Por suerte es un extra y no lo importante, algo que parece haberse olvidado en algunos títulos donde prima que obtengas complementos mientras te aburre jugar (ejem, Assassin’s Creed…)
Conclusión
Pese a ser un early Access a un precio caro (30 euros) se trata de una de las propuestas más frescas del año y desde luego una de las sorpresas. Permite un estilo de juego directo y rápido o más táctico y pausado. Además, si cuentas con un grupete de amigos siempre pueden darse esas situaciones locas y absurdas que juegos como Overwatch, League of Legends o Battlefield permiten. Muertes absurdas, riesgos innecesarios, jugadas imposibles…
