Netflix ha estrenado la esperada (o no) segunda parte de Rebel Moon, la épica (o no) odisea de Zack Snyder en una galaxia muy, muy lejana. La primera parte dejó mucho que desear. La segunda… en fin, que cuando pensábamos que Zack no podía hacerlo peor, nos equivocamos. Vamos al lío.
Los Amish del espacio
En una luna lunera de cuyo nombre no puedo acordarme, vivían unos amish acojonados porque les iban a quitar su cosecha. En eso que llegaron unos guerreros y les ayudaron a cosechar. A cámara lenta, eso si, que despacito se cosecha mejor. Tras la cosecha, los guerreros enseñaron a los amish a luchar, llegaron los malos, hubo tiros, hubo muertos y al final ganaron los buenos. Y colorín, colorado, esta peli ha terminado.
Si, amiguitos. Esto es lo que hay. Durante más de una hora (¡más de una hora en una película que no llega a las dos horas porque hay que descontar los créditos finales!) el bueno de Zack se dedica a no contar nada de nada. Los amish cosechan, los guerreros hablan, los pajaritos cantan y las nubes se levantan pero en Rebel Moon (parte 2): la guerrera que deja marcas no pasa absolutamente nada. La trama no avanza y nosotros bostezamos. Bostezamos mucho.
Da la sensación de que a Zack se le terminaron las ideas en la primera parte, que por lo menos fue más palomitera. Es más, se le acabaron esos fondos de pantalla en movimiento tan chulos que nos dejaron a todos impresionados.
Si en su primera parte alabamos ese poderío visual que caracteriza al cineasta y que era de lo poco, por no decir lo único, que podíamos salvar, en esta segunda parte ni eso. Si, hay algún que otro destello, como cada vez que aparece Jimmy, el robot pacifista (totalmente desaprovechado, aunque Anthony Hopkins habrá cobrado un pastón) pero poco más.
Tras más de una hora de bostezo, empieza la acción pero ya no impacta como en la película anterior. A Snyder se le nota algo desganado y ya no se corta en copiar máquinas de combate (esos tanques son clavaditos a los de la batalla final de Star Wars: El ataque de los clones) o a la hora de copiar escenas (seguimos con Star Wars, porque lo de la nave cayendo y los protagonistas luchando por no perder el equilibrio ya lo vimos en Star Wars: La venganza de los sith).
Nada nuevo en el espacio
Los problemas que señalamos en Rebel Moon (parte 1): La niña de fuego persisten e incluso se acentúan. Diálogos tópicos y vacíos, personajes mal desarrollados (¿de verdad no se le ocurrió otra cosa que sentarlos a una mesa para que cada uno cuente su historia?) y una historia que ya hemos visto y que encima parece agotada. No le daremos más vueltas. Es lo que hay.
Mientras veía esta Rebel Moon (parte 2): la guerrera que deja marcas no dejaba de pensar en qué pena, que la historia presenta conceptos interesantes que se quedan en nada, que Snyder y sus co-guionistas han vislumbrado un mundo que podría ser muy rico y se han conformado con bosquejarlo, que como serie o mejor incluso, como videojuego, Rebel Moon (parte 2): la guerrera que deja marcas habría funcionado de película. Como película, lo siento pero no funciona.
Lo malo es lo que se nos viene. Por si fuera poca vergüenza, Rebel Moon (parte 2): la guerrera que deja marcas termina con un descarado “continuará”, clara señal de que no se han dado cuenta de que la han pifiado. Dudo mucho que, tal como se esta poniendo el tema, Netflix les suelte la pasta para rodar una tercera parte. Desde luego ya sería el colmo que financiasen a Snyder y cancelasen El problema de los tres cuerpos.
Encima hay que aguantar a Zack Snyder diciendo que hombre, que su director’s cut será mucho mejor. Vamos a ver, Zack, ¿no te han dejado hacer lo que te ha dado la gana? ¿A que viene castigarnos con cuatro horas y pico si eres consciente de que el producto deja que desear? De verdad, ya es hora de decirlo: los director’s cut son una tomadura de pelo, la confirmación de que el producto inicial es malo, de que encima lo sabían y que han estafado al espectador.
Sin embargo mucho me temo que picaremos. Y es que no estamos aquí por la historia (que ya hemos visto y sabíamos que era mala) sino porque nos pica la curiosidad por saber si Zack Snyder ha hecho, por fin, una buena película. Ya veremos si soy yo o algún otro incauto el que caerá en la trampa. Hasta entonces, un saludo y sed felices.
Gracias por el artículo!
La primera creo recordar que ni la terminé, gracias a esto ni me planteo ver la segunda por si mejora xD
Saludos
Gracias a ti por leernos y por el comentario. Sólo decir que en Facebook hay quienes nos han dicho que “Creo que debería haber hecho solo una película. Pero claro es necesario que se expanda el universo Moon. Y por eso la 2 es conclusión abierta, estáls acostumbrados a lo inmediato y claro os parece mala…”. Otro nos ha dicho que “no se de que os quejais es un pto peliculon”. No se si han tirado de ironía o van en serio pero si puedo decir que, pese a que el post lo firmo yo, todos los integrantes de esta web que han vista la película a fecha de hoy, coinciden en que “Rebel Moon (parte 2): la guerrera que deja marcas” es una mierda como un piano por lo que puedo asegurarte que haces bien en fiarte de este post. Te garantizo que no te pierdes nada. Un saludo.
La peli es malísima. Más mala que el demonio, pero incomprensiblemente quiero ver más y más y más películas de este esperpento.
Yo es que creo que prefiero perder mi tiempo cazando gamusinos. Un abrazo.