El manga que les traigo hoy (sí, el manga, si quieren saber sobre la adaptación al anime pueden leer este análisis) a primera vista parece ser tu típica historia sobre adolescentes al poder que tienen que luchar contra los adultos malos que los controlan. Visto así, parece que la historia ya la hemos visto un millón de veces mejor contada y que leer este manga sería una pérdida de tiempo, sin embargo Btooom! tiene ciertos elementos interesantes por los cuales vale la pena ser leído. Les aviso desde ya que el anime cuenta sólo una parte de la historia y parece que no hay intenciones de continuarlo. Como si fuera poco, el manga aún no ha concluido, aunque a juzgar por cómo va la cosa es lógico pensar que no le queden muchos capítulos.
Historia
Ryōta Sakamoto es un joven de 22 años aficionado a los videojuegos y que vive en casa de su madre. Pocas personas saben que es el número 1 de Japón en el juego en línea Btooom!, el cual consiste en combatir en equipo contra tus rivales teniendo únicamente bombas como arma. La vida social de Sakamoto es bastante limitada, sin embargo, en Btooom! es todo un héroe que incluso está casado con una de las jugadoras, por lo que dedica su vida a mejorar continuamente en su gran pasión. No obstante, la madre de Ryōta está cansada de la pasividad con la que su hijo afronta la vida, ya que no quiere trabajar en algo que no esté relacionado con los videojuegos. Por ello, los dos mantienen una relación tirante y tensa. Sí, cuadra perfectamente con el tipo de vida de un jugador de LOL promedio. Sin embargo, por su actitud de creído total y su odio hacia su madre, en un principio es difícil empatizar con él. No es que no sea un buen personaje, es que parece distante a nosotros en el comienzo de la aventura.
Un día, Ryōta despierta en una isla tropical a la que no recuerda haber llegado. Tras intentar recordar sin éxito los momentos previos a su aterrizaje en dicho paraje, descubre que en su mano tiene una piedra que hace las funciones de radar. Además, posee una riñonera en la que hay 10 dispositivos cuadrados sin identificar. Tras merodear un poco por los alrededores, un desconocido lo ataca con algo que Ryōta identifica perfectamente: una bomba. Al parecer, a esa isla han ido a parar personas muy variadas y por motivos muy distintos, y todos deben matarse entre ellos con las diferentes bombas que llevan en sus riñoneras, llamadas bims. El juego mortal en el que se han metido es muy simple: la persona que consiga siete dispositivos de radar más (aparte del suyo será rescatada y de vuelta a su vida cotidiana. Sin embargo, para conseguir dichos dispositivos, el individuo debe morir, momento en el que el radar se desprende de la piel.
Juego de supervivencia
Atestiguamos muchas escenas a lo Battle Royale, con estos jóvenes (y no tan jóvenes) obligados a asesinarse unos a otros. El manga nos muestra lo que sucede, nos muestra cómo los personajes mueren y aunque no es tan explícito como Battle Royale, sí que hay sangre. Esto en ningún momento es exagerado, no veremos cuatro litros de sangre salir desde una herida de puñal como pasa mucho en el anime, aquí es todo bastante real. El factor psicológico es bastante importante, como en BR, siempre hay un dilema moral, en especial con Ryota, que no quiere matar a nadie, sin importar quiénes hayan sido. Otros personajes, por el contrario, están dispuestos a matar a quien sea para poder volver a casa. Cada uno tiene que lidiar con eso, y lo hacen de diferentes maneras, pero también vemos que todos están siendo utilizados por la organización malvada de turno. También hay mucho parecido con los Juegos del Hambre, por el trasfondo político y social que tiene el manga. Es verdad que esto es punto compartido con Battle Royale (llegados a este punto todos sabemos que Los Juegos del Hambre es un plagio de Battle Royale, pero sí que agrega algunos elementos al género, al igual que lo hace Btooom!, sus similitudes con sus predecesores no los convierten en sí en una mala obra, sí que le restan mérito). Esto aparece una vez que la trama ya ha avanzado bastante, aunque si prestamos atención siempre ha estado allí.
Los combates son muy inteligentes, no sólo se tiran bombas hasta que uno cae, sino que las estrategias que cada personaje utiliza están muy bien pensadas. Hay distintos tipos de bims, y cada jugador posee una diferente, sea temporizadora, de desintegración, incendiaria, etc. A medida que el manga avanza, al crearse alianzas y traiciones, las bims van cambiando de bando y cada personaje tiene un repertorio mayor y más variado, que les da más opciones en combate. Sin embargo, en ningún momento tienen las suficientes municiones como para sentirse tranquilos, de modo que la tensión siempre está presente, en cualquier momento puedes quedarte sin bims y alguien puede matarte.
Una mezcla de Battle Royale, Lost y Los Juegos del Hambre
No puedo evitar mencionar la falta de originalidad. Btooom! sufre mucho al comparar la obra con Battle Royale, una novela/manga/película que fue la precursora del género y rebosante de calidad. Btooom! utiliza exactamente la misma premisa. Agrega bims como armas a la ecuación, y esto es uno de los puntos fuertes (y probablemente lo único original) de la serie, pero eso no quita que todo lo demás ya lo hemos visto antes. Y mejor realizado. Mientras que en Battle Royale sabemos desde un principio el por qué de que los personajes tengan que matarse unos a otros en la isla (la explicación es completamente ridícula y seguramente el punto más bajo de la obra), en Btooom! no es así, de hecho pasa mucho tiempo hasta que nos enteramos del motivo. El motivo es otro, es diferente a los Juegos del Hambre y Battle Royale, pero a mi entender sigue siendo ridículo, no han encontrado una forma de que ese escenario tenga un propósito creíble, habría mil maneras mejores, más eficientes y más simples de lograr lo que la malvada corporación de turno quiere. El recurso de los flashbacks está muy bien usado, claro que no es original porque lo hemos visto en todos los mangas que existen y más aún en Lost, recurso calcado de esta serie. ¿Funciona? Por supuesto que sí, estamos acostumbrados a ver flashbacks al estilo Naruto (“voy a pelear contigo, pero antes te mostraré toda mi infancia”), y esto es algo refrescante ya que los flashbacks le dan sentido a los personajes, vemos sus motivaciones, su historia, y más importante, están utilizados en el tiempo justo y medida justa. No son extremadamente largos como el segmento de 10 capítulos en Area D, ni tampoco se entrometen en el clímax como sucede en Naruto (donde te ponen un flashback antes del momento cúspide sólo para que lo mires, porque saben que de ponerlo en otro sitio resultaría tedioso y la gente pasaría de largo). Un recurso no original, pero muy bien utilizado. He visto gente quejarse por las “casualidades”, y esto no se refiere a los Deus Ex Machina (que están ahí, pero poco presentes), sino a que se va revelando poco a poco la identidad de los demás participantes en la isla y resulta ser que varios de ellos se conocen, eran amigos (o enemigos) de la infancia, y esto parece una espectacular casualidad, porque hace parecer que sólo viven 50 personas en todo Japón. Yo no estoy de acuerdo con esto, ya que sólo tres personajes se conocen previamente, y dos de ellos eran jugadores de Btooom!, así que no me parece tanta casualidad.
Narrativa
Pasemos a la narrativa. Ya he mencionado los flashbacks como recurso, pero eso no es todo. El manga tiene un ritmo excelente. Sabe cuándo hay que llevar a cabo un enfrentamiento que dure varios capítulos, sabe cuándo tomar una pausa y dejar que los personajes interactúen, sabe cuándo dar lugar a la sub-trama romántica (que es muy cliché y la ves venir desde bien empezada la serie), y ningún elemento se impone con fuerza sobre el otro, excepto quizás la necesidad de sobrevivir. Todo está bien equilibrado y bien manejado, no pasa como en SAO que a mitad de la serie el anime se torna una novela romántica y todo el rollo de fantasía y aventura desaparece por completo. Aquí todo está bien armado, además le da tiempo a sus secundarios de aparecer, lucirse y tener un desenlace digno, no como en Area D que aparecen y desaparecen conforme al autor lo quiere, basándose en si son necesarios para que tal o cual cosa ocurra en la historia.
Personajes
Un tema de mucha controversia aquí son (y cuando no) los personajes. Hay a quienes les encantan y quienes los odian, o los consideran un montón del clichés estereotipados que no causan ninguna emoción en el lector. Yo no comparto esto del todo. Es verdad que no son los personajes más originales que hemos visto; el antisocial que es lanzado al mundo real, se asusta y acaba convirtiéndose en el héroe aunque él mismo no lo quiera; la damisela en apuros que siempre acaba siendo salvada por el protagonista y es el interés romántico de nuestro héroe; el antiguo amigo que se convirtió en rival y que por momentos se alía con nuestro héroe pero sabemos que acabarán enfrentados, etc. Sí, son clichés, pero al menos están bien escritos. Tengamos en cuenta que hay personajes que aparecen durante algunos capítulos y acaban muriendo, pero la mayoría de ellos tiene un arco, tiene razón de ser, tienen motivaciones y objetivos, por más egoístas que sean. Además, si comparamos a los personajes de Btooom! con los de SAO… simplemente no hay comparación alguna, a Btooom! deberían darle el Oscar por los mejores personajes jamás creados. Ryota acaba agradándonos pese al mal carácter que tenía al principio ya que ahora no quiere matar a nadie y digamos que es “el más bueno de los malos” o “el peor de los males”, entendemos el carácter de Himiko gracias a los flashbacks que nos muestran que la ha pasado realmente mal, etc. Eso no quita que muchas veces Himiko no sea más que un instrumento, generalmente está herida, enferma o tiene que ser rescatada. Son muy pocas las ocasiones en las que hace algo por sí misma, es un personaje demasiado pasivo que sólo sirve como la princesa en apuros. Eso sin mencionar cómo está extremadamente sexualizada, tema que tocaré más adelante. Y hasta en esto se copiaron de Battle Royale, ¿que no recuerdan lo inútil que es Mitsuko durante toda la historia y cómo se la pasa herida y los demás tienen que ayudarla durante toda la trama? Es cierto que anticipamos las muertes de muchos personajes a kilómetros de distancia y esto le quita sorpresa y fuerza a dichas muertes.
El problema con los pechos
Otro tema de polémica es el ecchi. A algunos podrá parecerle en extremo molesto, pero hay ocasiones en este manga que funciona perfectamente, especialmente con lo que respecta a la historia de Himiko, cuando entendemos todos sus traumas y porqué actúa como lo hace. Otro manga sólo hubiera insinuado estos temas, pero Btooom! no se anda con rodeos. Sin embargo, en otras ocasiones acaba siendo totalmente estúpido (como el ecchi genérico), como la ocasión en que Ryota está peleando con Himiko y, al caer esta inconsciente, lo único que se le ocurre pensar es “quiero ver sus bragas”. Hay más situaciones así, generalmente con Himiko como protagonista, como cuando le lanzan una bim y ésta rebota en uno de sus pechos. Son escenas totalmente innecesarias, ridículas y descartables que no sólo no añaden nada a la serie y están ahí sólo para satisfacer las necesidades del lector, sino que también hacen que tenga que bajarle la nota a la obra. Arruinan la obra en cierta manera, porque el manga tendría una mejor imagen sin ellas. Hay gente a la que le encanta el ecchi y gente que lo odia, yo considero que sólo se debe usar cuando se lo necesita, y en Btooom! es utilizado más de una vez cuando no se lo requiere, lo cual da rienda suelta a situaciones incoherentes y muy irritantes, por la forma en que nos sacan de la trama. Btooom! lo utiliza cuando se le acaban las ideas y recursos, simplemente para intentar distraernos y a veces sólo para el “placer” del lector.
¿Los segundos arcos siempre son malos?
Otro punto negativo es el “segundo arco”, con comillas porque no hay ninguna división oficial. A partir del número 66 comienza un nuevo arco, en el que nos presentan a nuevos personajes sacados de la galera con el simple propósito de alargar la historia. Lo peor es que la mayoría de ellos acaban muriendo a los pocos capítulos, no son nada interesantes y uno pasa de ellos completamente. Lo peor de todo (aunque podría ser un punto ambivalente ya que a algunas personas podrá gustarle, a otras les dará igual, y otras, como yo, lo odiarán) es el hecho de que aparezca el personaje de la niña mágica, que al parecer puede ver a la gente muerta. Sus “poderes” no son explicados, pero que en un manga tan realista como este se vayan por temas sobrenaturales… yo lo sentí forzado, y raro. Ver a Ryota diciendo que “ha sido salvado por Dios y los espíritus de sus amigos”, te hace pensar que la historia se está yendo al demonio. Será cuestión de ver en qué acaba todo eso, pero por ahora no se han parado a explicarlo. Es verdad que en Lost nos jugaron una carta parecida cuando empezaron a aparecer cosas sobrenaturales, como el tipo que hablaba con los muertos la niña hace esto mismo, que casualidad), pero ya desde la primer temporada había cosas sobrenaturales que no nos eran explicadas pero que estaban ahí, como el monstruo negro con forma de nube, o lo que pasaba con los números. Aquí la serie te lo tira en la cara como un baldazo de agua fría que impacta por total sorpresa, en ningún momento nos habían presentado que la magia o cosas por el estilo existieran en este universo. En fin, habrá que ver cómo deciden manejarlo.
Conclusión
Entonces, ¿vale la pena leerlo? ¿Es un buen manga? Hay que decir primero que no es para todos. Algunos rápidamente lo descartarán por sus escenas explícitas, por mostrar demasiado y por los personajes femeninos extremadamente sexualizados. Otros ni se acercarán a él por la similitud con Battle Royale y la poca o nula originalidad. Si por el contrario, logras soportar estos fallos, entonces lo disfrutarás. Tengo que decir que había pensado más de una vez si leerlo o no, y no me arrepiento de haberlo hecho. Por momentos fue una experiencia extraña, sin embargo, supe perdonar o hacer la vista gorda ante ciertos fallos (sino no hubiera terminado de leerlo) y acabé con un buen sabor de boca. Pese a que por su enorme cantidad de fallos, clichés y plagios no lo puedo considerar una obra muy buena, sí que tiene sus momentos.