Mucho se ha escrito sobre el Joker, la principal némesis de Batman. Uno de los villanos más importantes de la historia no ya solo del cómic, sino también del cine. No olvidemos que es uno de los dos personajes (Vito Corleone es el otro) que ha obtenido un Oscar para dos actores distintos: Heath Ledger y Joaquin Phoenix. Y su figura vuelve a ser cabeza de cartel con Joker: Sonrisa Asesina.
Casi toda la plana mayor de los guionistas del noveno arte han abordado su figura. Ahora es el turno de Jeff Lemire, ganador de premios Eisner y autor de Gideon Falls o Black Hammer, entre otros. Acompañado de su colaborador habitual Andrea Sorrentino, juntos se embarcan en este Joker: Sonrisa Asesina, publicada como novela gráfica enmarcada en el sello editorial DC Black Label, en el que los autores tienen plena libertad para desarrollar conceptos fuera de la continuidad y libre de censura.
¿Merece la pena lo que Lemire y Sorrentino desarrollan en torno al Joker? Pues sí y no.
Hace ya años que no vemos al Payaso del crimen como un demente más. Sí, se trata de un enemigo imprevisible, sin ningún tipo de código moral que permita anticipar sus movimientos. Pero ese forma de ver el mundo ya no es interpretada como una forma de locura, sino, como aclaró Grant Morrison en su fundamental Arkham Asylum, una forma superior de cordura.
Joker, por tanto, es una mente superior y, como tal, Lemire ha apostado por el clásico formato de “folie a deux” (delirio compartido) que se han podido ver parcialmente en películas como El silencio de los corderos o, de una manera fascinante, en la pionera El testamento del Dr. Mabuse (1933), del maestro Fritz Lang.
En concreto, Joker: Sonrisa asesina narraría una folie imposeé. Esto es, que un sujeto primario transmite su delirio a otro que no hubiera sufrido el delirio si no fuera por el contacto con el sujeto primario.
El protagonista del cómic es un psiquiatra, el doctor Ben Arnell, intenta hacer terapia al Joker mientras este se encuentra preso en Arkham. Obviamente, todos imaginamos lo que va a suceder. Lo importante es como Lemire va a desarrollar el viaje a la locura de este emblema de la salud mental que es el doctor Arnell.
Independientemente de lo ficticio del planteamiento (partimos de la base de que el Joker no padece un trastorno psicótico, luego no delira), lo cierto es que Lemire nos sumerge de manera acertada en la mente de Arnell en un fascinante primer número. Es esta una historia de terror psicológico en el que no falta un sorprendente giro a mitad de la trama pero que, desgraciadamente, flaquea en su tercio final al tomar el camino convencional.
Además, es una pena que la novela gráfica se limite a tres números, lo que impide ahondar en esa conversión del protagonista. Joker: Sonrisa asesina se hace demasiado corta.
En lo que respecta al dibujo de Andrea Sorrentino, como neófito a la hora de adentrarme en el arte del dibujante, reconozco que me ha dejado algo frío, sobre todo en la expresividad facial de los personajes. Eso sí, es interesante la alternancia de la historia con el cambio de arte para mostrarnos ese cuento perverso que refleja el meollo de la historia.
En definitiva, Joker: Sonrisa asesina es un digno intento de ofrecernos una historia diferente del Payaso del crimen. Lástima de una trama demasiado breve con un último tercio mejorable por la corrección de su propuesta.
En las entrañas de la locura.
El Asilo Arkham alberga a los peores enemigos de Batman, incluido el más peligroso de todos: el Joker. No ha habido psicólogo ni psiquiatra capaz de adentrarse en la locura que aprisiona la mente del Joker. De hecho, ha habido muchos que han quedado traumatizados en el intento. Sin embargo, el Dr. Ben Arnell se sabe diferente. Está seguro de que será quien encuentre por fin al hombre que hay dentro de la demencia… y de que lo curará.
El Dr. Arnell se cree capaz de erigir un muro infranqueable entre él y esa voz seductora que se encuentra tras los ojos del villano. Y también está completamente seguro de que, a pesar de lo que experimente en el trabajo, mantendrá esa oscuridad al margen de su familia. Está completamente equivocado.
El equipo creativo formado por Jeff Lemire y Andrea Sorrentino (Green Arrow, Gideon Falls), galardonado en los premios Eisner, nos trae Joker: Sonrisa asesina, un relato de terror psicológico que explora la locura de uno de los villanos más complejos de la cultura popular… y al padre de familia que lo arriesgará todo cuando observe el abismo. Este recopilatorio incluye las tres entregas de la serie del sello Black Label Joker: Sonrisa asesina así como el especial Batman: Asesino de sonrisas.
Un saludo y sed felices!