Netflix parece querer sumarse al carro de las producciones de calidad de ciencia ficción. De esta intención podemos dar buena fe con el estreno de la gran superproducción El problema de los tres cuerpos, una adaptación de la novela homónima de Cixin Liu a cargo de D.B. Weiss y Dave Benioff, responsables de la serie de Juego de tronos. Pero además de embarcarnos en esa gran aventura, podemos disfrutar de La Señal, una miniserie alemana de cuatro capítulos, mucho más pequeña en presupuesto y ambición, pero que puede ser un perfecto aperitivo antes de ver El problema de los tres cuerpos.
La Señal nos muestra la vida de una familia formada por la astronauta Paula Baumeister, su esposo Sven y su hija Charlie. Paula se embarca en una misión espacial financiada por la acaudalada filántropa Benisha Mudhi pero una vez en la Estación Espacial Internacional se topa con una misteriosa señal que proviene del espacio exterior. Este gran descubrimiento desencadena una serie de acontecimientos que acaban afectando a Sven y Charlie en primer lugar y a toda la humanidad en general.
Lo primero que hay que señalar es algo que ya no es novedad. La astronauta es la mujer de la familia, en un rol que no hace muchos años estaba destinado de manera casi exclusiva a los hombres, sobre todo en las historias de ficción. Lo genial de esta serie es la dicotomía que se establece entre marido y mujer. Paula es una persona con fe en la humanidad y que piensa que todo en la vida puede mejorar, mientras que Sven, profesor de historia, es un pequeño cínico que, tomando como base las enseñanzas de los tiempos pasados, no tiene tanta fe en los seres humanos.
Otro tema interesante que se trata es el de la salud mental de los astronautas. Pronto descubrimos que Paula tiene antecedentes de brotes psicóticos y que puede que los que ella esté experimentando en la Estación Internacional solo estén en su cabeza. En este sentido recuerda mucho a Constelación, otra serie de ciencia ficción que podemos ver en Apple TV y que también tiene como protagonista a una astronauta que tampoco está muy segura de que lo que le pasó en el espacio sucediera realmente.
Pero si en la producción de Apple la trama se centra más en temas dimensionales, en La Señal sus responsables prefieren tirar más hacia un acercamiento humanista para enseñarnos qué pasaría en la tierra si descubriéramos que se acerca un posible contacto extraterrestre, emparentando esta serie un poco con La Llegada de Denis Villeneuve. Pero donde en la película la acción se centra sobre todo en los problemas de comunicación, en La Señal vamos a comprobar lo que los diversos poderes de nuestro mundo están dispuestos a hacer a la hora de enfrentarse a este primer contacto.
La serie que nos ocupa se centra en mostrarnos retazos del pasado de la familia protagonista, cómo y por qué Paula se embarca en esta misión para realizar una investigación que pueda curar a su hija Charlie, quien sufre sordera y solo puede oír gracias a un implante cloquear. Y los problemas que va a tener que superar con la ayuda y el apoyo de su esposo para ir al espacio.
En el presente, el misterio y el suspense se adueñan de una narración en la que vemos a Sven y Charlie luchar en tierra contra las consecuencias de las acciones de Paula mientras son acosados por todo el mundo sin saber muy bien qué hacer ni en quién confiar.
La serie acaba siendo muy interesante por su manera de tratar la dinámica familiar de los protagonistas sin olvidarse de ir generando emoción gracias al misterio que sobrevuela toda la narración, con múltiples giros de guion, alguno más afortunado que otro. Pero en general la historia funciona muy bien y logra mantener la atención del espectador, algo que se ve favorecido por la escasa duración de la serie, finiquitada en cuatro horas más o menos, lo que hace que no se pierda el tiempo con tramas secundarias superfluas.
Florian David Fitz y la joven Yuna Bennett dan vida de manera convincente a Sven y su hija Charlie, mostrando una gran química en pantalla a la hora de mostrar la tierna relación padre-hija que es el gran motor de la serie. Por otro lado, Yuna Bennett también está muy bien interpretando a Paula, mostrando su debilidad cuando le asalta la duda acerca de si lo que está viviendo es real o no, así como también su fortaleza cuando toma una difícil decisión que puede poner en peligro su vida y la de todos los que conoce.
En resumen, La señal es una serie entretenida y bien hecha, que sabe lo que quiere contar y lo cuenta muy bien, apoyada en unos personajes bien construidos e interpretados. Es perfecta para los que busquen una buena historia de ciencia ficción con toques de thriller familiar y político, sin mayores complicaciones y con un poso perfecto para quedarse pensando un poco sobre las manos en las que está la humanidad.
