Disney+ ha estrenado la esperadísima X-Men’97, continuación de la serie de animación que engancho a muchos a los superhéroes. Y lo hace justo donde terminó aquella, con la muerte de Charles Xavier (o no) y con los X-Men enfrentándose a una humanidad que les teme y les odia, aunque ellos han jurado protegerla. Vamos con los dos primeros episodios de X-Men’97.
A mi, mis X-Men
En el primer episodio, los X-Men deben rescatar a Roberto DaCosta (Mancha Solar) de las garras de una organización fanática de humanos que cuenta con tecnología centinela. Se supone que tras ellos se halla Bolivar Trask, creador de los Centinelas (robots gigantes cazadores de mutantes). Intentando hallar su paradero, Cíclope y Tormenta se plantan en la cárcel para interrogar a Henry Girich, el asesino de Xavier.
Jean Grey, ayudada por Cerebro (ordenador detector de mutantes) localiza a Trask en el desierto del Sáhara (qué puñetas hace allí no nos lo cuentan) intentando activar el Molde Maestro, el Centinela definitivo. Tras una batalla (no muy complicada, la verdad) los X-Men derrotan al Molde y a Trask y regresan a la mansión para encontrarse con una sorpresa: el testamento de Xavier nombra Magneto su heredero y le deja la mansión, los millones y los X-Men.
Comienza la liberación mutante
Tras la llegada de Magneto, Cíclope y Jean Grey (que está embarazada) se replantean su decisión de irse, a pesar de que son conscientes que los X-Men no es precisamente el mejor lugar para criar un hijo.
Mientras, Magneto intenta demostrar que ha cambiado (pese a que siempre tiene esa cara de malo) salvando a cuantos más humanos mejor pero eso no es suficiente y debe afrontar un juicio por sus crímenes pasados. Es entonces cuando sufren el ataque de los fanáticos que vimos en el episodio anterior y esta vez van equipados con una tecnología capaz de eliminar los poderes mutantes.
Tormenta recibe un disparo destinado a Magneto y pierde sus poderes y con ello su conexión con la naturaleza. Magneto logra superar sus ansias de venganza y deja con vida a quienes intentaron matarle. De vuelta a la mansión, Tormenta abandona el grupo y el puerta les espera una nueva sorpresa: otra Jean Grey.
Nada nuevo bajo el sol
X-Men’97 es justo lo que prometía: una continuación de la serie de los 90, con un mejor acabado pero prácticamente con la misma estética. A nivel argumental, la serie no aporta nada nuevo, limitándose a reciclar (o más bien a fusilar) las tramas desarrolladas por Chris Claremont en los años 80 y principios de los 90. Quien no las conozca seguramente las disfrutará como las disfrutamos otros en su momento.
Y es que ahí están los Centinelas, el Juicio de Magneto, la pérdida de los poderes de Tormenta (que llegó a su conclusión en “Muerte viva”, episodio dibujado por Barry Windsor-Smith que fue un hito en su momento) e incluso ese clon de Jean Grey que se sacó de la manga Claremont cuando se vio obligado a matarla.
Pero si ya lo conoces, pues bueno, pues vale, lo mismo que en los cómics pero peor, que una cosa es el arte gráfico de dibujantes como Windsor-Smith o John Romita Jr. (quien, si no voy mal, diseño ese uniforme espantoso con la M en el pecho que lleva Magneto en la serie) y otra esa animación made in años 90.
Contentando al personal
X-Men’97 no tiene otra razón de ser que contentar a los nostálgicos que crecieron con esta serie en los años 90. Si no, no se entiende que hayan optado por esa opción retro cuando, en pleno 2024, tenemos buenos ejemplos de lo que se puede hacer hoy en día en animación. Sin salir de Marvel, tenemos What If…, mucho más moderna y con argumentos que gustarán más o menos pero que en ocasiones son incluso mejores que las historias en que se basan. Aquí ya sabemos lo que pasará porque ya nos lo han contado.
Así que no queda otra que preguntarnos: de verdad, ¿era necesario?. Yo creo que no pero la nostalgia vende mucho. Es una opción que hoy en día está de moda pero si no la manejas con cuidado te puede estallar en la cara. Hay que saber dominarla y un ejemplo es Cazafantasmas: más allá, película que sin ser nada del otro mundo sabía conjugar nostalgia y modernidad y dejaba a todo el mundo contento.
En X-Men’97 han optado por anclarse en el pasado, a nivel estético y argumental y eso no es para mi y creo que tampoco para quien no conozca la serie original, que va a encontrarse con tramas ya empezadas y con personajes que igual no saben de dónde vienen o a dónde van. De momento sólo llevamos dos episodios pero el tono es el que es. Esperemos que la cosa mejore. Un saludo, sed felices.