Bienvenidos una vez mas al repaso semanal de The Expanse. Si la semana anterior tuvimos 40 minutos cargados de acción, ‘Back to the Butcher’ baja el ritmo para darle un necesario y merecido respiro a los personajes centrándose en mostrarnos su desarrollo personal. Este episodio se enfoca en la tripulación de Holden que rebautiza su flamante nave y nos deja vislumbrar algunos detalles sobre el pasado de Fred Johnson, el enigmático personaje presentado en el capítulo anterior. Recordad, a partir de este punto vienen Spoilers.
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En esta ocasión la serie se desvía de la estructura habitual a la que nos tenía acostumbrados. No solo resulta un soplo de aire fresco prescindir de Avasarala y la trama terrestre, teniendo en cuenta que poco puede hacer, sino que además este episodio comienza con un flashback que nos muestra gradualmente el pasado de Johnson, más conocido como el infame ‘Carnicero de la estación Anderson’ (ouch, desde luego no es el mote más halagador).
Como lector de la saga, he de reconocer que el empalamiento de Havelock (ausente en la versión literaria) me dejó algo tocado, así que me alegra mucho verle vivíto y coleando. El que no está tan contento es Miller, no porque no se alegre por su compañero sino porque desconfía dela compañía que frecuenta. Gia, la prostituta Belter que vimos con Havelock hace un par de episodios está haciendo muy, pero que muy buenas migas con el y al detective no le hule bien. Conociendo a Miller yo me andaría con cuidado, el hombre puede ser un desastre pero como cualquier sabueso que se precie, su olfato no suele ir desencaminado.
Mientras tanto Holden y Cía se encuentran nuevamente a bordo de una nave desconocida sin saber a donde ir, sin embargo, a diferencia del Knight que era una carraca claustrofobica, el Tachi es una corbeta marciana de tecnología punta y eso se nota. Como dato de interés os cuento que aunque la serie no se ha pronunciado sobre ello, la tecnología naval marciana es la más avanzada del sistema solar. Las Naciones Unidas cuentan con una flota mayor mientras que Marte, a pesar de su menor número de naves, posee ventajas tecnológicas como los dispositivos de camuflaje que ya hemos visto. Un mensaje de Fred Johnson, el pez gordo de la OPA, ofrece a la tripulación refugio en la estación Tycho y como no puede ser de otra forma, vuelve el choque de opiniones: Holden piensa que el grupo necesita un lugar seguro ya que medio sistema solar intenta matarlos, Naomi cree que no se pueden fiar de un asesino y avisa de que sabe por experiencia que no hay que dejarse comer el seso por fanáticos como Johnson.
Durante puntos clave del episodio podemos ver varios flashbacks que nos cuentan como hace 11 años los trabajadores de la estación Anderson, situada en el cinturón, se rebelaron contra sus patrones debido a las inhumanas condiciones en las que trabajaban, condiciones que además estaban provocando una grave dolencia en los más pequeños. Tras varios intentos de rendición, un navío de las Naciones unidas vuela la estación -junto a todas las familias- por los aires. Entre la marea de cuerpos congelados y escombros podemos ver la silueta del perpetrador de la masacre, Fred Johnson, el ‘Carnicero de la estación Anderson’. Este fragmento de historia infiere algo importante: El escarnio que muestran las Naciones Unidas (junto a Marte) por los habitantes del cinturón, que obviamente consideran “sub-humanos” y”prescindibles”, es lo que ha provocado en el nacimiento de la OPA. ¿Proyecto de gobierno Belter o grupo terrorista? depende de a quién preguntes.
Miller sigue, en lo que se ha convertido claramente en una obsesión, empeñado en encontrar a Juliette Andromeda Mao. En serio, ¿de donde saca el tiempo? con Havelock en el hospital debe de tener a Muss frita cubriéndole el puesto. Hablando de ellos, Miller no solo rechaza la oportunidad que Anderson Dawes (el líder de la OPA en Ceres) le da de atrapar al tipo que casi mató a Havelock sino que su ex-compañera le advierte que la investigación se le está yendo de las manos y su obsesión le ha llevado a exceder sus responsabilidades. Miller, siendo Miller, se lo toma como un insulto y continua como si nada. Tras interrogar a un antiguo conocido de Julie, se dirige al TechNoir (¡Homenaje a Terminator!) donde descubre que el hamster electrónico de la chica contenía un chip de datos, tras hacerse con el, un par de Belters le secuestran en plena calle.
Por su parte, el grupo de Holden se está aclimatando a su nuevo hogar. Alex se pone cómodo a los mandos mientras Amos convence a Naomi de que ir a Tycho es lo correcto. Holden descubre extasiado una maquina de café y comienza su historia de amor con la negra sustancia (ya veréis, ya ¡lo que no hará este hombre por una buena taza de café!). Cuando el grupo decide finalmente aceptar la oferta de Johnson, llega el turno de cambiar el transpondedor (el aparato que identifica a la nave, algo así como la matricula) y con ello, el nombre de la nave. Alex recomienda ‘Águila de Fuego” y “Álamo volador” pero Holden y Amos deciden que Rocinante (homenaje al caballo de Don Quijote y la nave en la canción Cygnus-X1 de Rush) le va como un guante. Ahora sí, la tripulación del Rocinante se dirige a la estación Tycho para descubrir si Fred Johnson es de verdad su aliado o por el contrario, han salido de la sartén para caer (nuevamente) en las brasas.
Da gusto seguir la serie con tus análisis Álvaro, das muchos detalles extras y que vienen genial.
Un abrazo compañero.