Bienvenidos, amigos del fango más infecto de los infernales lodazales del cine. Ya os comenté en aquella crítica a los espeleólogos y su afán de protagonismo, que hay un genero más allá de la vergüenza: aquel que no es consciente de que la está generando. Hoy, y movida por mi amor a vosotros, amantes de la basura fílmica, os traigo uno de esos pequeños paquetitos de vergüenza para todos y disfrute para nadie que nos ofrece el buen cine basura: En El Nombre Del Rey. Si os van más los monstruos mutantes y los tiburones voladores, podéis pasaros por mi sección y degustar las mieles del arte.
La enésima fantasía épica
En el nombre del Rey pretendía ser la adaptación de Dungeon Siege (De hecho, en su titulo original, le añaden el subtítulo A Dungeon Siege Tale, para los despistados. Mi compañero Miguel la incluyó en este poco halagüeño ranking), y para ello contaban con tres puntos clave para convertirla en un éxito:
- Un argumento típico de las historias fantásticas
- Actores conocidos como Jason Statham, Burt Reynols o Ray Lyotta
- Un director con experiencia en adaptaciones de videojuegas (Quiza que ese director fuera Uwe Boll debería haberles hecho replantearse la idea)
No hay mucho más que añadir. En el Nombre del Rey constituyó la consagración de Boll como amo y señor de la mierda cinéfila, coronándose como la película menos rentable de su carrera, costando 55 millones de euros y recaudando la friolera de 10 millones de euros. La suerte es solo perdió Boll, ya que es el mismo quien financia sus películas a través de su propia productora. Es un genio incomprendido de su generación.
Destripando al engendro
Bien, desarrollemos el argumento con calma, porque tiene miga. Ray Lyotta es un mago malo que se acuesta con una chica tonta, que también es maga, pero tonta. El padre de la niña tonta es John Rhys-Davies, y vive ajeno a la vida sexual de su hija, como buen padre, y mago del Rey Reynolds. El rey Reynolds tiene por sobrino a Matthew Lillard en un papel totalmente distinto al que nos tiene acostumbrados, y que está aliado con Lyotta.
Jason Statham es Granjero. Se dedica a la agricultura, sí, pero además es su nombre. La originalidad es, sin duda, la característica más reseñable de la cinta. Granjero es feliz en su granja, tiene de fondo la música de la comarca, explota laboralmente a su hijo, y tiene una mujer buenorra. La mujer y el hijo/empleado sin sueldo son brutalmente asesinada por orcos Krug, y Granjero se hace amigo de dos señores que pasan por ahí, y se van a recorrer el mundo, que tampoco es muy grande, y a buscar venganza. Y con estos dos párrafos ya hemos llegado casi a la mitad de la película.
Andando por amor al arte
Como ya os he dicho, el reino no es muy grande, y en dos patadas, los tres amigos, que son estereotipos totalmente nuevos y nunca vistos previa o posteriormente en el cine, llegan al bosque de los elfos/acróbatas de circo, donde no hacen nada. Minutos después, es de noche y Granjero está preso de los Krug, durante un minuto cuarenta segundos (Lo cronometré). Después, lo rescata el mago, que pasaba por allí por casualidad, y descubre que es el hijo perdido del Rey y único heredero.
Lyotta tiene un plan nada descabellado, y con mucho sentido en el que parece que está involucrada la hija del mago, que a ratos nos quiere hacer creer que es lista, aunque no. Se enfada con Lyotta, sin venir a cuento. El mago malo envenena al rey Reynolds y a su sobrino el tonto. Su siguiente acción, para que nadie sospeche, es abandonar el castillo a todo trapo y de noche. Nada sospechoso, oiga. Y todo muy bien actuado. La chica que es tonta aunque se empeñen en fingir que no, hace un make up extreme y se va a la batalla, dejando el castillo solo. Aunque da igual, el reino es tan pequeño que lo pueden vigilar desde la batalla.
Lo divertido es que en un momento dado, el general le dice que se ha llevado dos legiones, y acto después, que solo les queda un tercio del ejercito. Dos legiones eran unos cincuenta tíos. Si les quedan otras cuatro legiones, les quedan cien personas y tenían el ejercito más triste de la historia. De hecho, está dando un discurso épico a las tropas, y no tiene ni que levantar la voz ni nada. De hecho, es tan triste, que el Rey, que está muriendo de envenenamiento, va con ellos.
La batalla final
Como ya os he comentado, el reino de Eh, donde transcurre la historia, es mas bien de tamaño medio, tirando a enano, la batalla final transcurre en el bosque del que acaban de salir. Porque ¿Para que vas a desperdiciar un escenario si lo puedes reutilizar en 40 escenas distintas? Bien, los dos ejércitos mas tristes de la tierra media se enfrentan por… Bueno, en realidad, nadie tiene muy claro por qué se están peleando.
Vale, vamos a analizarlo: los bichos han atacado un pueblo, se han llevado a la mujer de este hombre y… Y ya. Y vale que Lyotta se ha tirado a la hija del Gran Mago, pero narices ¿Tanto como para declarar una guerra que arrase con los doscientos habitantes que quedan en el reino?
En fin: batalla, batalla, vuelven a asesinar al Rey Reynolds, Granjero acepta que es el heredero, batalla (la misma de antes, solo rodaron una toma de guerra y la ponen en bucle), plan ridículo con las tías de las lianas que de repente quieren ayudar aunque diez minutos antes solo querían estar tranquilas, enfrentamiento estúpido con Lyotta, que lo ataca con libros, sorpresa final cuando la mujer de Granjero mata a Lyotta y fin.
¿Y ya?
No. Se que os quedáis con muchas preguntas, como por ejemplo, que opinan los abogados de la herencia de Tolkien; donde está la chica tonta que nos quería hacer cree que no lo era; o si hay mas pueblos en este reino a los que les hubiera gustado opinar sobre esto de montarse una guerra civil en tres días y medio.Si os habéis quedado con ganas de más, que seguro que sí, hay una segunda y una tercera parte de esta obra de arte. Todas, por supuesto, producidas por el mismo Boll. Aunque también es verdad que no tienen nada que ver con la primera.
Y esto es todo por hoy. Volveré con más. Os guste o no, hasta entonces… sed felices.
