Battle Royale es una distopía situada en una línea alternativa del tiempo, en la que el gobierno de La República del gran Oriente Asiático ha expedido un decreto que obliga a un grupo de adolescentes elegido aleatoriamente a matarse los unos a los otros hasta que solo uno de ellos quede con vida ¿Les suena familiar? Esta historia fue primero, y no tenemos como protagonista a Katniss Everdeen del distrito 12, sino a Shuya Nanahara de la prefectura Kagawa, pero de eso hablaremos luego.
Me enteré de la existencia de esta distopía debido a que la adaptación al cine es una de las películas favoritas de Quentin Tarantino, y como todos sabemos que Tarantino es lo máximo y sumándole la polémica que se formó en torno a esta historia y a Los Juegos del Hambre, no me pude resistir a leer el libro y ver la película.
La Novela fue escrita por Koushun Takami, se publicó en Japón en 1999 y fue llevada al cine por Kinji Fukasaku a finales del año 2000. En su momento fue una película muy polémica debido a su planteamiento y a la violencia que presentaba. Gracias a esto, tanto el libro como la película han ganado muchos seguidores, convirtiéndose en una historia de culto.
El libro nos presenta a una sociedad represiva en la que cualquier acción que pueda ir en contra de los mandatos del dictador es castigada severamente. Incluso el rock está prohibido. El gobierno ha desarrollado un programa militar llamado Battle Royale en el que escogen a una clase de cada prefectura para una competencia en la que solo un estudiante de cada clase podrá sobrevivir. Nuestro protagonista es un chico llamado Shuya Nanahara que al principio de la novela se dirige a una excursión con sus compañeros en un autobús. Shuya empieza sentir sueño y se da cuenta que todos están dormidos y algo extraño está sucediendo. Cuando despierta se entera que su clase ha sido elegida para una de las competencias Battle Royale, y él junto con sus 41 compañeros tendrán que matarse los unos a los otros para intentar sobrevivir. Están atrapados en un isla fuertemente custodiada, tienen un collar metálico que explotara si intentan escapar, y en caso de que no haya un muerto en menos de 24 horas, todos los collares estallarán y no habrá un ganador.
Al empezar a leer me enganché muchísimo a la historia, la trama es muy interesante y la acción es constante. Algo que me gusto mucho del libro es que no se queda con el punto de vista del protagonista, sino que vemos a personajes muy variados que tienen una forma de actuar y motivaciones muy diferentes entre ellos. Conocemos desde el personaje que ha crecido en un orfanato hasta el hijo de un empresario muy exitoso, desde la chica más aplicada hasta aquella que ha tenido alguna experiencia con la prostitución, y entendemos como su historia de vida impacta en su comportamiento frente a esta situación extrema. Siempre es agradable leer personajes con profundidad, que vayan más allá de ser el bueno o el malo, y esta historia te da eso en la primera mitad del libro. La cosa cambia en la segunda mitad, el personaje principal que me agradaba bastante al inicio, me empezó a fastidiar. Y no era por él, sino por lo que sus compañeras decían de él. Está bien que sea un buen tipo y que Noriko, la protagonista femenina esté colada por él. Pero cuando todas las chicas de la clase empezaron a hablar de lo atractivo, agradable, buen deportista y rockstar que era Shuya, terminé hartándome, ya no quería que me hablaran de lo maravilloso que era, quería que se callarán o se murieran. No me cabe en la cabeza que en una situación tan extrema estos jóvenes estén pensando en el chico o la chica que les gusta. Mínimo deberían pensar unos instantes en su familia, pero no, aquí lo que empieza siendo interesante termina siendo molesto.
Los personajes masculinos están muy bien desarrollados, pero por el contrario, se retrata a la mayoría de las chicas de una forma muy estúpida y machista, como si el único propósito de sus personajes fuera besar a alguien antes que las mataran. En ese punto ya empezaba a decepcionarme un poco, pero colmó mi paciencia cuando el primer pensamiento de Shuya cuando una chica lo ayuda es que ella sería una buena esposa ¿en serio? Qué pensamiento tan tonto. Luego tenemos a Shogo, el tipo que por alguna razón es bueno en todo y al que no le creí nada. Está bien que sea el hijo de un doctor y que tenga algunos conocimientos de medicina, pero que aparte tenga conocimientos de armas, de informática y que sepa arrancar un coche sin la llave, ya es demasiado. Por poco dejo este libro a la mitad, pero tengo que admitir que el final me gusto mucho, tiene algunos giros que sorprenden, y agradezco que la relación amorosa de Shuya y Noriko no sea para nada empalagosa ni molesta. Si las chicas no estuvieran todo el tiempo hablando de quién les gusta, la historia me hubiera encantado, y quizá la hubiera puesto por encima del primer libro de Los Juegos del Hambre.
Después de leer el libro vi la película, no sé si es porque tenía las expectativas muy altas o si simplemente es que es una mala película, pero no me gusto ni un poco. En el libro nos presentaban a un estado represivo y en la película pareciera que Battle Royale es una forma de desquitarse de adolescentes rebeldes. El instructor que en el libro parecía un tipo loco medio aterrador terminó convertido en un profesor de deportes con una vida frustrada. Este tipo de películas definitivamente no son las mías: las actuaciones están horriblemente sobreactuadas, no es posible que le disparen repetidamente a alguien y se pare a contestar el teléfono como si nada, quizá ese era el estilo que el director quería ponerle a la película, y le ha funcionado porque seguidores no le han faltado, pero a mi me pareció casi insoportable. Lo único que rescato es que vemos por unos instantes a la actriz Chiaki Kuriyama que interpreto años más tarde a Gogo Yubari, la colegiala loca de Kill Bill: volumen 1.
Si tengo que escoger sin duda alguna me quedo con el libro, este al menos me pareció interesante a pesar de llegar a desesperarme un poco. La película no la recomiendo para nada. Sinceramente no entiendo como puede tener tantos seguidores entre ellos Tarantino, pero bueno, para gustos hay colores.
Las novelas de adolescentes me empalagan demasiado. El libro sigue la línea de los juegos del hambre? No se si leermelo la verdad, me ví la película hace años y no me parecio mala, y seguramente el libro será mucho mejor como dices.