Bienvenidos a Las cosas que nos hacen felices. Hoy tenemos el inmenso placer de presentaros uno de los mejores cómics que se han publicado en 2025: El Prisionero de las Estrellas. Realizado por el maestro Alfonso Font y publicado por cARTEm Cómics. Vamos a echarlo un ojo …
El Prisionero de las Estrellas

El Prisionero de las Estrellas fue publicado, de manera serializada a principios de los años 80′ en la mítica revista CIMOC,donde originalmente se editó en glorioso blanco y negro.
No es solamente un cómic de ciencia ficción. Yo lo considero una parábola sombría sobre la supervivencia, la libertad y la deshumanización en un futuro en el que la esperanza de la humanidad no son sus clases políticas gobernantes. Al contrario.
No dejo de pensar que esta historia está muy vigente en pleno siglo XXI, en que las clases mandatarias de todos los países del mal llamado primer mundo velan por sus intereses individuales en vez de hacerlo por los de los ciudadanos a los que gobiernan. Pero esta reflexión parcial y subjetiva debe quedarse aquí.
Escenario: Una Tierra condenada.
Debido al uso y abuso de las armas nucleares (por parte de las clases gobernantes) el sol se ha visto afectado y se está convirtiendo en nova. Esto ha provocado que su acción sobre su superficie de la Tierra incida de manera mucho más agresiva.
La Tierra ha sido arrasada por la radiación ultravioleta y la supervivencia en nuestro antaño planeta azul es prácticamente imposible.
La vida humana se aferra a la existencia en ciudades subterráneas o en bases fuertemente protegidas bajo una cúpula de calor sofocante y un cielo hostil.
En este entorno apocalíptico, la sociedad se ha vuelto paranoica y brutalmente jerarquizada. La ley y el orden son mantenidos por una fuerza policial opresiva y omnipresente que ejerce un control absoluto sobre una población desesperada. El sistema ha colapsado moral y físicamente.

La huida de un proscrito.
El corazón de la historia late al ritmo de la huida de su protagonista, un hombre sin nombre, un antihéroe anónimo que encarna la desesperación del hombre común frente a un sistema monstruoso.
La trama arranca con su escape del temido “Penal del Diablo”, una prisión de máxima seguridad que es un infierno en la Tierra.
Su fuga no es un acto de heroísmo, sino de pura y dura supervivencia.
A lo largo de la narración, Alfonso Font desgrana una road movie (o mejor dicho, una space road movie de baja intensidad) que es, en realidad, un viaje existencial.
El protagonista deambula por los márgenes de esta sociedad terminal, encontrándose con personajes secundarios que reflejan las diferentes facetas de la desesperación humana: otros fugitivos, oportunistas, víctimas del sistema y, ocasionalmente, chispas de solidaridad fugaz.
La persecución es el motor constante del relato. Una policía implacable le sigue los pasos, convirtiendo cada encuentro y cada localización en un potencial campo de batalla.
La paranoia es un elemento clave; nunca se sabe quién es un aliado y quién es un agente del sistema.
Enmascarada la historia en una cortina de ciencia ficción, el autor nos presenta temas trascendentales como la deshumanización de las personas, una ácida crítica social a los sistemas totalitarios, una crítica aún más voraz a la pérdida de las libertades individuales y una alegoría a la esperanza en la desesperanza.
El volumen, editado de manera soberbia por cARTEm Cómics, presenta la historia en dos partes claramente diferenciadas por el ambiente y el tono.
En la segunda parte prima un poco más la aventura, aunque prosigue la crítica social a los totalitarismos y el dibujo del maestro baja de sobresaliente a notable.
Debo referir que esta segunda aventura se queda sin terminar. Las historias dejaron de publicarse y no tuvimos la finalización.
Un trazo inolvidable.
Gráficamente, la maestría de Alfonso Font es indiscutible. La obra originalmente fue realizada en un blanco y negro contrastado y expresivo que enfatizaba la oscuridad y el calor del ambiente.
La nueva versión a color no desmerece en nada a la edición original. La aplicación del color por parte del Maestro hace que su estilo, que mezcla la línea clara con un claroscuro dramático, siga dotando a la obra de una atmósfera opresiva, casi tangible.
En definitiva, El Prisionero de las Estrellas no es solo un cómic de culto; es una obra maestra de la narrativa gráfica que merece ser leída y estudiada.
La soberbia edición de cARTEm Cómics.
Tenemos ante nosotros un lujoso volumen en tapa dura, a todo color, que cuenta con 152 páginas de papel satinado de un gramaje importante, lomo recto y que destila grandísima calidad en cuanto lo tienes entre tus manos.
También he de destacar el prólogo realizado por Rafa Marín, escritor, traductor, director de la Línea Sin Fronteras de Dolmen Editorial y amante de los tebeos que nos sitúa en la época álgida de las revistas de historietas, momento en que fue concebido este Prisionero de las Estrellas.
Lo tenemos disponible desde el mes de noviembre de 2025 y cuenta con un P.V.P. de 34,95€.
Pinchad AQUÍ para obtener más información o adquirir el cómic, directamente desde la página web de cARTEm Cómics.
Y ahora que he terminado de leer la obra … Quisiera echar un guante a mi estimado Daniel Díez, enamorado de los cómics y editor de Cartem:
“Daniel … ¿Cómo verías una edición especial en blanco y negro?“
Ahí te lo dejo, Daniel … Y aquí os dejo a vosotros un pequeño avance, para poder disfrutar del arte de Alfonso Font.
Alfonso Font, uno de los Grandes.
Alfonso Font Carreras (Barcelona, 1946) es una figura indispensable del cómic español.
Con una extensa trayectoria que abarca décadas y géneros, es conocido por su estilo realista y detallado, consolidándose como un referente tanto a nivel nacional como internacional.
Inició su carrera a finales de los 60, trabajando para mercados extranjeros antes de convertirse en un pilar fundamental de revistas españolas de los años 70 y 80 como Cimoc.
Es aquí donde desarrolló sus obras más icónicas en blanco y negro, a menudo como autor completo (guion y dibujo).
Su obra destaca por la maestría en la ciencia ficción distópica, con títulos de culto como El Prisionero de las Estrellas o Cuentos de un futuro imperfecto, donde utilizaba el género para la crítica social y la reflexión filosófica.
Font también ha brillado en el cómic de aventuras, colaborando en series como Juez Dredd, para el mercado británico y creando personajes propios como Clarke & Kubrick.
En la actualidad, sigue en activo y se encuentra realizando la trilogía de aventuras de Aloma, para cARTEm Cómics. Hasta el momento, se han publicado:
Reconocido con numerosos galardones, incluyendo el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona en 1993, Alfonso Font permanece como una figura clave cuya obra mantiene una notable vigencia.
Valoración final de El Prisionero de las Estrellas.
La nueva edición de El Prisionero de las Estrellas por parte de cARTEm Cómics es, sencillamente, una revelación y un ejercicio de justicia histórica. Es difícil exagerar la importancia de esta obra de Alfonso Font, que, incomprensiblemente, no había sido reeditada hasta ahora.
El cómic me ha cautivado profundamente. Es una obra maestra de la ciencia ficción distópica, un relato atemporal y opresivo que captura la esencia de la desesperación humana frente a la tiranía.
Pero si la historia es potente, la edición es espectacular. Font ha logrado un trabajo sobresaliente al presentar la obra por primera vez a color, respetando el trazo original y realzando la atmósfera sombría y calurosa del universo moribundo que creó. El color añade una capa de inmersión que enriquece la experiencia de lectura.
En definitiva, esta reedición es una cita obligada para cualquier aficionado al cómic de autor. Una joya redescubierta que demuestra la genialidad de Alfonso Font y la vigencia de un clásico que, por fin, recibe el tratamiento que merece. Imprescindible en cualquier biblioteca que se precie.
La edición de cARTEm Cómics es una oportunidad inmejorable para sumergirse en esta odisea distópica y reflexionar sobre un futuro que, en muchos aspectos, sigue siendo inquietantemente relevante.
Acercaos a El Prisionero de las Estrellas y por supuesto …
¡Sed Felices!