InicioSeriesAnálisis de Invasión Secreta. Capítulo 6 y final de temporada.

Análisis de Invasión Secreta. Capítulo 6 y final de temporada.

En un mundo que aún arrastra las secuelas del chasquido de Thanos, una facción rebelde de los Skrulls se está infiltrando entre los humanos para acelerar su autodestrucción. Solo Nick Furia puede detenerlos. Bienvenidos a Invasión Secreta.

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A partir de aquí, SPOILERS del sexto episodio de Invasión Secreta y mis impresiones de toda la serie.

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Malas noticias. Puede que todos dudáramos un poco con la deriva del Universo Cinematográfico de Marvel tras Vengadores: Endgame. No solo por la sensación de una falta de rumbo argumental durante la fase 4 que, presumiblemente, iba a cambiar en la 5 con la aparición de Kang. Sino por la alarmante falta de calidad e, incluso, de poco cuidado en unas producciones que antes destacaban por un férreo aparato de producción.

Pues bien, Invasión Secreta, la segunda serie que prometía retornar a la Marvel “buena”, la del espionaje, la más asentada en la Tierra, es todo un fracaso. De hecho, es peor que Falcon y el Soldado de Invierno, que, al menos, sirvió como frío aperitivo a la cuarta entrega de Capitán América e, incluso, a Thunderbolts.

El final del quinto episodio prometía el regreso del Nick Furia de siempre, el del parche y los andares tan de Samuel L. Jackson. El enfrentamiento con Gravik parecía inevitable y así ha sido. Pero sorprende lo precipitado de la conclusión de una serie de seis episodios que, echando la vista atrás, ha necesitado entre 4 y 5 horas para contarnos una trama que daba para una hora.

El capítulo, de tan solo 33 minutos, abre una doble vía. Por un lado, Nick Furia accede con el vial de los Vengadores al santuario de Gravik, solo tras haber sido abandonado por sus seguidores, de lealtad demasiado volátil.

Resulta que el Furia que se reúne con Gravik es Gi’Ah, que quiere vengar la muerte de su padre. Este es el presunto gran giro de la serie, la “magistral” maniobra de Furia. Pues vale. La realidad es que contemplamos el combate entre los dos seres más poderosos del UCM, por la sencilla razón de que ambos reúnen los poderes de todos los personajes de Marvel que combatieron en la batalla de Endgame, además de, entre otras sustancias, el virus Extremis que poseía el villano de Iron Man 3. Pues vale. La batalla se resuelve rápido y Gi’Ah, el personaje de Emilia Clarke, queda como el ser más poderoso de Marvel. Y el más soso, que lo único que aporta Clarke es caras de pena y diálogos de manual. Que personaje y que actriz más desaprovechada.

Por otro lado, el verdadero Furia consigue salvar al presidente del skrull que ocupa el cuerpo de Rhodes con la ayuda de Sonya. El personaje de Olivia Colman ha sido, con diferencia, lo mejor de una serie demasiado conformista. ¿Tanta inversión en actores de renombre para esto?

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¿Y cómo queda el final? Lo único interesante es que el actual presidente de los EEUU declara la guerra a los Skrull, por lo que Gravik ha conseguido lo que quería. Mientras, Furia se marcha de la Tierra con su mujer para buscar un pacto con los Kree y dar un nuevo lugar a los Skrull refugiados. Y Sonya ofrece ayuda a Gi’Ah, la nueva líder de los Skrull ocultos en la Tierra.

Y, sorprendentemente, no hay ni una sola escena poscréditos. Únicamente sabemos, y no por la serie, que Furia volverá en la secuela de Capitana Marvel y que el presidente de los EEUU en la próxima película de Capitán América es Harrison Ford, por lo que algo (malo) tendrán que hacer con el actual.

En definitiva, Invasión Secreta es un fracaso. Por partida doble. Primero, como serie-evento que suponía el regreso a la palestra de Nick Furia en, supuestamente, una adaptación de uno de los mejores cómics del siglo XXI marvelita. Cómic del que no cogen prácticamente nada. Segundo, por la serie en sí. Se esperaba una gran trama de espionaje que, finalmente, transcurre en coches, pasillos oscuros y lugares no identificados. Parece que todo se lo han gastado en un reparto que, exceptuando la enorme Olivia Colman, apenas pueden hacer nada con las líneas de guión que les han dado.

En Marvel deberían replantearse su política. Diversificaron su contenido en series y películas pero la realidad es que las series no abandonan ese estatus de productos de segunda línea. Invasión Secreta tendrá mucho presupuesto, pero no es una serie cuidada y lo que evidencia es una decadencia progresiva de la producción superheroica de Marvel.

¡Un saludo y sed felices!

¡Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices!

Fernando Vílchez
Fernando Vílchez
Comecocos. Intento aprender como si viviera para siempre y vivir como si hoy fuera mi último día...con las cosas que me hacen feliz.
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