Bienvenidos amigos amantes del suspense y terror slasher. Aquí nos encontramos de un nuevo en análisis de esta serie que nos aterroriza y nos hace felices. American Horror Story ha vuelto y lo ha hecho con cambios, aires nuevos. Hoy hablaremos de todos los detalles que nos dejó “Sr. Jingles”, la segunda entrega de esta nueva temporada.
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En Sr. Jingles hay más dialogo que sangre, con lo cual conocemos en con mayor profundidad a algunos personajes como a Brooke, Xavier o Richard Ramírez alias “Acosador Nocturno” con sus traumas de la infancia. La mitad del episodio se lleva a cabo entre linternas y penumbras, dado que Margaret corta los suministros de energía.
El capítulo comienza con la Dra. Karen Hopple (Orla Blandy) llegando al Campamento Redwood, para avisarle a su directora Margaret, que Benjamin Richter escapó de la prisión donde estaba recluido, esta no parece alterarse mucho ante semejante noticia. Tras una larga discusión, la Dra se marcha ante la negativa de cerrar el lugar y resguardar a todos sus huéspedes. Por desgracia, en la carretera pincha un neumático aunque tiene la suerte de ver un camión que se acerca a ella y al que le solicita ayuda. Paradójicamente su salvador acaba siendo el temible asesino que la mata a sangre fría y añade su oreja a su la macabra colección.
Brooke no se puede olvidar de esa llamada telefónica, y para mal de males, en las noticias hablan de un crimen en la gasolinera de Red Meadows, la misma que habían visitado unas horas antes. Ante la incredulidad de sus compañeros, pues creen que está exagerando, encuentra el apoyo y respaldo de Montana. Abriendo su corazón le cuenta los sucesos que sufro el año anterior que sacudieron y cambiaron su vida por completo.
El día de su boda, justo en el altar, su amado Joey Cavanaugh (Spencer Neville), sufre un ataque de celos y le dispara a Sam (Zach Tinker), su mejor amigo, pensando que ellos tenían un romance. Luego hace lo mismo con el padre de la novia, para terminar dicha masacre suicidándose. Esta historia inmediatamente me transporto a la sublime Boda Roja de Juego de Tronos, donde la sorpresa y golpe de efecto son inevitables. En este caso los violines y flechas son sustituídos por balas y un órgano.
Brooke jura a Montana que nunca hubo nada entre ella y Sam, solo la acompaño la noche anterior a la boda porque temía a quedarse sola. Montana cree su versión y sella su tiempo prestado con un beso, a lo que Brooke no accede y se va al lago a tomar aire.
Continuando con Brooke, es nuevamente atacada por el Acosador Nocturno y la suerte vuelve a jugar a favor de la joven como la noche anterior. Esta vez en el lago tras ver flotando el cuerpo de la Dra. Karen Hopple, el asesino satánico cree tenerla encerrada y lista para ser una nueva víctima en su largo repertorio, pero no, la joven se defiende con un arma improvisada y logra escapar una vez más.
Xavier es chantajeado dentro de un coche por su primo Blake (Todd Stashwick), su ex agente. Este lo quiere introducir nuevamente en la industria del porno gay, y lo amenaza con hacer público un vídeo que lo tiene de protagonista. Ante tanta insistencia, el joven que sueña con ser una estrella, le revela que es heterosexual. Aquí se toca un tema susceptible en la década del ochenta, pues la homosexualidad era un tabú.
Para librarse de su primo, le ofrece como actor sustituto a Trevor, que se está duchando. Esto será lo último que haga, pues mientras mira por un agujero a su potencial nuevo actor, Benjamin Richter le atraviesa la cabeza, para así dejar un saldo de dos defunciones en esta segunda entrega.
Fueron solo dos, porque Jonas (Lou Taylor Pucci) el misterioso excursionista atropellado, que fue asesinado y colgado de la puerta de la enfermería, está de vuelta y más vivo que nunca. El Acosador Nocturno con toda la ira de dejar escapar a su victima predilecta Brooke, encuentra en el extraño joven su forma de revancha, matándolo no solo una, sino dos veces, resucitando en cada una de ellas . Ante tanto desconcierto, Richard Ramírez le roba la acreditación que lleva en el cuello y esta data de 1970, el año de la masacre.
El Acosador Nocturno acude a Margaret en busca de explicaciones y aquí se da el dialogo clave de esta segunda entrega. Una mezcla entre traumas personales de la infancia, regiliosidad y esoterismo.
Richard Ramírez, por primera vez encuentra alguien que lo entiende y lo escucha, y le cuenta todo el sufrimiento y angustias que pasó durante su infancia. Unos padres con un matrimonio conflictivo, un tío maniático ex combatiente de Vietnam enseñándole todos sus asesinatos. Esto rematado con el golpe en la cabeza con un columpio que le dejó como secuelas ataques de epilepsia. Todos estos sucesos crearon esa personalidad conflictiva y criminal (homenaje a lo que sufrió Richard Ramírez en la vida real).
Margaret escucha con mucha atención y realiza (con cierto fanatismo) comentarios religiosos además de pedir que no mate más a nadie. Le explica que Jonas fue un consejero del campamento y que sigue aquí porque su alma no está en paz y Dios tiene una misión para él. La directora va en busca de esta especie de fantasmas y el joven misterioso le explica que Sr. Jingles lo asesino aquel día de 1970, tras de querer escapar, pero sin embargo, desde entonces sigue deambulando por el campamento.
El capítulo finaliza cuando todos los consejeros con Rita y Trevor van en busca de las llaves de sus vehículos para escapar del asecho de Sr. Jingle y el Acosador Nocturno. Separados en dos, un grupo en la enfermería y el otro en la cabaña son acorralados por los asesinos. El umbral entre la vida y la muerte esta solo separado por una puerta.
Conclusión
Estas dos primeras entregas han tenido menos muertes que las temporadas anteriores. “Sr. Jingle” nos da a conocer en mayor profundidad a personajes como Brooke y su trágico pasado reciente. Xavier es tal vez, uno de los personajes más enigmáticos, y me genera cierta intriga todo lo que rodea a este protagonista que sueña con ser “un actor de verdad”, al igual que Margaret que estoy seguro esconderá alguna sorpresa para las próximas entregas. Y si de enigmáticos hablamos, que decir de Jonas, ese consejero desorbitado y fantasmal que lleva 14 años rondando el campamento sin poder huir, como un alma en pena que no puede abandonar la tierra.
Viendo las actitudes de Margaret su inmutación al saber que Sr Jingle anda suelto y entre ellos, nos muestra que esta mujer que quiere liberarse de sus miedos a través de la pureza, pulcritud y religión, no es tan benévola como quiere demostrar. Xavier también tiene mucho para darnos y sorprendernos. Los demás personajes tienen su trama marcada y de no tener un giro totalmente sorprendente, sus historias oscilarán donde lo vienen haciendo, sin grandes matices.
Saludos desde el campamento Redwood
