Outer Range ha regresado a Amazon Prime. La segunda temporada de una de las series revelación del 2022 continúa justo donde terminó la primera. Si no recordáis nada tenéis dos opciones: o volverla a ver, o leer nuestros análisis. Así que aquí os dejo el enlace:
Esta segunda temporada de Outer Range consta de 7 episodios, es decir uno menos que la temporada anterior. Amazon Prime los ha puesto todos del tirón, cuando hace dos años los dosificó a razón de dos a la semana. Mala señal, en mi opinión. Menos episodios y todos de una tacada denota cierta falta de confianza en la serie. Por el momento no sabemos nada de renovaciones ni de cancelaciones, así que esto es lo que hay…
De vuelta al bujero
Outer Range, temporada 2, responde algunas preguntas que se plantearon en la temporada anterior pero presenta otras nuevas. Intentaremos sintetizar los 7 episodios en este post y después haremos una valoración general. Lo mejor, para ser algo ordenados, será empezar por los personajes.
Sheriff Joy (Tamara Podensky)
El personaje de la Sheriff Joy es el más fácil de seguir. Al final de la temporada anterior había llegado al pasado. Ahora sabemos que se ha plantado en 1882. Roy Abbott tiene 7 años y Joy permanecerá en el pasado 4 años más, hasta 1886. En esos años convivirá con la tribu de sus ancestros y conocerá a Martha Hawk (Morningstar Angeline), enfermera indígena que procede de 1965 y que lleva allí 14 años.
Con esto se establece que por el agujero (u otros similares) hay gente entrando y saliendo a lo largo de diferentes épocas, aunque el lejano oeste parece una constante. ¿Un punto de partida?
En todo caso, los 4 años que Joy permanece en el pasado la convierten en una persona diferente y a su regreso sufre una suerte de estrés post-traumático que sólo Royal Abbot puede entender. Más si tenemos en cuenta que Royal fue determinante en el regreso de Joy. Lo que antes se reveló como un accidente de caza, es decir la muerte del padre de Royal a manos de su hijo, ahora se transforma en un asesinato a sangre fría cuando Royal salva a Joy y mata a su padre, un ser despreciable que segundos antes ha manifestado que ojalá la madre de Royal muera en un parto y así se libra de ella.
¿Tenía Royal los recuerdos reprimidos y transforma el asesinato de su padre en un accidente o Joy ha cambiado el pasado? ¿Puede el pasado cambiarse? Esto último es difícil de responder.
Autumn (Imogen Poots)
A Autumn la dejamos medio convaleciente en casa de los Abbott. La gran revelación de la temporada anterior fue que Autumn es Amy Abbott (Olive Abercrombie). Ahora sabemos que ni la propia Autumn conocía este hecho pero lo asume como cierto, aunque con ciertas reticencias. Tras darse un chute del mineral que le proporciona Luke Tillerson, Autumn asume su destino. Es más, está empeñada en hacerlo realidad, así que sale en busca de Amy, quien desapareció con su madre al final de la temporada anterior.
La historia de Amy y Autumn parece quedar cerrada ya que, tras un tira y afloja con la Sheriff Joy, Amy cae en el agujero y aparece no se sabe bien dónde, con los recuerdos perdidos, aunque cree llamarse Autumn.
¿Adónde ha ido a parar Amy? Uno diría que al pasado pero, por el paisaje desértico en que despierta, parece más bien un futuro apocalíptico. No se si responderán a esta pregunta porque uno de los problemas de Outer Range es el estirón de Olive Abercrombie, quien ya no aparenta nueve años ni queriendo.
Los Tillerson
A los Tillerson los meteremos en un mismo apartado. Por un lado tenemos a Wayne Tillerson (Will Patton), quien despierta del coma gracias al mineral que Billy (Noah Reid) le dio de comer en el último episodio.
Wayne se encuentra con que Billy está agonizando, víctima del disparo que Royal Abbott le encasquetó en la temporada anterior. Contra todo pronóstico, Billy sobrevive y nosotros que lo lamentamos porque no solo sigue con su manía de cantar sino que la ha contagiado a su padre. Se ve que los Tillerson son una familia muy cantarina. Menos Luke.
Luke Tillerson (Shaun Sipos) es la oveja negra de la familia. En el episodio anterior excavó y excavó y se trajo una manada de bisontes del pasado. Su contacto con el mineral le ha dado la opción de conocer su futuro, que parece unido al de Autumn.
La relación de Luke con su padre y su hermano se complica en esta temporada hasta llegar a un punto de no retorno. Lo único que tienen los tres en común es que quieren lo que hay en el rancho de los Abbott pero entre ellos se desprecian, si bien Luke aspira al cariño y la atención de su padre. El rancho no lo consiguen porque una alma caritativa paga la fianza impuesta por el juez tras no presentarse Perry en el juzgado.
No lo conseguirá porque Luke se encapricha de Autumn y en un arrebato de furia, mata a Billy. Su padre lo maldice por los siglos de los siglos y presa del dolor, Wayne Tillerson salta al agujero (que por cierto, ¿a nadie se le ha ocurrido poner vigilancia en ese pasto?: cualquiera entra y sale del rancho Abbott) mientras Luke ayuda a Autumn a llevar a Amy al agujero para cumplir su destino.
Rhett Abbott (Lewis Pullman)
El personaje más desaprovechado de la temporada. Rhett Abbott ve frustrada su intención de largarse con su novia Maria (Isabel Arraiza) cuando se entera de la desaparición de Amy. Prácticamente no hace nada en toda la temporada más que lamentarse y retozar con Maria en la habitación de un motel.
En el episodio final parece ganar algo de protagonismo ya que se ofrece a traicionar a su padre a cambio de 30.000 dólares que le permitirían empezar de nuevo en otro lugar. Y es que Rhett firma un pacto con la doctora Nia Bintu (Yrsa Daley-Ward), la universitaria a la que Royal dejó una muestra de mineral en la temporada anterior.
Es Nia Bintu la que confirma lo que hasta ahora eran especulaciones (acertadas, eso sí): lo que hay en el pasto oeste es tiempo, tiempo en forma de río en el que te zambulles, en forma de mineral que te puedes comer y con el que puedes comercializar. Nia Bintu avisa a Rhett de lo que está por llegar, que parece relacionarse con la escena de la temporada anterior en la que Royal aparece en el futuro, en una especie de instalación militar que rodea el agujero.
Cecilia Abbott (Lili Taylor)
La gran protagonista de la temporada es Cecilia Abbott, especialmente por la relación que establece con Autumn. Dicha relación ocupa gran parte de la trama, incluso podríamos decir que la vertebra. Además, en estos nuevos episodios tenemos una gran revelación: la desaparición de Rebecca Abbott, la madre de Amy, se produjo porque Cecilia la echó del rancho al enterarse de que estaba liada con un tal Louis, una especie de líder sectario que tiene todo un harén.
Se resuelve pues una de las grandes preguntas de la temporada anterior, con una respuesta que ha resultado menos fantasiosa de lo que imaginábamos. Atormentada por la culpa, Cecilia le confiesa la verdad a Royal y se pasa toda la temporada intentando recuperar a Amy. Aunque fracasa, acepta que Autumn es Amy y que nada puede hacer para recuperar a su nieta de nueve años.
Royal Abbott (Josh Brolin)
Josh Brolin sigue desbordando carisma cada vez que aparece en pantalla, aunque su personaje aparece algo desdibujado al lado de Cecilia (aunque no tanto como Rhett). A Royal no le ha quedado otra que revelar su origen a su mujer y explicar lo del agujero y siempre resulta fascinante como los americanos se toman las cosas más sobrenaturales como si fuesen el pan nuestro de cada día.
Por lo demás, a lo largo de esta temporada Royal actúa más como un apoyo para todos los que le rodean, ya sea Autumn, Cecilia o Joy, con la que guarda una relación especial tras su paso por el agujero. Aún así le queda tiempo para amenazar a Nia Bintu con una bala, mandar a Wayne a la mierda y aceptar que mató a su padre a sangre fría. ¿O no fue así en realidad? Hay una escena en la que parece que los nuevos recuerdos, creados por la intromisión de Joy en el pasado, se solapan a los antiguos.
Pues con esto terminamos y pasamos a… Un momento. Parece que tenemos una pregunta por parte de un joven lector.
Perry Abbott (Tom Pelphrey)
Efectivamente. Gracias, joven (aunque quizás eres demasiado joven para ver esta serie, ¿no?). Nos dejábamos al gran Perry Abbott, quien se lanzó de cabeza al agujero al final de la temporada anterior. ¿Dónde fue a parar?
Pues Perry Abbott protagoniza su propia versión de Regreso al futuro, apareciendo en un momento del pasado en el que sus padres ni siquiera estaban liados. Es más, Cecilia estaba liada con Wayne Tillerson (“¡Hostia puta!”, exclama el bueno de Perry cuando se entera). Cual Marty McFly vaquero (mejor vestido, eso sí), Perry pasará unos días en el pasado con la excusa de buscar a Rebecca, con tan mala suerte que, en un momento en que Wayne se toma un chute de mineral tiempero, este se entera de que Perry viaja en el tiempo.
Todo parece indicar que la misión de Perry es que sus padres se enamoren antes de que todos desaparezcan de la foto y de que el rayo caiga sobre el reloj de la torre. ¿O me estoy liando? Es igual. Royal Abbott, en su versión joven, le empuja al agujero con la excusa de que no pertenece a ese tiempo. Y vamos a ver, Royal, ¿acaso tú sí? ¿Por qué Perry tiene que largarse y tú te has quedado cincuenta años?
¿Y adónde va a parar Perry en su segundo viaje por el bujero temporal? Pues ojo que aquí viene el gran giro de la segunda temporada porque Perry, nuestro Perry, aparece unos momentos antes de que matase a Trevor Tillerson (Matt Lauria) y todo se fuese a la mierda. Como es un cacho de pan (algo tonto pero un cacho de pan) intenta impedir que su yo mate a Trevor y… ¡sorpresa, sorpresa!, es él quien acaba con el cráneo roto.
En una escena surrealista, Perry coge su propio cadáver y lo echa al agujero, tal como Royal hizo con Trevor en la primera temporada. Tras esto, Perry regresa al rancho como si tal cosa, a sustituirse a sí mismo y contarle un cuento a Amy.
Aquí surge la gran pregunta. ¿Perry se halla en otra línea temporal? ¿Ha cambiado el pasado? ¿Está Trevor vivo? Estos sucesos hacen saltar por los aires toda la serie porque, lo más lógico, lo que toda película y serie sobre viajes en el tiempo establece, es que si muere tu yo pasado automáticamente pasas a mejor vida. Ya sabéis, el rollo de si viajo al pasado y mato a mi abuelo entonces no naceré y no viajaré al pasado y no mataré al abuelo, etc, etc, etc.
Lo más lógico hubiese sido que Perry desapareciese cuando su yo pasado murió pero no, eso no ha pasado. Por el momento no tenemos explicación a todo este embrollo y habrá que esperar a la siguiente temporada porque, tal y como le dice Autumn a Royal al final del episodio, esto sólo es el principio.
Valoración de la temporada
Efectivamente, esto parece el principio. Tal y como se ha planteado esta segunda temporada, la anterior parece el prólogo de esta. Es verdad que algunas preguntas se han resuelto pero, como era de esperar, han aparecido otras.
Queda claro que el tiempo fluye y que eso es lo que hay en el agujero: tiempo. Queda claro que hay viajeros del tiempo y que se hallan conectados (como cuando Joy, Perry o Royal oyen un zumbido cada vez que aparece el agujero). Queda claro que los animales que no sabíamos qué pintaban son animales que han viajado en el tiempo (hay que fijarse en la escena en la que aparecen ante Joy, reconociendo su conexión), especialmente el bisonte con flechas clavadas.
Lo que no queda claro es si el pasado se puede cambiar o el futuro ya está escrito. No queda claro adónde ha ido a parar Amy o dónde está Wayne. Y hay algunos personajes de los que nunca más se supo, como Karl Cleaver (Kevin Chamberlain), el abogado que parece tener un accidente en la temporada anterior pero del que no nos confirman nada.
O peor, el personaje de Patricia Tillerson (Deirdre O’Connell), que tiene una brillante aparición en esta temporada (“Satanás nos envía a su emisario”, afirma Wayne cuando la ve en el hospital), pero que luego desaparece totalmente.
Por otro lado, la sorpresa inicial se ha diluido (y más tras dos años de espera). Outer Range se ha consolidado como una serie sobre viajes en el tiempo pero me atrevo a decir que ha perdido algo de surrealismo por el camino, ese toque a lo David Lynch que muchos señalábamos en la temporada anterior (como sucede al explicar qué pintaba el bisonte con las flechas clavadas).
También es cierto que tenemos alguna escena tan surrealista o más que las anteriores, especialmente las protagonizadas por el clan Tillerson y cada vez que algún personaje se mete un chute de mineral tiempero.
En fin, que la segunda temporada de Outer Range nos ha gustado porque nos gustan las series enrevesadas, las que van planteando preguntas y dando respuestas justas, las que son adictivas. Y esta lo es.
Eso sí, los siete episodios se me han antojado algo cortos. Un episodio o dos más no le habrían sentado mal y podrían haber dado más protagonismo a personajes que no han gozado de tantos minutos en pantalla. Outer Range es también una serie coral, en la que cada uno tiene su papel y quizás no hayan logrado el equilibrio que sí lograron en la temporada anterior.
Y la última pregunta: ¿tendremos tercera temporada? No hay nada confirmado y yo soy algo pesimista pero Josh Brolin ha dejado caer que sería fantástico que hubiera una. Dependerá de Amazon, quienes deben andar algo escasos de dinero, pobrecitos míos.
Si no, no se explica esa manía de meter publicidad al principio y en medio de cada episodio. Será que Jeff Bezos anda corto de calderilla. Eso o que tienen ganas de exprimirnos como un limón porque eso de que la publicidad sea de sus propias series y películas demuestra que su fin es molestarnos y que paguemos más por quitarnos esa molestia. Lo llevan claro. Un saludo, sed felices.
