Rick y Morty dio un final espectacular a su quinta temporada, con algunas revelaciones extraordinarias sobre la propia naturaleza de los Ricks y sobre el antagonista más popular de la serie. Por ello, pese a los grandes momentos que esta tanda de episodios nos ha proporcionado, los fans no podían evitar preguntarse si su continuación estaría a la altura de aquel clímax tan recordado. En este caso, los creadores han decidido optar por una historia más pequeña pero también muy reveladora sobre el carácter de los protagonistas.
¿Rick y Morty? ¿De verdad?
Después del episodio anterior, Rick se está comportando como un abuelo ejemplar. Sin abandonar su socarronería habitual, celebra la Navidad haciendo diversos regalos a la familia. Obtiene los presentes perfectos para su yerno, nieta e hijas, pero el regalo más llamativo es para Morty: su propia espada láser, que funciona en la realidad como lo hace en las películas de La guerra de las galaxias, y con la que el adolescente juega sin preocuparse por las consecuencias. Por accidente, acabará clavando su espada en el suelo, haciendo que esta descienda sin control.
Este accidente pone en peligro la vida en el planeta Tierra, ya que es posible que el sable llegue hasta su núcleo y haga explotar el globo. Mientras Rick y Morty intentan arreglar este error, el nieto descubrirá que su abuelo no es realmente su abuelo, sino un robot que el verdadero Rick programó en el episodio anterior para que cuidara de su familia mientras intentaba cazar al asesino de su mujer e hija. Mientras el científico loco persigue incansable su obsesión, Morty contará con la ayuda del presidente de Estados Unidos para atrapar el sable láser.
La amenaza del fandom
Si en la temporada anterior se nos dio un final épico que los seguidores de la serie llevaban años esperando, en esta ocasión se ha optado por una estrategia distinta. Sin duda, los guionistas de Rick y Morty saben que no se puede repetir el mismo truco dos veces: un enfrentamiento con Rick Prime habría sido anticlimático, ya que apenas hemos tenido ocasión de verlo en acción, al contrario de lo que sucedía con el Morty malvado. Por ello, han preferido golpearnos de otra forma. En los sentimientos.
En este episodio se revela que el Rick al que tanto alabamos en el capítulo anterior no era en realidad Rick, sino un duplicado robótico diseñado para mantener a la familia en un engaño feliz. Aunque es cierto que este científico loco ha evolucionado desde la primera temporada, el episodio nos recuerda que sigue siendo un individuo egoísta demasiado enfrascado en sus obsesiones como para hacer caso a los suyos. Aun así, se agradece que este engaño se diera únicamente en el capítulo anterior, ya que revelar que Rick había sido un impostor durante toda la temporada habría invalidado algunos grandes momentos.
Pero, aun así, las revelaciones siguen muy presentes, con un Rick que ha tirado por la borda todo su desarrollo… o, peor todavía, que ha sustituido la indiferencia por una muestra enfermiza de amor. Ver cómo le promete a Morty que podrá acompañarlo en su venganza resulta descorazonador, sobre todo al observar la cara de circunstancias que muestra el pobre chaval. Los arcos de redención no siempre son lineales (solo hay que ver a Zuko), sino que tienen baches como estos. Veremos si Rick acaba completando el suyo.
Por lo demás, se trata de un episodio entretenido, aunque quizás con un humor menos desternillante que el de otras entregas inmediatamente anteriores. Sin embargo, ya era hora de que Rick y Morty parodiara Star Wars de manera directa, y lo ha hecho de la mejor forma posible: burlándose de los fans. El presidente de Estados Unidos como encarnación de los sectores más tóxicos del fandom es el personaje más divertido del episodio, junto al desdichado Rick robótico que intentará quitarse la vida con cada ocasión que surja, y el robot con espadas láser en lugar de ojos es una adecuada representación de todos esos fans que creen que la franquicia mejoraría si ellos escribieran los guiones.
Conclusión
La sexta temporada de Rick y Morty ha superado con creces a las dos últimas, que tan divisivas resultaron, a pesar de un final que a priori no debería resultar tan satisfactorio. Pero esta conclusión promete no solo desarrollos posteriores de personaje, sino un nuevo arco de venganza que estamos deseando ver.
Eso sí, echamos de menos a Persona Pájaro.
