Bienvenidos a una nueva temporada de Superman & Lois, la mejor serie del Arrowerso sin discusión, ya disponible en HBO Max. Superman, Lois y demás familia vuelven a nuestras pantallas justo donde lo dejaron, con la llegada a la Tierra de Nat, la hija de John Henry y la Lois de su universo. La chica corre hacia la que piensa que es su madre antes de ser detenida por John en el último momento. La cara de desconcierto de Lois es un poema, no sabe que hacer, ni que decir, parece que algo se ha roto dentro de ella. Después tenemos un pequeño salto temporal, concretamente de tres meses.
Enlace a los análisis anteriores de Superman & Lois.
Las cosas no parecen ir muy bien en la casa de Clark y Lois. La periodista está pasando un mal momento. Tanto en su casa como en su trabajo en el periódico de Smallville, donde no logra encontrar un nuevo trabajador que le parezca bien. Para colmo, se acaba encontrando a su hijo Jon con su novia medio en pelotas en su habitación después de que su padre los haya tenido que dejar solos. El pollo que monta es tremendo.
Superman se ha tenido que marchar para salvar a un submarino chino que se estaba hundiendo, algo que logra, aunque sufra unos dolores de cabeza tremendos que casi le hacen fracasar. Después se encuentra con el teniente Anderson, nuevo jefe de Defensa de EE UU en sustitución del General Lane. El cambio no es para bien. Anderson quiere que Superman este supeditado a EE UU mientras que nuestro héroe debe su lealtad a todo el planeta, algo que el teniente no acaba de aceptar.
Jordan por su parte está impaciente por volver a reencontrarse con Sarah, que vuelve de un campamento. Pero esa esperada reunión no sale demasiado bien ya que la muchacha parece estar muy distante, como si tuviera algo que decir y no se atreviera.
Pero Sarah no es la única de los Cushing con problemas. Lana da su apoyo a un nuevo candidato a la alcaldía de Smallville y esto no parece sentarle muy bien a su esposo, que tiene severos problemas de confianza.
Lois se da cuenta de que no puede seguir así y llama a John Henry, el cual está intentando vivir con Nat en Metropolis, aunque no les va demasiado bien. La joven no se adapta a una vida nueva que tanto le recuerda a lo que ha tenido que dejar atrás.
Smallville sigue siendo el epicentro de fenómenos extraños y esa noche hay un terremoto que amenaza con sepultar a los trabajadores de las minas del pueblo. Cuando Superman va a rescatarlos queda impedido por unos nuevos dolores de cabeza y solo le da tiempo a ver como los mineros son rescatados por unos soldados con el emblema de La Casa de El. Nuestro protagonista marcha a encararse con Anderson que le dice que ya que no tiene su lealtad se ha buscado un grupo de soldados que no tengan dudas sobre quien manda, y que usará el símbolo de la gran S si quiere, algo que a Superman no le hace ninguna gracia.
Al menos el regreso de Clark a la granja acaba bien. John Henry y Nat se van a quedar a vivir con ellos mientras Lois intentará acercar lazos con la chica. Sabe que no es su hija, pero después de que ella se sintiera abandonada por su propia madre, no quiere que Nat tenga que pasar por algo similar.
El capítulo se cierra con Clark pareciendo escuchar con su superoído unos fuertes golpes que no saben de donde proceden. Aunque nosotros podemos ver a miles metros bajo tierra, una mano enfundada en un grueso guante golpeando un muro de contención, intentando escapar.
Valoración de episodio
Superman & Lois sorprendió el año pasado con una propuesta que lograba mezclar muy bien la vertiente más superheroica de los personajes con un acertado tratamiento de su vida familiar, la cual esta muy bien retratada, sin caer en tópicos. El problema es que en este capítulo solo hemos visto el aspecto más costumbrista, y para colmo y siguiendo con lo que vimos en los últimos episodios de la temporada anterior, todo lo que nos cuentan es previsible y aburrido.
Primero tenemos los problemas de pareja entre Clark y Lois y entre Lara y Kyle. Entiendo que hay que hacer evolucionar la relación entre Lois y Nat para forjar nuevos lazos que den un impulso a la serie. No se me escapa que Lois abortó una niña a la que iban a llamar Nat, lo que unido a la sensación de abandono que le dejó su madre, puede hacer que se rompa un poco por dentro al ver a la hija de John Henry. Pero no hay que olvidar en que tipo de serie estamos. El dramón familiar puede estar bien en otros sitios, pero aquí puede aburrir un poco. Y si a eso le sumamos lo pesados que son los Cushing, con dobles problemas de parejas, apaga y vámonos. Menos mal que parece que esas dos tramas se cierran rápido, esperemos no tener mucho más de esto en el futuro.
Tampoco me ha gustado los toques de culebrón adolescente que salpican la historia. Lo de Jon con su novia, aunque fútil, al menos es divertido. Pero lo de Jordan con Sarah… La chica parecía lo mas salvable de su familia, pero parece que también puede ser un incordio. Es posible que la muchacha haya conocido a otro en el campamento donde ha estado y eso puede ser un duro golpe para el pobre de Jordan. Pero bueno, si esto es así, que se lo diga de una vez y que no maree al chico ni a nosotros, los pobres espectadores.
En cuanto a la nueva situación en Defensa, tampoco es que destaque por su originalidad. Ya estamos acostumbrados a esa mentalidad estadounidense de conmigo o contra mí. Lo hemos visto una y mil veces en otras ficciones, aunque teniendo en cuenta lo que representa un personaje como Superman, suene un poco raro. Ya veremos por donde van los tiros con esta trama y con estos nuevos metahumanos, pero me parece un gran acierto que se apropien del símbolo de La Casa de El, es lo que tiene no haber pasado por la oficina de registros Clark.
En definitiva, el problema es que casi no hay acción ni historia de superhéroes en este capítulo, lo que rompe el delicado equilibrio que tan bien había sabido mantener la serie. Esperemos que la trama se deje de tanto drama familiar y remonte el vuelo rápidamente. Sobre todo, si ese guante que hemos visto al final es de quien yo pienso que es…