Análisis de The Expanse. Temporada 6. Episodio 5

Nos queda un único episodio para cerrar The Expanse y aquí estamos para analizar el quinto de la sexta temporada, cuyo título es Por qúe luchamos. La serie, basada en la saga de novelas de James S.A. Corey, es emitida por Prime Video.

Bienvenidos a un nuevo análisis de The Expanse y cuánta tristeza nos invade al saber que estamos llegando al final. Este penúltimo episodio de la temporada final tiene, indudablemente, un personaje sobresaliente: Camina Drummer. Pero además está plagado de excelentes diálogos que preanuncian un final épico que se sigue haciendo esperar.

Pasemos ya mismo a analizarlo, advirtiendo, desde ya que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y sin dejar de recordarles que pueden echar ojo aquí a nuestros análisis anteriores.

El Niño está de Vuelta

El episodio, por supuesto, vuelve a comenzar en Laconia. Tal como viéramos en la entrega anterior, Cara ha llevado el cuerpo de su hermano a ser asistido por la criatura que cura: ello mientras se mantiene oculta de sus propios padres que, junto a un equipo de colonos, la buscan por los bosques.

De pronto, Alexander ya no está sobre la camilla sino sentado entre la maleza y rodeado por tres de los “extraños perros”. Ella, obviamente, se alegra de su éxito y de tenerlo de vuelta, pero él manifiesta sentirse raro y, por cierto, sus ojos brillan de un modo particular.

Mientras me pregunto si no sería mejor dejar muerto lo que está muerto, se me vuelven a cruzar imágenes de Cementerio de Animales: hasta hay un niño que ha vuelto de la muerte tras morir atropellado. Por cierto, Alexander dice estar “en el sustrato”, lo cual es para los lectores de los libros toda una referencia sobre la cual nada diré, salvo que tiene relación con la protomolécula.

Celebración y Culpas

Los marcianos que, recordemos, se han lanzado contra la Armada Libre aun sin aval terrícola, están al borde del anillo con la intención de arrebatarle a Inaros el control de la estación Medina. Se encuentran allí, sin embargo, con un cañón de riel y, en escasos instantes, sus seis naves son destruidas.

Es evidente que los de Inaros están utilizando tecnología justamente marciana y facilitada en su momento por el almirante Sauveterre. Da por pensar, también, que lo que acabamos de ver es la razón de la emergencia por la cual fuera convocado el almirante Duarte en Laconia.

A bordo de la Pella y entre los consabidos vítores para Inaros, hay clima de celebración por la destrucción de las naves, pero también preocupación por la escalada de Camina Drummer.

Filip, en cambio, está preocupado porque Tadeo, para esta altura más su amigo que su instructor, está detenido. Al visitarlo en su calabozo, se entera que es por haber violado el silencio de radio al enviar un mensaje a Ceres para saber sobre su hermano después de las detonaciones.

Conmovido, Filip averigua por su cuenta y descubre al hermano de Tadeo entre los nombres de la lista de víctimas fatales de las explosiones. En cuanto le pone al tanto, Tadeo rompe en llanto y se culpa por lo ocurrido. El joven intenta calmarlo con que no fue culpa suya sino de los internos pero, para su sorpresa, Tadeo confiesa haber sido parte del equipo que colocó allí los explosivos: según dice, se le había asegurado que ningún cinturonero moriría.

Filip lo abraza y llora con él mientras su rostro, cada vez más, es surcado por dudas y conflictos: poco a poco, se va enterando quién es su padre y que, tal vez, no diste tanto del cobarde traidor a que hiciera referencia Camina Drummer en su mensaje público.

Ello ocurre mientras Rosenfeld, paradójicamente, le está mostrando a Marco una filmación en la que se ve a su hijo comprometido con la causa y pronunciando una arenga bélica contra los mundos interiores, la misma que le oyéramos al cierre de la entrega anterior. Lo que busca, claro, es que deje de distraerse con Filip y se centre en la contienda que tienen enfrente: el semblante de Marco parece acusar recibo y Rosenfeld recuperar algo de influencia.

Encuentros y Reencuentros en Ceres

Mientras la Rocinante está siendo equipada con un nuevo tipo de revestimiento para hacerla más resistente, Avasarala vuelve a encontrarse con Bobbie Draper. La secretaria lamenta no haber dado apoyo al ataque marciano: presume que de haber participado ambas flotas mancomunadas el resultado podría haber sido otro; se pregunta si no se está ablandando. Bobbie, a su vez, se reprende a sí misma por lo que aún cree que fue un fallo en el misil aun cuando Avasarala no la acusa de nada. Una buena escena de culpas compartidas.

A través de un mensaje, Elvi Okoye (la exobióloga de la cuarta temporada, ¿recuerdan?) pone al tanto a Holden de que en el anillo hay lo que llama “un umbral de energía masiva” que, al parecer, se sobrecarga cuántas más naves pasan a través del mismo y las consecuencias de ello podrían ser catastróficas para el universo, sobre todo ahora que los de Inaros están utilizando un cañón de riel. Holden abriga alguna esperanza de que se pueda hablar con él para persuadirlo de lo contrario, pero cuando se lo plantea a Avasarala, esta lo ve como una ingenuidad y, a decir verdad, también nosotros.

Amos no está convencido de regresar a la Rocinante tras haberse enterado que Holden desactivó la ojiva. Así se lo hace saber a Bobbie mientras se le ve perdido por bares y burdeles. Ella recibe la noticia con sorpresa pero a la vez con comicidad: le replica que la moral puede ser muy relativa en una guerra y quizás nadie sea tan linealmente bueno o malo. Es un planteo que recuerda al que le hiciera Holden a Clarissa y pareciera tener algún efecto en Amos, que al menos reconoce que, cada tanto, Holden salva a la humanidad.

Drummer llega con los suministros que le ha quitado a Inaros. Su osada acción ha levantado admiración por todo el sistema y algunos cinturoneros la reciben como heroína, en tanto que otros, como Sanjrani, la acusan de ser mascota de los mundos interiores.

Ya al aproximarse a Ceres, Camina se irrita al ser informada de que sus naves deben pasar por un protocolo de inspección. Una oportuna comunicación de Avasarala, sin embargo, la anoticia de que podrán pasar sin problemas y que sus naves serán recibidas en calidad de soberanas. Está claro que la secretaria no quiere alejarla y la admira por lo que ha hecho.

Camina, en cambio, no tiene intención de permanecer demasiado tiempo allí: su principal preocupación es que Josep reciba asistencia tras la amputación de su brazo. Se le ha intentado insertar uno nuevo pero sufre algún tipo de rechazo y no crece (admito con culpa que se me cruzó alguna imagen de Deadpool): no queda más remedio que colocarle una prótesis y dejarlo en Ceres. Ya no podrá seguir a bordo de la Tynan. Michio, paradójicamente casi expulsada por él, decide quedarse a su lado y con tristeza, Camina ve terminarse definitivamente la familia del poliamor.

Poco después, se reencuentra en la Tynan con Naomi, generándose un momento entre tenso y emotivo. Ambas han estado en el pasado en un mismo bando, pero Camina no está convencida del actual rumbo de Naomi y muestra muchas dudas a la hora de colaborar con los mundos interiores: insiste en que les han explotado por largo tiempo. La actuación de Cara Gee es, una vez más, descomunal, al reflejar las tormentas que le están carcomiendo por dentro.

Naomi, de hecho, no ha ido solo a verla como vieja amiga. Le informa que ha sido enviada por Holden para ponerla al tanto de que Avasarala quiere reunirse con ella. Ello causa desagrado en Camina, que no muestra entusiasmo alguno sino más bien lo contrario. No obstante, y aunque la manda literalmente a la mierda, ambas terminan abrazadas y llorando en una escena que remite a la de Filip y Tadeo momentos antes.

Sin embargo, termina siendo la propia Avasarala quien, para sorpresa de Camina, asiste a lo que es el primer encuentro cara a cara entre ambas, lo cual es todo un impacto para quienes seguimos la serie y cito algunas frases porque el diálogo no tiene desperdicio: “el sistema está lleno de tumbas de cinturoneros que confiaron en los internos”, le espeta Drummer. “Y mi planeta está cubierto ahora con los cuerpos de los seres humanos que pagaron el precio por ello”, le replica Avasarala, quien promete cambiar las cosas y se jacta de no ser una mentirosa.

Camina termina aceptando la alianza pero solo bajo la condición de no recibir órdenes de los internos. Avasarala acepta y sellan el acuerdo con un apretón de manos, pero también con un gesto desconfiado de Camina, quien pregunta qué pasará con la alianza cuando la guerra esté ganada e Inaros muerto. Intensísima escena que cierra el episodio.

Balance del Episodio

Vaya. Cuesta digerir que estamos a tan poco del cierre de esta magnífica serie. Y no sé si será el poco deseo de que termine o qué, pero la sensación que me da es que no estamos ni cerca del final. Es decir, los sucesos que vemos claramente se encaminan hacia ello, ¿pero lograrán meter en un único episodio todo lo necesario para cerrar trama y subtramas? ¿O dejarán alguna puerta abierta para un hipotético spin-off?

Por lo pronto, lo que se ve es que se siguen tomando su tiempo y van sin apuro. Este ha sido un episodio tan excelente como climático: no hemos tenido, nuevamente, ninguna escena épica, salvo la corta batalla del anillo. Pero sí diálogos excelentes, a saber: Filip- Tadeo, Avasarala-Bobbie, Amos-Bobbie, Camina-Naomi y Camina-Avasarala. Creo que este último ha sido la gran coronación del episodio, pues de verdad esperábamos el encuentro entre esos pesos pesados.

Se advierte, además, un esfuerzo por reintroducir personajes casi olvidados de temporadas anteriores, así como por brindar guiños a los lectores de las novelas para que sepan que no se va a perder en la nada lo que quede fuera de la adaptación. Y, sin embargo, lo bueno de ello es que en ningún momento se ve saturado, confuso o forzado.

Quedando un único episodio por delante, es de creer que, esta vez sí, se nos viene un cierre a toda épica. ¿Final feliz? Es difícil decirlo, sobre todo cuando la saga de libros continúa bastante más allá que esta adaptación: no podemos saber, por ende, cómo irán a cerrar la serie, pero sí se puede aventurar que un final del todo feliz difícilmente encaje en una serie como The Expanse.

Veremos qué nos depara un desenlace que se avizora apoteósico, así que, por última vez, me veo obligado a invitarlos a reencontrarnos la semana que viene para analizar no ya un episodio, sino con seguridad la serie completa.

Será hasta entonces y sean felices…