The Mandalorian, después del inciso de la semana anterior, vuelve con un capítulo de duración habitual y con una trama más cercana a lo que hemos visto hasta ahora, donde seguiremos explorando el destino de los mandalorianos que lograron escapar a la destrucción de su planeta y veremos cómo sus nuevos integrantes aprenden las costumbres del pueblo. Un capítulo relativamente tranquilo, presumiblemente antes de que lleguen momentos más convulsos.
La calma antes de la tormenta
Bo-Katan y Grogu entrenan junto al resto de miembros de la secta a la que pertenece Din Djarin. Las cosas parecen tranquilas, pero todos sabemos que la calma no puede durar mucho para nuestro sufrido protagonista: una bestia voladora secuestra a un niño de la tribu, y una partida deberá rescatar al joven de las garras del monstruo antes de que lo devore.
Mientras tanto, Grogu aprenderá con la líder de los mandalorianos, y revivirá unos recuerdos traumáticos de su huida del templo jedi.
The Mandalorian: progresa adecuadamente
The Mandalorian siempre ha tenido capítulos de este tipo, en los que no sucede gran cosa y que no tienen un gran peso sobre el argumento principal, pero que suelen servir para fortalecer las relaciones de los personajes o explorar algunos rincones poco valorados del universo de La guerra de las galaxias. En este caso, la persecución del monstruo y el rescate del niño sirven para estrechar los lazos entre Mando y su gente, y para zanjar la rivalidad que ha tenido con Paz Vizsla desde los comienzos de la serie. Suponemos que este guerrero no seguirá criticando a Din Djarin después de que este haya salvado a su hijo.
El episodio se centra en Grogu sin utilizarlo como reclamo comercial ni como mero recurso argumental, mostrándonos su integración dentro de la cultura mandaloriana y el adiestramiento que la líder le da. ¿Es su reacción a la forja una mera asociación visceral de ideas o supone una semilla de oposición a la ideología de los mandalorianos? Desde luego, tendría mucho peso dramático que nuestro protagonista, después de redimirse a ojos de su gente, tuviera que escoger entre ellos o su hijo adoptivo. En todo caso, esta inquietud ha servido como excusa para narrarnos un flashback del ataque clon al templo jedi.
Esta escena, que amplía algo que ya exploramos en la temporada anterior y en El Libro de Boba Fett, no aporta demasiado a la historia del bebé Yoda, y quizás podría haberse resuelto con más rapidez para dar más importancia al futuro de este niño como mandaloriano. Entiendo que hay muchos fans de Star Wars que babean al ver una espada láser, pero una serie como esta debería tener su propia identidad, y este tipo de añadidos tan burdos solo sirven para reavivar la nostalgia por las películas.
La lucha contra el monstruo volador se deja ver, pero tampoco destaca especialmente: quizás las series de gran presupuesto nos han malacostumbrado, pero es mucho menos espectacular que, por ejemplo, la caza del dragón krayt en la segunda temporada. Aunque nos alegramos de ver a estos tres guerreros mandalorianos trabajando juntos y la escena cumple su cometido sin demasiados problemas, la acción es algo confusa y poco inspirada visualmente. Por no mencionar que poner a un niño desconocido en peligro no crea ninguna tensión en una serie tan conocida de Disney: ya suponemos que no lo van a matar.
La mención del mitosaurio, el legendario monstruo mandaloriano que el líder del planeta está destinado a montar, sienta las bases para el regreso de estos guerreros a su pueblo y, quizás, por el comienzo de una rivalidad para hacerse con el trono de Mandalore. Estamos expectantes por ver qué planes tiene Bo-Katan para esta bestia y esperamos que le dure más que el antagonista de este episodio.
Conclusión
The Mandalorian sigue siendo una serie entretenida, pese a todos los inconvenientes que podamos tener con su evolución, pero parece que le está costando coger el ritmo después de que la trama de las dos primeras temporadas (proteger a Grogu y devolverlo al nuevo templo jedi) se haya resuelto de manera tan satisfactoria. Aun así, sigue siendo un contenido muy digno que esperamos que vaya a más conforme el clímax de esta temporada se vaya acercando. No hemos dicho mucho en este artículo, pero es que el capítulo tampoco nos ha contado demasiado.
“este tipo de añadidos tan burdos solo sirven para reavivar la nostalgia por las películas.”
No coincido, para mí esa fue la mejor escena de todo el episodio, no solo porque ya por fin supimos como Grogu sobrevivio a la orden 66, sino que como secuencia de accion estuvo muy bien rodada. Además, que gusto me dio ver que el actor que dio vida al jedi que lo rescató fue Ahmed Best, quien recibió odio e insultos a más no poder (y que casi lo ponen al borde del suicidio) por haber hecho de Jar Jar Binks en el Episodio 1. Aplausos a la produccion de The Mandalorian por haberlo incluido.
Por lo demás, una temporada entrenida que poco a poco va creciendo, en la que esta claro que dejaron de lado los episodios autoconclusivos y ahora veremos una trama mas general desarrollandose a lo largo de los capítulos.
Pero, aparte del guiño a los fans, no aporta demasiado a la trama, y quita tiempo para desarrollar otras ideas que podrían haber dado para más.
En cuanto a la trama general, estoy de acuerdo en que ha supuesto un cambio… pero no estoy seguro de que sea a mejor. Supongo que, cuando termine, sabremos si el cambio ha merecido la pena o no.