Un retorno a la altura de las expectativas
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Tal como si fuera una pava con agua a fuego lento: así comenzó una de las series llamada a ser de las mejores de la historia. Así comenzó Better Call Saul. Con solo nombrarla sabemos que hablamos de algo de excelencia y esta temporada no iba ser la excepción.
Mientras pasaban los minutos, esa densidad y lentitud iba tomando poco a poco temperatura, hasta llegar a su punto máximo de ebullición y volatilidad en el segundo episodio. El capítulo dos, llamado “Zanahoria y palo”, fue calor y acción en estado puro, tal como nos ha tenido acostumbrados a lo largo de todo este tiempo la genialidad del gran Vince Gilligan.
El capítulo uno llamado: “Días de vino y rosas”, comienza a unir las piezas de este fantástico rompecabezas. Nos sitúa donde habíamos quedado y nos guía hacia dónde vamos. Cada parte encastra de una forma muy simétrica y perfecta. Fue un episodio un poco lento, que nos orienta acerca de hacia dónde irá la trama.
Es brillante como de una serie tan significativa y abarcativa como lo fue Breaking Bad se podía hacer un spin off con la misma maestría. Es muy difícil realizar una historia anterior cuando se conoce el desenlace final, y pese a todo, seguir manteniendo la incertidumbre y el misterio.
Ya en el segundo episodio entramos de lleno en Better Call Saul. Lalo Salamanca irá a cobrar venganza por todo lo sucedido con su familia. Es tan astuto que no ha dejado un cabo suelto y se hace pasar por muerto para atacar cuando las defensas estén bajas.
Pero ahí está Gustavo Fring: otra cabeza muy inteligente y maligna que con solo visitar a Héctor Salamanca sabe que Lalo no murió. El dueño de Pollos Hermanos hará cualquier cosa por conseguir su objetivo, inclusive asesinar al padre de Nacho Varga si así fuera necesario.
Entre medio de toda esa guerra del narcotráfico está Jimmy McGill que ya evidentemente se ha convertido en el mítico Saul Goodman. Perdió todo tipo de moral y ética y va de lleno contra Howard Hamlin, tratando de arruinar su imagen frente a su más cercano socio como lo es Clifford Main.
Aquí lo más llamativo no es cómo actúa Jimmy; lo sorprendente, es cómo procede Kim que se parece más a Saul Goodman que el propio Saul. Ella ayuda con la introducción de la cocaína y también se luce con la familia Kettleman (aún no aprendieron de su error y andan con negocios turbios). De esta situación se aprovecha la abogada para sobornarlos a que cooperen con la difamación de la imagen de Howard.
Vemos una Kim sin escrúpulos, dando consejos y terminando de convertir a Jimmy en Saul. Este debe ser extravagante y extrovertido en sus formas, pero también en sus vestimentas y autos, tal como el Goodman que todos conocemos.
Conclusiones
Estamos conociendo una Kim distinta, una que se está mimetizando con el mismísimo Saul. Ya son un gran equipo donde los dos piensan y actúan de la misma forma. En lo único que no está de acuerdo la abogada, es en que Jimmy esté involucrado con el cártel de drogas. Claros ejemplos son: cuando tira el vaso que le regaló o cuando se muestra en desacuerdo con que use el dinero del bolso.
Jimmy, por su parte, aún no puede superar del todo los sucesos vividos. Para mal de males, los fiscales saben que la persona a la cual estuvo representando y sacó de la cárcel nunca existió. Esa persona es Lalo Salamanca y esto seguramente traerá cola durante la temporada.
Otro dato sobresaliente es que el blanco y negro del inicio de los episodios va tomando color hasta mostrarnos que estamos en el presente, donde nos cuentan qué fue de Saul luego de los sucesos de Breaking Bad, y que pasará con Gene Takovic, su nueva personalidad.
La otra trama, la del narcotráfico, nos muestra a un Nacho Varga acorralado y traicionado por Gus Fring. Llama a Tyrus avisando que se va, y ahí comprueba que ellos son quienes lo quieren muerto. El vigilante que lo observaba trabaja para Gus.
Pero no es solo Fring quien lo busca para que no hable; Don Eladio cree que Nacho es el culpable del asesinato de los Salamanca por los datos que encontraron en la caja fuerte. Y tengamos en cuenta que Lalo sabe que la prueba de la traición es Varga y lo necesita vivo para que confiese.
Ahora Nacho está solo y debe velar por su vida haciéndole frente a Gus que es capaz de usar a su padre como carnada, a Lalo que lo quiere vivo para que hable y a Don Eladio para vengar la traición.
Lalo va tras los pasos de Gus, pero antes necesita una prueba de que él fue el artífice de todo y esa prueba es Nacho. Lalo utiliza su falsa muerte como estrategia; todos piensan que ha caído: desde la policía hasta sus primos. El cuerpo que dejó quemado es idéntico al suyo; inclusive tiene su dentadura. El único escéptico a esto es Fring, quien sabe lo que se le avecina porque tiene la certeza de que el Salamanca está vivo y va a querer vengar la muerte de su familia.
Espero que sean felices tal como lo soy yo con la vuelta de Saul. Hasta la próxima semana.
