Planeta publica en un tomo unitario la miniserie de cinco números Dead Day, editada originalmente por Aftershock, y que presenta una historia de zombis que promete ser fresca y novedosa a cargo del guionista Ryan Parrott y el dibujante Evgeniy Bornyakov.
El resumen de la editorial es el siguiente: Te presentamos a los Haskin, a primera vista, una familia normal y corriente de las afueras que se prepara para la macabra festividad anual del Día de los Muertos, cuando los fallecidos salen de su tumba desde la puesta del sol hasta el amanecer. Algunos vuelven para reunirse con la familia y con sus amistades… pero otros quieren pegarse una última juerga. Un muerto irremediablemente unido a la familia Haskin, no obstante, ha vuelto para vengarse, lo que arrastrará a esta familia, con un normalísimo día a día, a una aventura desgarradora que pondrá a prueba sus lazos y que podría incluso acabar con ella.

Aunque parece que ya esta todo contado dentro del género zombie, de vez en cuando aparecen propuestas que nos prometen ir un poco más allá y ofrecer un acercamiento nuevo a este tipo historias. El problema es que no siempre lo consiguen así que cuando empiezas a leer este Dead Day estás un poco con la mosca detrás de la oreja esperando ver que te vas a encontrar.
En mi caso puedo decir que Dead Day no solo me ha sorprendido, sino que además me ha gustado mucho. Su propuesta, sin ser del todo original (ya hemos visto en otras ocasiones a los muertos volver de la muerte en distintas circunstancias), si que ofrece una idea novedosa que permite a los autores contarnos una historia que mezcla el terror, la venganza y el drama familiar que además queda perfectamente cerrada en un solo libro.

La premisa con la que juega el guionista es que hay un día en el que los muertos con asuntos pendientes se levantan de sus tumbas. Estos temas pendientes pueden ir desde querer pasar más tiempo con sus familiares a volver a saborear los placeres más macabros de la vida. Así que la gente se divide entre los que se encierran en sus casas para evitar posibles peligros y los que abrazan este día para intentar conectar con sus seres queridos ya fallecidos.
La sociedad está plenamente acostumbrada a este fenómeno, de tal manera que incluso la administración pública tiene recursos dedicados a ayudar a los muertos y a los vivos que quieren reunirse con ellos. Aunque también hay milicias armadas que piensan que esto es una atrocidad y se dedican a perseguir a los muertos para volver a matarlos.

En este escenario tan original y curioso se nos presenta a los Haskin, la típica familia Norteamérica, un matrimonio con hijo adolescente e hija pequeña que vive un pequeño conflicto. Melisa, la madre, quiere intentar reunirse con alguien de su pasado que falleció hace muchos años y que puede necesitar su ayuda, algo que no parece agradar demasiado a Daniel, el padre. Pero Daniel no puede hacer cambiar de idea a su esposa así que la deja ir mientras se queda en casa cuidando de sus hijos. Aunque Brandon, el mayor, tiene planes propios y acaba escapando de casa para ir a una fiesta con un grupo pseudorreligioso que ve algo divino en el Día de los Muertos. ¿La razón? Ha sido invitado a la fiesta por Lily, una de las chicas más guapas de su instituto.
Con estos elementos el guionista nos presenta una historia en la que el camino de la venganza llevará a que conozcamos los secretos de esta familia, unos secretos que sacados a la luz prometen ser muy importantes.
Ryan Parrott demuestra ser un guionista muy competente y alguien a seguir de cara al futuro. Tiene la habilidad de presentar a los personajes de manera rápida y concisa a la vez que nos cuenta la historia de la familia, con algunos giros argumentales muy interesantes. Sin olvidar de mostrarnos pinceladas de lo que supone el Día de los Muertos para otras personas. De esta manera el relato crece de manera orgánica, aumentando el interés por el universo que se crea y que resulta de lo más atrayente. Con el añadido de las dosis justas de un negro sentido del humor que queda como un guante a una historia como esta.

En cuanto al apartado gráfico, el dibujo de dibujante Evgeniy Bornyakov es simplemente cumplidor. No destaca en ningún aspecto y se limita a intentar acompañar de la mejor manera posible un guion que es la parte más importante del cómic.
La edición de Planeta es perfecta para disfrutar de una obra como esta. Recoge los cinco números de la miniserie, así que se puede disfrutar del tirón y tener la historia cerrada en un bonito tomo en tapa dura de 144 páginas que además incluye extras como un prólogo a cargo del escritor, un cuaderno de bocetos, una breve bio de los autores y lo mejor de todo, un divertido folleto de información para el ciudadano sobre el Día de los Muertos. El precio de venta es de 20 euros.
En resumen, Dead Day es una agradable sorpresa que nos presenta una historia original de zombies en la que brilla tanto la trama principal, como el universo tan rico y variado en el que tiene lugar la historia. Si tienes ganas de leer un relato de género cerrado y potente, con giros argumentales, con acción, con un socarrón sentido del humor y con las justas dosis de drama familiar, no lo dudes, Dead Day es tu compra.



