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Reseña de El Disturbio Eterno de Joe Sacco. Entre sombras y testimonios: el arte de narrar el dolor

Joe Sacco revela la complejidad del conflicto humano en un cómic que invita a la reflexión y la escucha activa

En El disturbio eterno, Joe Sacco regresa al territorio que mejor conoce: ese terreno movedizo donde la memoria colectiva se entrelaza con la violencia política, donde las voces marginales buscan un espacio para narrarse a sí mismas y donde la historia, lejos de ser una línea continua, es un laberinto de espejos rotos. Con la precisión del reportero y la sensibilidad del artista, Sacco construye un cómic que no solo documenta un conflicto, sino que nos obliga a mirar de frente aquello que preferiríamos ignorar: la persistencia casi orgánica del odio, el rencor y las heridas que nunca llegan a cerrarse del todo. Reseña de El Disturbio Eterno de Joe Sacco. Entre sombras y testimonios: el arte de narrar el dolor

Desde sus primeras páginas, el autor despliega su característica cartografía humana. No se limita a señalar hechos o ubicar al lector en un contexto histórico; más bien abre un pasadizo hacia la intimidad de los protagonistas, hacia sus gestos mínimos, sus silencios, sus contradicciones.

Las personas que entrevista no son piezas de un discurso moralizante ni meros ejemplos sociológicos. Son individuos palpables, vulnerables, que parecen tomar forma ante nuestros ojos a medida que la tinta negra va trazando sus contornos. Esa es quizá una de las virtudes más definitorias de Sacco: la capacidad de otorgar peso y densidad a los seres humanos que pueblan sus viñetas. En sus manos, cada rostro se convierte en un archivo emocional, una geografía que revela tanto como oculta.

El ritmo visual de El disturbio eterno es reposado, casi meditativo. Sacco no se apresura; deja que la escena respire, que el lector observe detalles que, aunque silenciosos, hablan con elocuencia. Las calles gastadas, las fachadas desconchadas, los interiores estrechos: todo parece guardar la memoria del conflicto, como si la arquitectura misma fuera un testigo involuntario de un ciclo repetido de violencia. Hay algo casi arqueológico en la manera en que el autor se acerca a estos espacios; no registra simples escenarios, sino lugares atravesados por la historia, cargados de una presencia que resuena como un eco insistente.Joe Sacco cosas felices

En el centro de la obra late una pregunta que Sacco jamás plantea de forma explícita, pero que se insinúa en cada diálogo y en cada plano general: ¿Cómo se sostiene un disturbio a través del tiempo? ¿Qué fuerzas psicológicas, sociales y políticas alimentan su perpetuidad? La noción de “eterno” que propone el título no es gratuita; sugiere una continuidad malsana, un bucle del que nadie parece ser capaz de escapar. Sacco explora este fenómeno con la mirada del documentalista, pero también con la intuición literaria de quien comprende que un conflicto no se explica únicamente desde cifras o cronologías, sino desde la fragilidad humana.

Lo más inquietante de este cómic publicado por Reservoir Books es la forma en que revela la persistencia del resentimiento como un hilo conductor que atraviesa generaciones. Sacco muestra cómo los jóvenes heredan no solo la identidad cultural o religiosa, sino también los miedos y la rabia de sus mayores. Este traspaso emocional, casi ritual, crea una atmósfera que resulta tan opresiva como inevitable.

El lector siente que está ante una maquinaria que no cesa, que se alimenta de los mismos relatos una y otra vez. Y sin embargo, sobre ese paisaje desolado, Sacco introduce destellos de humanidad que impiden caer en el determinismo. Hay bromas, miradas cómplices, pequeños momentos de resistencia cotidiana que apuntan a la posibilidad mínima, pero presente de un futuro distinto.

El trazo de Sacco, minucioso hasta rozar la obsesión, contribuye a reforzar esa sensación de lectura inmersiva. Cada viñeta está pensada para que el lector se detenga, para que observe cómo la realidad se fragmenta en múltiples capas. Su dibujo no embellece ni dramatiza; más bien ilumina. La elección del blanco y negro no es un gesto estético, sino ético: un recordatorio de que la historia rara vez se presenta en colores brillantes, sino en gradientes complejos donde las sombras tienen tanto peso como la luz. Este estilo austero le permite abordar escenas densas sin caer en el sensacionalismo, algo particularmente valioso cuando se trata de representar contextos de violencia.El disturbio eterno Sacco cosas felices

Pero quizá donde El disturbio eterno muestra su mayor fuerza es en el cuidado con que Sacco escucha a sus interlocutores. El cómic se convierte en un espacio donde las voces pueden resonar sin ser interrumpidas por juicios o interpretaciones precipitadas. Sacco sabe que la escucha es un acto tan político como dibujar; comprende que, al permitir que alguien narre su historia, está reconociendo su humanidad en un mundo que frecuentemente se la niega. Esta ética de la escucha impregna toda la obra y la convierte en un puente entre realidades que, de otro modo, permanecerían aisladas.

En última instancia, El disturbio eterno no pretende ofrecer soluciones ni conclusiones tranquilizadoras. Sacco tampoco se erige como un árbitro moral. Su objetivo es otro: abrir una grieta en la percepción del lector, obligarlo a enfrentar la complejidad del conflicto y a reconocer su dimensión humana. En un tiempo donde la indiferencia y la simplificación amenazan con reducir la realidad a eslóganes, este cómic se erige como un recordatorio poderoso de que las historias importan, que escucharlas es un acto de responsabilidad y que, a veces, la única manera de comprender el presente es mirar con atención esos disturbios que, aunque parezcan eternos, siguen siendo profundamente humanos.

 

Ficha técnica

Autor: Joe Sacco

Editorial: RESERVOIR BOOKS

Colección: Reservoir Gráfica

Páginas: 144

Traductor: Montserrat Meneses Vilar

Tipo de encuadernación: Tapa dura

Fecha de publicación: 06-11-2025
 9788410352339
Jason Mauri
Jason Mauri
Graduado en periodismo por la Universidad de Sevilla. Disfruto sumergiéndome en diferentes mundos a través de los libros, ya sean novelas de ficción, ensayos, biografías o cualquier libro que caiga en mis manos . Cada historia que leo me enriquece y me ofrece nuevas perspectivas sobre la vida. Mis otras pasiones son el motociclismo y el fútbol.
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