Nuevo episodio de Riverdale y, por lo tanto, nuevo análisis semanal: hoy con el sexto episodio de esta novena temporada cuyo título es Gambito de Serpiente. La serie, creada por Roberto Aguirre-Sacasa, es emitida por The CW y para España por Movistar+.
Hola nuevamente, riverdaleros. Bienvenidos sean a analizar un nuevo episodio de Riverdale que ha cerrado (quizás algo abruptamente) algunas de las subtramas, pero que deja aún pendiente de resolución la principal, en la que vemos cómo Percival Pickens (Chris O´Shea) se va convirtiendo, cada vez más, en amo y señor de la ciudad, además de tomar claramente la posta de villano que viene de dejar vacante Hiram Lodge.
Pasemos entonces al análisis de esta entrega, la novena de la sexta temporada o, si lo preferís, capítulo 104 del listado total. Cumplo en advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y en recordarles que pueden leer aquí nuestros análisis anteriores.
Censo, Atentado y Expulsión
Comenzamos con Archie que, llegando a su casa, encuentra a Percival sentado y hablando amigablemente con el tío Frank. Increpado por su presencia, dice estar haciendo un censo sobre los problemas que más preocupan a los ciudadanos de Riverdale. Negándose a responder pregunta alguna, Archie lo impele a largarse mientras Frank le cuestiona su brusquedad.
En la asamblea del Royale, Percival expone los resultados de su censo e informa que, después de los sintecho, la siguiente preocupación de los vecinos es la guerra entre bandas, por lo que encuentra propicio el momento para cuestionar la presencia de Toni como integrante del consejo.
Sorprendida, ella se defiende con que siempre ha hecho lo mejor por Riverdale y por su hijo, pero el consejo no se inmuta y, casi por unanimidad (solo Tabitha en contra) termina por expulsarla.
Esa misma noche y en un atentado de corte mafioso, Pop´s es ametrallado desde un auto: milagrosamente no hay víctimas fatales, pero alcanzamos a ver que quien sostiene el arma y ríe desquiciada no es otra que Twyla Twyns, la nueva líder de los Guls. El hecho, claro, está armado por el propio Percival para crear un clima de violencia que justifique una acción contundente.
Scones Envenenados
El ascendente cada vez más mayor de Percival sobre los ciudadanos de Riverdale preocupa a Archie, Betty y Jughead, que acuerdan la necesidad de salir a captar aliados que aún no estén contaminados: no tienen éxito.
En su visita a Thornhill, por ejemplo, Cheryl no solo les niega apoyo sino que además les enrostra la participación de sus antepasados en la muerte de su antepasada Abigail. Ignoran, claro, que no es Cheryl quien habla sino la propia Abigail ocupando su cuerpo. Lo que no se comprende es por qué Jughead, teniendo el don de leer las mentes, no se da cuenta de ello…
En el cementerio y en una escena “burtoniana“, Abigail, junto a la tumba de Thomasina, explica a Britta que su plan es reencarnarla en el cuerpo de Toni para que así se puedan vengar juntas de Fangs Fogarty, pero el conjuro implica entregar una vida a cambio.
Para estupor de Britta, prepara scones de arsénico que, de rojo y con una cesta a lo Caperucita, sale a ofrecerles a Archie, Jughead y Betty con la excusa de querer arreglar las cosas por haber sido con ellos tan poco amable.
Tanto Archie como Jughead los aceptan y nos seguimos preguntando por qué este último no descifra los pensamientos de la pelirroja, sobre todo porque tan repentino cambio de actitud debería, al menos, generarle sospechas. Distinta suerte corre Abigail al visitar a Betty, quien sí se vale de su don y percibe en ella el aura que denota amenaza.
No acepta, por lo tanto, el convite y sale raudamente en busca de sus amigos (o ex-novios) en la esperanza de que no hayan probado bocado. Archie lo ha hecho, pero desde la explosión es invulnerable y, como tal, no sufre consecuencia alguna. Cuando van por Jughead, encuentran que ya va por la mitad, por lo que presurosamente se encargan de hacerlo vomitar. Para ser agente del FBI, la rubia no ha estado muy astuta: sabiendo de la invulnerabilidad de Archie, ¿por qué no fue primero por Jughead?
La cuestión es que ninguno de los tres sabe que quien los ha querido envenenar es Abigail y no encuentran lógica a que Cheryl haya querido hacerlo por un pleito de más de un siglo que involucró a sus antepasados: urge una visita a Thornhill.
Armas en Casa
Deprimida tras su expulsión del consejo, Toni quiere limpiar la cara de las Serpientes: quitarles su imagen violenta y convertirlas más bien en algo así como un grupo de activistas sociales preocupados por la comunidad. Fangs dice que los demás no van a estar de acuerdo, aunque se nota que quien no está de acuerdo es él.
Un operativo policial del que participan Kevin y el propio Percival irrumpe en la casa en busca de supuestas armas ilegales y, para sorpresa de Toni, las encuentran. Detenido tras confesar que las armas eran suyas, Fangs le admite con pesar a Toni que el plan era utilizarlas en una eventual batalla contra los Guls.
En el Nombre del Padre
Marty Mantle (Matthew Yang King), el padre de Reggie, está perdiendo mucho dinero en el casino de Veronica y su hijo. Ella trata de sacarlo de la mesa de juego, pero él le pide más dinero para seguir apostando que, obviamente, le niega. Puesto Reggie al tanto, logra averiguar que se ha endeudado jugando al póker con mafiosos y ello le ha costado la pérdida de la franquicia del concesionario de autos. Allí estaría el motivo de que se hubiera endeudado con Hiram y de que haya ido desesperadamente al casino en busca de ganar dinero que, por el contrario, perdió.
Reggie va a ver a los mafiosos para interceder ante ellos por su padre y pretende volver a comprarles la franquicia (unos cien mil dólares), pero no aceptan a menos que se les paguen también los potenciales beneficios que la misma les hubiera dado en los próximos cinco años.
Pero Reggie parece leer las mentes mejor que Jughead o, mejor dicho, les conoce bien por haber pertenecido a ese mundo. Como tal, sabe que el interés de ellos tiene que ver con actividades ilegales, tales como desguace o contrabando de autos. Se ofrece como el único que puede ayudarlos a protegerse legalmente y así recupera el concesionario para su padre. Honestamente no entendí bien la resolución de este arco, pero ya volveremos sobre ello en el balance final del episodio.
Molotov
Abigail está frustrada por su fracaso, aunque desconoce que el motivo del mismo es el aura captada por Betty: para haber sido bruja en otra vida, le falta bastante información. De boca de Britta se entera de la guerra entre bandas y ve una buena oportunidad de usarla a su favor.
Ataviada al estilo de los Guls y con peinado a lo Siouxsie Sioux, se trepa al tejado de la casa de Archie y, al momento en que este sale, le arroja una bomba molotov que lo envuelve en llamas. Sigue ignorando, claro, que él es invulnerable. Parece más bruja novata que reencarnada.
Rapto
Una trabajadora social visita a Toni para comprobar las condiciones en que está siendo criado el bebé, pues hay denuncias de que el contexto no es el ideal: se adivina, claro está, la mano de Percival.
Cuando pide verlo y van a la habitación, encuentran una ventana abierta y la cuna vacía. Anthony ha sido secuestrado y lo tienen los Guls: es obvio que Percival está buscando exacerbar la rivalidad entre las bandas para provocar una guerra que justifique la represión policial.
Trampa
Tabitha oye a Kevin hablar con otro polícia y se entera que planean una matanza contra las Serpientes. Desesperada, llama a Toni para ponerla al tanto en momentos en que se aprontan para un enfrentamiento. Percival llega con la policía y, para evitar entrar en su juego, Toni pide a las Serpientes que dejen las armas en el suelo, cosa que hacen. Pero, carente de toda ética, él manifiesta falsamente que se están resistiendo al arresto y amaga ordenar fuego con evidente plan de no dejar a nadie con vida.
Pero Toni le ha ganado de mano y, tras el aviso de Tabitha, ha puesto su teléfono móvil a filmar y anuncia estar transmitiendo en vivo para todo Riverdale. Masticando rabia y sin excusas para disparar, Percival solo puede arrestarlos.
La fianza de Toni es pagada por Tabitha, pero Percival no le permite dejar su celda hasta la mañana siguiente. No solo eso: también la pone al corriente de que han ido por los Guls y rescatado sano y salvo al bebé, pero que ha sido un baño de sangre; logró hacer con ellos lo que no pudo con las Serpientes. Admite, no obstante, que se les escapó Twyla y es la única sobreviviente de la masacre.
Toni, mientras tanto, es liberada y, con alegría, recibe en brazos a su hijo aunque también, por contrapartida y de boca de Kevin, la noticia de que este ha decidido pelear legalmente la tenencia.
El Regreso del Muñeco
Jughead, recordando que es telépata, llega a Thornhill con el objetivo de leerle la mente a “Cheryl”. No hace falta: le abre la puerta Britta y ya se entera por ella que Abigail está usurpando el cuerpo de Cheryl.
Un nuevo plan se pone en marcha: fingiendo no saber nada, Betty se cae por Thornhill con los ojos llorosos y diciendo que Archie murió quemado tras la molotov. Abigail simula sorprenderse pero apenas se da la vuelta, Betty le aplica un paño con cloroformo que, como suele ocurrir en series y películas, la duerme instantáneamente (en la vida real, necesita un rato para actuar).
Cuando Abigail despierta, se encuentra atada en el centro de una pira mientras Archie, Betty y Jughead la miran con ojos acusadores y antorchas en mano, escena que remite, por supuesto, al episodio en que ya fuera quemada más de un siglo atrás.
También se hallan en el lugar Britta y Nana Rose que, en su regazo, sostiene aquel muñeco que alguna vez, en la cuarta temporada, fuera poseído por el difunto Jason Blossom; de hecho: difícilmente lo hayan llevado para algo bueno, al menos no para Abigail…
Mientras las llamas comienzan a envolver a la pelirroja, el grupo pronuncia a coro un conjuro para hacer salir a Abigail de su cuerpo. El muñeco se sacude y salta de los brazos de Nana Rose: Abigail está dentro de él y quien está en la pira vuelve a ser Cheryl, por lo que apagan las llamas.
El muñeco, ahora muñeca, es puesto en Thornhill bajo llave mientras Cheryl, Britta y Nana Rose se comprometen a mantener la “llama eterna”, es decir que quede por siempre allí. No se entiende por qué Cheryl acepta tan rápidamente una reconciliación con su abuela, que jugó en sociedad con Abigail para usurparle el cuerpo: ni siquiera se lo recrimina. Tampoco se sabe en qué momento la anciana decidió cambiar de bando: esquizofrenia o senilidad, vaya a saber…
Suicidio en Grupo
Sobre el cierre del episodio, vemos a Marty Mantle volviendo a jugar al póker con los mafiosos y ahora le va bien. No obstante, la mala noticia la recibe Reggie al enterarse que le queda a lo sumo un año o dos de vida; el rostro se le llena de lágrimas.
El doctor Curdle Jr., quien ha estado haciendo autopsia a los veintidós Guls caídos tras la matanza , llama a Betty a su oficina del FBI para decirle que los cuerpos presentan heridas claramente autoinfiligidas, lo cual significa que… se mataron a sí mismos.
Poniendo al tanto de ello a Archie y Jughead, los tres se preguntan qué es lo que estará queriendo hacer Percival e, inevitablemente, surgen las comparaciones con acciones pasadas de Hiram en contra de Riverdale. Archie, no obstante, cree que su objetivo no es apoderarse de la ciudad, sino simplemente destruirla…
Balance del Episodio
A pesar de haber sido, como siempre, una entrega muy entretenida, se queda claramente por debajo de la anterior, tanto por los detalles inverosímiles como por el modo poco convincente de cerrar algunas tramas. Ya hemos mencionado algunas cuestiones que no encajan, como por qué Jughead no usó antes su telepatía o por qué Nana Rose pasó súbitamente a ayudar a Cheryl luego de haberse asociado con Abigail para robarle su cuerpo. Pero hay más…
Percival se está convirtiendo en un villano tanto o más odioso que Hiram Lodge y, a riesgo de hablar por todos, creo que queremos verle muerto cuanto antes. ¿Pero por qué Archie no usa sus poderes para hacerlo picadillo? Lo de siempre: correcto a más no poder, dice que hacer eso sería convertirse en lo mismo que él. O sea: Dios le da pan al que no tiene dientes…
Por otra parte, esperaba un duelo más épico entre Cheryl y Abigail ¿Por qué en el episodio anterior nos llevaron al mundo de los sueños si nada importante se iba a resolver allí? Si era para informarnos que Cheryl seguía existiendo y estaba cautiva, eso ya lo sabíamos por la imagen que en el espejo había visto Britta. La sensación es que ese arco, que venía interesante, se terminó cerrando de modo demasiado apresurado y poco sustancioso. Eso sí: mil hurras por el regreso de Chucky Blossom…
Otro tanto puede decirse del arco de Veronica y los Mantle. Quizás sea por los pocos minutos que tuvo en pantalla, pero fue presentado de manera demasiado repentina y terminó de la misma manera. Más aún: no entendí el final. ¿El concesionario sigue en manos de los mafiosos pero es administrado por Marty y Reggie? ¿O devolvieron la franquicia ante la amenaza de ventilar sus negocios ilegales? De ser así: ¿qué clase de mafiosos son para dejarse intimidar por un lampiño carilindo? Tampoco entiendo por qué a Reggie y Veronica no les importa nada de cuanto en Riverdale está ocurriendo: ni parecen enterados…
Por otro lado, ya nos privaron del duelo épico entre Cheryl y Abigail; espero que no ocurra lo mismo con el de Percival y Jughead. Es que después de este episodio, Jughead ya no me merece tanta fe como telépata. Los dones que los jóvenes adquirieron después de la explosión, no están, al menos hasta aquí, mostrando mucha utilidad…
La serie sigue fiel a su obsesión piromaníaca. No sé cuántas situaciones han tenido ya que ver con el fuego y aquí tuvimos dos: la molotov y la pira ritual. El atentado contra Pop´s, en cualquiera de sus formas, es otro clásico de la serie…
Quien sí sale bien parada del episodio es Britta, que ha confirmado su rol importante en la resolución de la trama de Thornhill. Pensar que ese personaje nació con un partido de fútbol americano y ni siquiera se anunciaba como recurrente; sin embargo, se fue afianzando cada vez más y termina siendo muy interesante, ayudado por el buen trabajo de Kyra Leroux…
Por último, creo que daría una valoración más negativa del episodio si no fuera por la aparición, sobre el final, de mi querido doctor Curdle Jr (Nikolai Witschl). ¡Mi madre! Me pregunto por qué la producción no se da cuenta de que ese personaje pide más pantalla a gritos: el psicópata entrañable que merecemos y necesitamos…
En fin: veremos qué nos trae el siguiente episodio; por lo pronto este ha significado algún paso atrás para como veníamos a pesar de que, insisto, ha sido entretenido. Hasta la próxima y sean felices…
