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Se estrena la Sexta Temporada de Peaky Blinders y hacemos Reseña de lo sucedido en la Quinta

Este viernes 10 de junio y después de una larga espera, llega a Netflix la sexta temporada de Peaky Blinders (hasta el momento, solo estrenada en Reino Unido). Para entrar de lleno en ella, repasamos cómo quedó todo al final de la quinta.

Tras una larga espera, como la serie nos tiene acostumbrados, llega por fin la sexta temporada de Peaky Blinders, que BBC ya estrenó en exclusiva para Reino Unido, pero que a partir de este viernes 10 de junio podremos disfrutar en Netflix con la pena, pero también la ansiedad, de saber que es la última (aunque tendremos, claro, la película en 2024).

Al igual que las anteriores, la sexta temporada consta de seis episodios y viene a cerrar, se supone, una trama que ha dejado más de un cliffhanger al final de la anterior. La serie, creada por Steven Knight, sigue el ascenso de la familia Shelby en el mundo de las mafias gitanas de Birmingham y extendiendo influencias sobre otras ciudades, países e incluso continentes.

Si aún no la han visto, sepan que se están perdiendo algo y si quieren conocer de qué va, les dejo link con un artículo de nuestra web que sirve como excelente introducción al mundo de los Peaky Blinders. En cuanto al resto de los lectores, cumplo en advertir que si no han visto aún la quinta temporada, desaconsejo seguir leyendo porque SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA. En cambio, si lo han hecho y quieren refrescar la memoria para poder entrar de lleno en la sexta, les invito a pasar…

Tiempos de Crisis

Ya el inicio nos recuerda lo fascinante de la estética de la serie por si lo habíamos olvidado: Thomas Shelby (Cillian Murphy) cruza el campo a caballo para hacer un llamado telefónico en una tan clásica como descontextuada cabina londinense, bien roja y con visillos. La imagen parece sacada de una pintura de Magritte y es raro comenzar una reseña hablando de la fotografía, pero quien conoce la serie sabe la importancia de la misma dentro de la propuesta: la estética de Peaky Blinders es increíble y avasallante. Ahora pasemos a la historia…

Peaky Blinders las cosas felices.03
La quinta temporada se inicia a finales de octubre de 1929, es decir en pleno colapso de Wall Street y de frente a la Gran Depresión. Dado que los Shelby, como se recordará, habían extendido sus tentáculos hacia América, ello no puede sino afectarles y hasta hay conflicto familiar, pues Michael Gray (Finn Cole), aquel hijo rescatado de la tía Polly (Helen McCrory), era quien allí estaba a cargo de las operaciones y ha retenido las acciones aun con expresas instrucciones de desprenderse de ellas.

El escenario es de pérdidas millonarias y los Shelby tienen urgencia de expandir sus actividades y conseguir ganancias en otros ámbitos. El propio Michael tiene planes para solucionar su error y ha entrado en contacto con los chinos para introducir opio en Gran Bretaña. Pero, una vez más, actúa por cuenta propia y fuera de las órdenes de Thomas, lo que hace que este vea socavado su liderazgo y hasta abrigue sospechas de traición.

El no sentirse obedecido, de hecho, se convierte para él en una constante a lo largo de la temporada y no solo en relación con su primo, sino también en cuanto al resto de los Peaky Blinders e incluso a su pequeño hijo Charly, convirtiéndose la relación padre – hijo en perfecta metáfora doméstica del conflicto que lo atraviesa.

Estamos, por lo tanto, ante un Thomas cada vez más conflictuado y atormentado por su pasado, ya no solo por la guerra sino también por la muerte de Grace (Annabelle Wallis) en la temporada anterior, al punto que se le aparece en visiones incluso más que el conflicto bélico. Cillian Murphy, solvente como siempre, sabe darnos cuenta actoral de tales tormentos, aunque (también como siempre) hay que destacar a todo el elenco.

Pactando con el Diablo

Por otra parte, estamos entre medio de dos guerras mundiales y en pleno advenimiento del fascismo, que parece tomar fuerza incluso en tierra británica con la figura del político Oswald Mosley (Sam Claflin).

Peaky Blinders las cosas felices.07

En medio de la convulsión económica y social, el sentimiento anti-semita y anti-gitano (influencia más nazi que fascista) cobra cada vez más empuje y toma fuerza en los Billy Boys, especie de versión escocesa de los “camisas negras“, que no solo actúan como rompehuelgas sino que, además, han expandido sus actividades delictivas hacia el sur quitándoles terreno a los Peaky Blinders, por ejemplo, en las carreras de caballos.

Aquí nos topamos con uno de los pocos puntos débiles de la serie: Jimmy McCavern (Brian Gleeson), el cabecilla de los Billy Boys, es un “villano” sin demasiados matices (las comillas son porque en este tipo de serie nadie es más o menos villano que otro). Es extraño que a los Shelby se los haya cargado de tantas paradojas, contradicciones y conflictos pero no se haga lo mismo con sus rivales de ocasión, quienes suelen ser bastante lineales, no en la interpretación pero sí en su accionar.

Pero bueno, volvamos a la historia: en el intento por ganar terreno e ir echando cada vez más a los Peaky Blinders, los Billy Boys, a modo de advertencia, han aporreado a Aberama Gold , quien es pareja de la tía Polly y está interpretado por Aidan Gillen, actor que hizo de “meñiqueBaelish en Juego de Tronos. No solo eso: también, en otra escena visualmente impactante, han puesto en una cruz y asesinado de un disparo a su hijo Bonnie (Jack Rowan), el muchacho que soñaba con triunfar en el mundo del boxeo.

Peaky Blinders las cosas felices.04

Gold no puede pensar en otra cosa que la venganza, pero Thomas busca disuadirlo y prefiere llegar a un acuerdo, aunque primero hace matar con brea caliente al asesino de Bonnie para quedar a mano y así poder empezar a hablar de un trato justo.

No solo con los Billy Boys está negociando Thomas. Recordemos que desde la cuarta temporada se ha convertido en político pero, contrariamente a sus supuestas convicciones ideológicas de izquierda (que nunca fueron reales), está entrando en acuerdos con Oswald Mosley. Sin embargo, todo responde, como siempre, a un meticuloso plan: como él mismo afirma, “se puede hacer más daño desde adentro“…

Plan que falla

Thomas contacta a dos ex compañeros de armas. Uno de ellos, Barney Thomason (Cosmo Jarvis), está recluido en un psiquiátrico: primero lo visita y después, a través de una explosión, posibilita su fuga. Es un experto tirador y Thomas lo quiere para dispararle a Mosley durante un acto político en que lo tendrá al lado, lo cual implica una confianza ciega en su puntería más allá de sus adicciones y desequilibrios psíquicos.

El otro sujeto al que contacta es uno que vive venido a menos y en quien confía para armar un tumulto durante el mitín, pues la idea de Thomas, sabedor de que los judíos van a armar una manifestación en contra de Mosley, es que el asesinato sea adjudicado a los eventuales incidentes.  Aquí es donde uno comienza a preocuparse y por dos razones…

Por un lado, Oswald Mosley es una figura histórica que falleció en 1980 debido a causas naturales, ante lo cual comenzamos a preguntarnos si el director Anthony Byrne está por hacer una movida tarantinesca y seguir un camino distinto al de la historia. No es mala idea, pero sí un recurso que encajaría bien en Malditos Bastardos y no tanto en Peaky Blinders.

Por otro lado, hay sensación de deja vu ya que, a lo largo de las temporadas, venimos viendo a los Shelby entrar en conflicto con alguna  familia o grupo y cuando da la impresión de que han caído en sus garras, todo termina siendo una tan hábil como inescrupulosa jugada de Thomas. Pero afortunadamente la trama nos tiene reservado un golpe directo a la mandíbula…

Peaky Blinders las cosas felices.01

Y esto sí que es tarantinesco: cuando parece que todo va hacia un desenlace previsible y nos vamos adormeciendo, todo cambia. El tan meticuloso plan de Thomas falla: Barney, apostado para dispararle a Mosley, ha sido asesinado en el último momento. Y otro tanto Aberama, cuyo objetivo era matar a McCavern por ser autor intelectual de la muerte de su hijo. También han intentado acabar con Arthur (Paul Anderson), el impulsivo hermano mayor de Thomas, pero sin éxito.

La situación se complica y vuelven las tormentas internas para Thomas, quien quiere saber por qué ha fallado el plan o quién lo ha traicionado, pero la temporada acaba y, a diferencia de las anteriores, la trama central ha quedado sin cerrarse y también algunas secundarias: no sabemos, por ejemplo, qué pasó finalmente con Michael o si traicionó a Thomas al pactar con los chinos.

De todos modos, Anthony Byrne ha dicho que esta quinta temporada era algo así como la parte uno de dos, con lo cual es de esperar que la trama se cierre en la sexta, que se estrena el viernes (y quizás dejen alguna subtrama abierta para la película).

Y llega la Sexta

En el balance hasta aquí y como digno producto de la BBC, Peaky Blinders viene manteniendo su nivel. No es que no haya peros, como lo ya señalado sobre los villanos sin matices o cierto sopor hacia el medio de la quinta temporada, pero viendo los dos últimos episodios, nos damos cuenta que esa lentitud era parte de una transición necesaria.

Es más: de modo más general, se puede incluso decir que toda la temporada ha sido de transición, pues aunque se haya caído un poco con respecto a las anteriores, deja la impresión de que recién podremos evaluarla cuando hayamos visto la sexta. En unos días, o sea…

Les espero para analizarla, desde ya. Hasta entonces y sean felices…

Rodolfo Del Bene
Rodolfo Del Bene
Soy profesor de historia graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Entusiasta del cine, los cómics, la literatura, las series, la ciencia ficción y demás cosas que ayuden a mantener mi cerebro lo suficientemente alienado y trastornado.
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