Después del gusto agridulce que nos dejó su primer volumen, Planeta publica el segundo libro de Solo los encontramos cuando están muertos, la epopeya de ciencia ficción a cargo de Al Ewing y Simone di Meo.
Ya os adelanto que me ha dejado mucho mejor sabor de boca, entre otras cosas porque su planteamiento me ha sorprendido mucho. Después del impactante final del volumen anterior, con la aparición del Capitán Malik como uno de esos Dioses gigantes, pero apareciendo vivo, justo en el momento antes de morir, estaba esperando que la acción nos llevará a descubrir que había pasado con el Capitán y su tripulación.
Pero Ewing demuestra ser un escritor con muchos recursos llevando la trama a lugares más insospechados y desde luego más interesantes. Han pasado cincuenta años desde que la tripulación de la Vihaan II se embarcó en su fatídica misión… y el universo ha cambiado de un modo inesperado por la llegada del Capitán Malik como uno de los Dioses. Jason Hauer, uno de los tripulantes, es el único superviviente y vive en una situación muy incómoda en medio de las dos facciones en las que se divide ahora el universo, los Cosechadores y los Adoradores.
El guionista no nos ofrece ninguna respuesta y en su lugar presenta un escenario totalmente nuevo que es mucho más atractivo. La humanidad está dividida entre los Cosechadores, los que siguen queriendo vivir a costa de rapiñar los cadáveres de los Dioses como se ha venido haciendo siempre, y los Adoradores, que una vez han visto que Malik ha vuelto como un Dios se niegan a volver a profanar sus cadáveres y han establecido una colonia con un fuerte componente religioso alrededor del cadáver del capitán.
Si en el anterior volumen una de las pegas es que apenas sabíamos nada de la situación de la humanidad, en este segundo libro Ewing se molesta bastante más en presentarnos a esos dos grupos antagónicos y la situación política y religiosa derivada de sus enfrentamientos. Y lo hace de una manera realmente genial, a través de diversos flashbacks en los que vamos a conocer en profundidad a los nuevos protagonistas del relato. Lo divertido es que esos personajes están inmersos en un juego de traiciones y falsas lealtades que nos llevan a estar toda la lectura sorprendiéndonos con las puñaladas traperas que se van dando.
La diferencia en el tono de la historia con el primer libro es abismal, ya que, aunque seguimos estando ante una historia de ciencia ficción aquí prima el thriller de espionaje sobre la aventura espacial. Y eso es algo que nunca me habría esperado y que le queda como un guante a esta serie. Además, los nuevos personajes funcionan muy bien, sirviendo el pobre Jason de nexo con el pasado y en cierta manera, como motor de la historia ya que las dos facciones intentarán llevárselo a su lado. El problema es que tanto Cosechadores como Adoradores son grupos de una moral cuestionable, así que al final Jason se verá forzado a elegir entre el menor de dos males.
A pesar de que la trama mejora bastante aún hay algunos puntos negativos que hay que señalar. El primero de ellos es que la historia se desarrolla a un ritmo demasiado alto. Hay poco espacio para dejar respirar los continuos giros de guion y todo pasa a tal velocidad que casi no hay tiempo de asimilar las cosas. Por otro lado, algunas situaciones son demasiado forzadas incluso para un relato de ciencia ficción. Por ejemplo, todo el plan de los Cosechadores para hacerse con el cadáver de Malik me parece muy descabellado.
En cuanto al apartado gráfico, poco se puede añadir a lo que ya comenté en el análisis del volumen anterior. Simone di Meo sigue usando un estilo amerimanga que, aunque pueda ser espectacular, es bastante confuso a la hora de narrar la historia. A eso hay que sumarle de nuevo el uso del color y acabado digital que resta naturalidad a los dibujos.
La edición de Planeta contiene los números 6 a 10 de la serie. El tomo tiene 152 encuadernadas en tapa dura y como en el volumen anterior se incluye una galería con las cubiertas originales y una breve semblanza de los autores. El precio es de 17,95 euros.
En resumen, Solo los encontramos cuando están muertos 2 mejora bastante el primer volumen. Vamos a encontrarnos con los mismos problemas en el apartado gráfico, pero la historia que nos cuentan gana muchísimo en interés y está mejor presentada. El guionista ya no nos cuenta el enfrentamiento entre dos personajes si no que abre mucho más el foco para presentarnos un universo apasionante que tiene que convivir con las consecuencias de los actos del Capitán Malik. Todo ello aderezado con fuertes dosis de acción y de intriga que hacen que la lectura sea muy amena. Merece la pena darle una nueva oportunidad a la colección y hacerse con este volumen 2.