“Una ficción revolucionaria y extravagante, un virus feminista, una heroína de acción“.
Elisa McCausland
Los creadores de Wonder Woman
Hacia el otoño de 1941, en las páginas del nº 8 de All Star Comics, nacía la heroína más importante del mundo del cómic, Wonder Woman. Su éxito le permitiría sobrevivir a la caída de los superhéroes tras el final de la II Guerra Mundial y a la caza de brujas generada por la obra La seducción de los inocentes (1954) de Fredric Wertham.
El creador de Wonder Woman, el psicólogo William Moulton Marston, pretendía con ella mostrar un nuevo tipo de mujer en las viñetas, que combinara poder y bondad, tratando así de remediar la habitual minusvaloración de la fortaleza de la mujer. Si bien parece ser que el que su personaje fuera mujer fue idea de la esposa de Moulton Marston, Elizabeth Holloway, también psicóloga.
Moulton Marston, además del psicólogo inventor del polígrafo, era escritor, tanto de divulgación cultual como de autoayuda. Una persona culta, liberal y feminista, defensor de los cómics, a los que consideraba un medio idóneo para transmitir ideas complejas y de una gran capacidad educadora. Lo cual le llevaría a convertirse en asesor educativo para National Comics, la futura DC Comics. El título de uno de sus artículos, “Don´t Laugh at the Comics” [No se rían de los cómics]”, era ya un indicativo del amor y el respeto que sentía hacia el Noveno Arte. De ahí que él se convirtiera en el guionista de Wonder Woman y eligiera al dibujante de la misma, el ilustrador Harry G.Peter, particularmente bien dotado para plasmar en viñetas el cuerpo femenino.
Para crear a Wonder Woman, Harry G.Peter se inspiraría en Olive Byrne, una estudiante y amante, tanto de Marston como de su mujer. Fiel reflejo de la actitud progresista de ambos, en lo que se refería a las relaciones sexuales.
Origen de Wonder Woman
Diana, nuestra heroína, será moldeada del barro por su madre, Hipólita, en ofrenda a la diosa Hera. Motivo por el que recibirá la bendición tanto de esta como de otras divinidades griegas, convirtiéndola en una semidiosa fuerte como Heracles, bella como Afrodita, inteligente como Atenea y veloz como Hermes.
Una heroína nacida sin intervención de varón y criada por amazonas guerreras en la voluntad y el consiguiente control emocional que tal cosa requiere. Cuerpo y mente sincronizados, en la que es su mejor guerrera.
Su parentesco con Hipólita, la sitúa en la realeza, en tanto que su madre es reina de una isla paradisíaca, Themyscira, en referencia a la ciudad estado donde vivían las amazonas de la mitología griega. En los cómics se añade que es un reino escondido y protegido por una barrera mística.
La idea era crear una Isla Paraíso, por y para mujeres, como alternativa a una sociedad patriarcal en la que, en un momento dado, las amazonas habían sido esclavas del semidiós Hércules y sus hombres.
Una de sus diosas patronas, Afrodita, sería quien les animaría a liberarse y luchar contra sus captores, zarpando luego a un nuevo hogar, lejos de la crueldad, la avaricia y la violencia que representaba el “mundo de los hombres”.
El aislamiento de las amazonas termina cuando el avión del capitán estadounidense Steve Trevor se estrella en “Isla Paraíso”. Tras rescatar al que será su amante, Wonder Woman y el resto de las amazonas de Themyscira toman consciencia del peligro que suponen las Potencias del Eje, interpretando la llegada de Trevor como una señal de los dioses para que se impliquen en la II Guerra Mundial, enviando a una campeona, que vestirá la bandera del país que la acoge, a modo de reconocimiento y gratitud.
Tras ganar el torneo, para elegir a su representante, será Diana la que se dirigirá, con Trevor, al “Mundo de los hombres” para combatir a los nazis, en nombre de la libertad, la democracia y el género femenino.
El feminismo en Wonder Woman
El guionista Grant Morrison describía las amazonas de Isla Paraíso como una peculiar combinación entre lo políticamente correcto y lo lujurioso, modelo de lo que él llama el clásico y bohemio “amor libre”, vigente en el siglo XX, combinado con elementos del mundo rosa y fantástico de los sueños y deseos. Para él representaban una especie de Segunda Ola Feminista separatista, donde los hombres estaban prohibidos.
Es más, la historiadora de la Universidad de Harvard, Jill Lepore, vincula los orígenes de Wonder Woman con las feministas sufragistas de principios del siglo XX y la periodista Elisa McCausland, especializada en el tema de la representación femenina en los cómics de superhéroes, considera a Wonder Woman una representación de una rama del feminismo, el Feminismo de las Amazonas o Feminismo Amazónico, llamado así por la importancia que concedían al desarrollo de la destreza física femenina, además de al carácter y a la formación humanística, como medio para conseguir la igualdad, tomando como modelo heroínas amazónicas. Lo cual casa con el arquetipo de superheroína guerrera que encarna Wonder Woman.
Volviendo a Morrison, su novela gráfica Wonder Woman: Tierra 1, dibujada por Yanick Paquette, es un ejemplo de cómic que, en estética y concepto, retoma la esencia de lo que era la Wonder Woman de Marston y G.Peter, incorporando algunas de las aportaciones que llevaran a cabo Greg Potter, George Pérez y Len Wein, en la primera gran renovación del personaje, a finales de la década de los 80.
Wonder Woman: Tierra 1 recupera temas tratados por Marston y luego censurados o disimulados en la colección, como las relaciones entre mujeres y el sadomasoquismo.
Además de mostrar prácticas políticamente incorrectas o elementos bondage, en Wonder Woman: Tierra 1 se establece que Diana es una especie de semidiosa, hija de Hipólita y de Hércules, algo que ya insinuó Pérez.
Este mestizaje, esta naturaleza híbrida, este vínculo entre dos mundos, hace que Wonder Woman represente un feminismo que, por un lado, critica la situación de desigualdad de las mujeres en el mundo patriarcal pero, por otro, también cuestiona ese feminismo separatista practicado por su raza.
Las armas de Wonder Woman
Las principales armas de Wonder Woman son el diálogo y la persuasión. Cuando se trata bien al personaje, observamos que su primera opción será resolver los problemas sin violencia. Pero, cuando tiene que recurrir a ella, utiliza tres armas:
- Una tiara, símbolo de su linaje, que utiliza como arma arrojadiza.
- Unos brazaletes, como arma defensiva. Brazaletes que simbolizan tanto la pasada sumisión y rebelión de las Amazonas a Hércules (un recuerdo de su pasado de sumisión al hombre), como su actual sumisión a Afrodita. Sumisión en el buen sentido de entrega a los ideales de belleza, paz y amor de la diosa.
- Un lazo mágico o de la verdad, metáfora del polígrafo de Marston, forjado a partir del cinturón dorado de la madre tierra Gea y dotado del fuego de la diosa Hestia, que obliga a decir la verdad.
En definitiva, podríamos describir a Diana como un aristócrata progresista. Una mujer justa, fuerte, inteligente y empática, que trata de encarnar un feminismo transgresor, transformador y comprometido, que no violento, sectario o tópico.
Nos leemos en otros posts de Las Cosas que nos hacen felices.
Excelente articulo Adrian, poco conocía de los orígenes de Wonder Woman y las variaciones que ha tenido en cada etapas, realmente poco que agregar, muy completo el articulo.
Saludos.
Muchas Gracias Gabriel por tu comentario. Me fui a las esencias del personaje y luego señalé, de los autores que he leído, los que, en opinión de la crítica, se acercan más a lo que simboliza “Wonder Woman”. Pero vamos, sigue habiendo mucho de lo que hablar.
Me estoy dando cuenta porque ahora estoy leyendo la obra que “Elisa McCausland” ha dedicado a “Wonder Woman”.. Se titula “Wonder Woman: El feminismo como superpoder”. Libro que recomiendo a quien esté interesado en profundizar en este icono cultural que es “Wonder Woman”.
Un abrazo.