Hay veces en que las películas nacen de ideas absurdas, como si directamente fueran sacadas de un sueño inconexo en el que se mezclan los disparates, mientras nos levantamos con la sensación de que más que dormir hemos desvariado cayendo en lo absurdo.
Quizás el sentido de estas películas, es que quieran sorprendernos de formas que jamás esperaríamos, sin embargo, lo único que se consigue es que el nivel de disparate sea tan abismal, que acabemos viéndolas con un cierto encanto desprejuiciado. Todo, porque nos demuestran que nuestro nivel de locura es el correcto, para discernir que esa trama no es más que el flipado sueño de una noche de verano. Por eso, tal vez, valga la pena reivindicar también un tipo de cine, ¡ojo! no significa que sea malo o bueno, que busca empujar los límites de nuestra percepción, para descifrar el significado de la incoherencia.
- Serpientes en el avión
El agente del FBI Neville Flynn (Samuel L. Jackson) debe escoltar a un testigo de un crimen de la mafia en un vuelo entre Hawai y Los Ángeles. Hasta aquí todo bien, pero el guionista se acostó pensando en que la trama se parecía a pasajero 57 de Wesley Snipes. Soñó con las serpientes de Indiana Jones y se le encendió la bombilla, tiremos muchas serpientes en el avión y que sea lo que dios quiera.
Esta monster movie tiene la capacidad de inocularte su veneno para que la consideres un pasatiempo lúdico. La desvergüenza puede alcanzar hasta a un buen actor como Samuel, que luce su sonrisa mientras piensa en el cheque que va a cobrar, y si encima puede matar a muchos bichos por el camino mejor. Una película, que por lo menos, mantiene el tipo para ser entretenida, gracias a su acertado tempo narrativo y sus revoltosas protagonistas, las serpientes. Sin duda, para una tarde de domingo lluviosa, el mejor antídoto es ponerte a ver este disparate.
- Salvaje
Esta idea no daba para una película, pero así y todo la terminaron haciendo. Metiendo clichés y disparates durante todo su metraje. Si te dejas llevar y no le buscas sentido, se convierte en un descarado y descerebrado cruce de Slasher y el día de furia de Michael Douglas. Gran parte de que se pueda disfrutar es gracias a un Rusell Crowe, sudoroso y grasiento, con cara de no querer hacer este tipo de películas.
La trama nos sitúa en medio de un atasco, cuando una mujer toca el claxon de su coche en el momento equivocado, al hombre equivocado. Idea simple, que no daba para un desarrollo, pero que sus creadores se empeñan en convertir en una oda al disparate y la salvajada. Eso sí, hay que reconocerle que posee algunas escenas que tienen merito, por ejemplo, con la que se abre el inicio del film. Aunque al final, su factura se acerca bastante a la de un telefilm. Si disfrutas de la fórmula del psicópata perseguidor despiadado, un violento y perturbado Russel Crowe, y la víctima convertida en heroína, este disparate se puede convertir en tu película favorita.
- Sharknado
Esta película, si se puede llamar así, es desde su propio nombre ya un disparate. Sin embargo promete lo que vas a ver, un insólito tornado repleto de tiburones. Este film de serie z, que se ha convertido en un fenómeno de culto dando lugar a su propia saga. Tantas que hasta ha superado a la saga de Tiburón, y algunas son más entretenidas que las continuaciones del film de Spielberg, que ya es un merito enorme.
Su trama nos cuenta que un violento tornado ha traído a una pequeña ciudad decenas de tiburones, una ciudad en pánico, dos actores en declive, poco presupuesto…nada más que comentar. Una película que hace de lo ridículo su gran valor. Lo curioso del caso es que ha tenido mucho éxito, con lo cual, o hay mucha fascinación por los tiburones o al cerebro le hace falta consumir cosas que no hagan pensar.
- El vengador tóxico.
Aprovechando que se acerca su remake, puedes ver su tráiler aquí, he metido este autentico disparate en la lista. Es curioso como esta película se convertido en mítica e inolvidable para los que crecimos en los años 80. El Vengador Tóxico es de esos largometrajes que te dan dos opciones: sentir emoción y ganas de volver a verla, o huir sin mirar atrás, para que no te persiga el recuerdo de sus imágenes. Pero lo que no cabe duda, es que la productora de películas de serie Z (Troma) de Lloyd Kaufman, consigue con muy poco dinero, mucha desvergüenza y falta de complejos, algo nuevo que aportar.
La historia transcurre en una población llamada Tromaville, que tiene el dudoso honor de ser la mayor capital gestora de residuos, basura tóxica y delincuentes. El protagonista, que es objeto de burlas constantes, hasta que cae en un barril de ácido, sí como el Joker. A partir de este incidente, se deforma adquiriendo poderes, con los cuales, se vengará de sus enemigos y de paso limpiará la ciudad de criminales. Un disparate de principio a fin, que tiene su capa cutre-divertida con muchos excesos de violencia, sexo y sangre.
- R.O.T.O.R.
Esta película es la que podría hacer enaltecer el disparate hasta extremos infinitos. Un divertimento sin pies ni cabeza que navega entre la insensatez y la genialidad. ¿El argumento?, te preguntas, estamos hablando de ROTOR y él no necesita ningún argumento. Un guion que desafía las leyes de la física, de la gravedad, de la lógica, y digo desafía por no imitar las palabras que te diría su protagonista, “Por la misma razón que un perro se lame a sí mismo, ¡porque puede!”
Estamos ante la comedia absurda más divertida de todos los tiempos, una de esas joyas que solo sabia darnos el VHS. Un film de Serie-ZZ, muy mala, pero muy divertida, que convierten a ROTOR en un robot más sórdido que Robocop. Para muestra, os dejo con una de sus frases más emblemáticas, “Despídame y haré más ruido que dos esqueletos haciendo el amor en una tumba de hojalata”.
Bonus track. Battle Royale
Antecedente directo de la saga de Los Juegos del Hambre, pero más propensa a la sangre y a la violencia desmedida. Lo que la convierte en un disparate, es su historia retorcida, que parece sacada del sueño de un profesor hastiado que ha perdido su vocación. Una trama que avanza sin preocuparse por el guion y lo basa casi todo en el impacto de sus frenéticas escenas y sus violentas imágenes. Con el tiempo se ha convertido en un filme de culto.
Su trama nos cuenta que para controlar a los estudiantes rebeldes, el gobierno celebra cada año una batalla entre los alumnos de una clase escogida al azar. Luego, en una isla aislada, se produce una encarnizada supervivencia de la que solo saldrá un estudiante con vida. Un disparate salvaje, donde se suceden las secuencias incómodas, que derivan en un retrato inquietante, conmovedor, capaces de mostrar tanto la nobleza como la bestialidad del ser humano.
Una película que puede ser terriblemente divertida o llevarte a las profundidades del trastorno. Lo mejor es que el largometraje te ofrece la posibilidad de adivinar quién es en secreto un asesino en serie, un héroe abnegado, una víctima nata o simplemente otra estadística de recuento de cadáveres.