Bienvenidos todos y todas al análisis del segundo capítulo de la segunda temporada de 30 monedas, titulado Las tierras del sueño donde descubrimos qué ha sido de Merche (Macarena Gómez), ausente en el episodio anterior, y empezamos a saber un poco de las intenciones de Barbrow.
Aquí puedes ver los análisis de los episodios anteriores
Aunque estemos al principio de temporada, la tormenta de ideas que nos arrojaron sus responsables la semana pasada pedía a gritos tomarse unos momentos de respiro para unir algunas tramas y presentar de manera correcta al antagonista de la serie.
La acción empieza en el infierno, una vez más un escenario espectacular y terrorífico, con unos habitantes que dan miedo y grima. Vergara sigue campando a sus anchas, algo que tiene una razón de peso. Angelo, al que podemos identificar con Lucifer, habla con el sacerdote y le advierte que hay un nuevo enemigo en juego, uno cuyo objetivo no puede ser más nihilista: la nada, el fin de la existencia de nuestro universo como tal. Ante esta némesis puede ser necesario que cielo e infierno no tengan otra opción que colaborar.
Después Vergara se pone en plan héroe de acción y libera a Elena de la celda donde estaba cautiva. La mujer, con lo que el padre le dio en el primer capítulo y que se supone que será de vital importancia, huye por el infierno escapando como puede de una serie de criaturas a cada cual más espeluznante.
Angelo, por su parte, visita a Barbrow en EEUU ofreciéndole algún tipo de colaboración, pero el hombre le deja muy claro que sabe quién es y que no le interesa nada de lo que pueda ofrecerle. El universo como lo conocemos es una mierda y quiere destruirlo y empezar de nuevo.
Luego llega el turno de saber qué ha sido de Merche (Macarena Gómez). Está en Niza con Lagrange (Francisco Reyes), el cultista con el que se fue de Pedraza al final de la primera temporada. Lagrange quiere la moneda de Merche y le ofrece lo que quiera para hacerse con ella. El palacio, dinero, un superdeportivo, un maromo buenorro como esclavo… lo que Merche quiera será suyo. Pero la mujer se hace la interesante y le desafía a que encuentre lo que realmente quiere.
Y esto no es otra cosa que un niño. Merche no podía tener hijos y en su interior cree que eso pudo ser una de las causas por la que su matrimonio con Paco fracasó. Lagrange demuestra ser muy listo y lo descubre, así que ofrece a la mujer un pequeño para que sea su hijo, con todos los papeles en regla.
Merche accede a dar a Lagrange la moneda. Pero hay un problema. La moneda no quiere irse con él y cuando intenta marcharse sale disparada de la mano del hombre (arrancándole de paso unos cuantos dedos) para volver con Merche. Queda claro que Merche va a ser un personaje muy importante y poderoso esta temporada ya que de momento tiene todos los ases en la manga.
Más tarde llega el momento de juntar a los personajes que parece que llevarán el peso de la investigación sobre todo lo que está pasando. Haruka y Salcedo van a Sepúlveda buscando a Laguna, aunque es él quien las acaba encontrando y llevándoselas con Antonio al aerogenerador. Los cuatro personajes intentan ponerse al día y descubrir qué saben entre todos mientras Haruka intenta acercarse a Antonio.
Entre las locuras de Antonio, Haruka descubre el nombre de la empresa que va a hacer un hotel en el castillo de Pedraza, así que Laguna decide que tal vez será hora de volver al pueblo y ver qué pasa por allí.
Esa misteriosa empresa parece tener algo que ver con el hospital donde están los habitantes de Pedraza. Toca pasarnos por allí y ver qué traman.
En un escenario futurista vemos a los pueblerinos atados a unas sillas y conectados a unos aparatos de realidad virtual que sirven para que los médicos puedan ver sus recuerdos. Lo que están intentando conseguir es saber quiénes son los poseedores de las 30 monedas después de que estas quedaran desperdigadas por el pueblo al final de la temporada anterior. Y ya tienen una lista con los nuevos dueños de varias de esas preciadas monedas.
Y dejamos la parte más importante del capítulo para el final. Paco sigue cuidando de una comatosa Elena y hace un descubrimiento muy inquietante: atado al abdomen de la mujer hay un saco con un macabro feto dentro. Pero cuando va a enseñárselo a los médicos no está y eso acaba afectándolo y volviéndolo un poco loco, por lo que el personal le encierra en una habitación. Allí recibe una inesperada visita mientras está atado. Angelo le dice cosas bastante siniestras sobre su futuro papel en lo que está por venir. Sobre todo, que tendrá que cuidar de Elena y de alguien más…
Paco acaba volviéndose loco y va a llevarse a Elena. Está siendo sometida a pruebas donde se descubre que está embarazada, algo que se intuía desde el principio del capítulo.
Paco se disfraza de celador y mete a Elena en un coche fúnebre para luego seguirlo en moto por la M-30 en plan kamikaze. Cuando logra hacer parar el coche, intenta despertar a su amada, pero no hay manera y se da por vencido, poniéndose en medio del carril para que le atropellen. En ese momento, Elena, cuya alma seguía huyendo de los demonios en el infierno, es atrapada y la parten por la mitad. Y justo en ese momento despierta para alivio de Paco.
Valoración del capítulo
Ya dije la semana pasada que el Infierno recreado en esta serie me pareció fantástico, pero es que aquí, viendo sus habitantes y las torturas que allí se suceden, me ha parecido todavía mejor. Y encima nos quitamos de encima la duda de por qué Vergara campa por él a sus anchas.
El truco argumental de unir a dos acérrimos enemigos para vencer a un rival todavía peor está muy visto pero, al menos, los guionistas de la serie lo usan de manera coherente. Dentro de la eterna lucha entre el bien y el mal, no hay nada peor que la nada, porque si nada existe, tampoco el cielo y el infierno. Así que Vergara y Angelo parecen destinados a unir sus fuerzas contra un Barbrow que, esta vez sí, se presenta como un enemigo temible.
En esa lucha, parece que Elena tendrá un papel protagonista y más ahora que sabemos que está embarazada sin haber tenido relaciones sexuales. Vamos, una nueva Virgen Maria, aunque puede que no nos guste quién es el padre del bebe. Ya veremos. Además, está el asunto del objeto que Vergara le dio en el primer capítulo. No sabemos qué es, aunque tampoco podemos descartar que fuera el propio bebé.
En cuanto al tema del niño, hay que señalar la maestría de los responsables de la serie al establecer la dicotomía entre el niño no deseado de Elena, al que tendrá que cuidar Paco en plan San José, y el premio que obtiene Merche, un niño que está como loca por cuidar y que hasta que mientras no tuvo la moneda no había podido tener.
Por cierto, genial la presentación de Merche. El personaje ha ganado muchísimo peso con respecto a la pasada temporada, volviéndose alguien mucho más poderoso e inquietante. La moneda la ha elegido a ella como su poseedora y es algo que los cultistas no van a poder cambiar. Ella lo sabe y no duda en aprovecharse. Es previsible que nos depare muchas sorpresas en el futuro, ya que no parece el tipo de mujer que se case con nadie. Va a defender sus intereses sobre todo y eso es algo que puede dar mucho juego.
Ahora que se han empezado a poner las cartas sobre la mesa, queda ver el camino que va a tomar la serie, con muchos frentes abiertos. ¿Qué hará Merche? ¿Qué pasará con Elena, Paco y el bebé? ¿Cómo va a seguir su investigación el grupo de Sepulveda? ¿Cuál es el plan de Barbrow? Solo puedo decir que espero impaciente el siguiente episodio.
