Bienvenidos a la Sala de Estudios de King’s Dominion, el lugar desde el que vamos a analizar todos los capítulos de Clase Letal. Así que ya sabéis, si no queréis leer spoilers más os vale ver el capítulo antes de leer este post.
Aquí puedes ver los análisis de los capítulos anteriores
En el análisis previo ya comentamos la importancia que tiene en la historia la ambientación ochentera de la misma. Pero no desde el ámbito de la nostalgia feliz. Al principio de este episodio tenemos otro ejemplo más cuando Marcus habla con el profesor Denke (clase de venenos) y este le comenta que muchos de sus amigos han muerto de SIDA antes de que la Administración Reagan se plantease hacer algo al respecto. Y esto no hace más reafirmar las ganas que tiene nuestro protagonista de acabar con el presidente.
Por otro lado Marcus parece tener remordimientos por el asesinato que cometió en el capítulo anterior. No deja de ver al mendigo muerto en todos los sitios y el que Willie esté todo el rato fardando y contándole al todo el mundo como fue él el asesino no hace más que poner más nervioso a nuestro protagonista.
La siguiente clase es con el durísimo director Lin, quien echa en cara a sus alumnos no haber asesinado a nadie como pidió en su última clase. Solo se salva de la reprimenda Willie (cuando todos sabemos que el asesino fue Marcus). Y en esta escuela eso de no hacer caso al profe tiene consecuencias, así que todos los estudiantes (menos Willie) son gaseados y tienen que resolver un acertijo si quieren saber el antídoto para el veneno. Marcus da con la respuesta pero cae desmayado como todos y solo Maria consigue llegar a la planta medicinal para dársela a sus compañeros desmayados, aunque vemos como vacila al dársela a su novio, el peligroso Chico.
Está muy claro que lo suyo es una relación tóxica, mucho más cuando luego no la permite ir a una fiesta por que se la va a llevar a una cita romántica. Como dice Saya, la opinión de Maria no cuenta.
Pues si, no todo va a ser dramas y clases. Ambientada en los ochenta y en un colegio, no podía faltar la típica fiesta estudiantil en casa de uno de los alumnos cuando no están sus padres. Y en este caso ese pobre pardillo será Shab, hijo de un banquero y que parece un poco fuera de lugar en King’s Dominion. Así que lo que pretendía que fuera una reunión de amigos se acaba convirtiendo en una fiesta con todo el colegio invitado.
Y en esta fiesta es donde vemos unos de los principales problemas de Marcus: su dificultad para encajar siendo una buena persona en una escuela donde todo el mundo es malvado y va a su rollo. Pero no todo es lo que parece. Willie le cuenta porqué alguien como él es pacifista. Y lo que vemos en pantalla a través de una escena animada (como ya vimos el pasado de Marcus) es un niño defendiendo a su padre de un ataque en su casa con un arma de repetición, pero el retroceso es tan duro para el pequeño que un disparo acaba con la vida de su propio padre. Y desde entonces Willie decide no volver a hacer daño a nadie más, su única manera de sobrevivir es con su reputación así que pide a Marcus que no le juzgue y que le deje vivir como quiera.
Pero Marcus no es el único con dificultades en esa fiesta. Billy le declara su amor a Petra, para llevarse un gran chasco ya que ella acaba marchándose a una habitación con un chico ruso. Y el pobre Shab, no para de limpiar la casa e intentar poner orden.
Si la fiesta ha ido como ido, la cita romántica de Chico y Maria acaba todavía peor. Lo que parecía una agradable noche acaba con el asesinato de un rival del padre de Chico y una advertencia para la joven: su novio sabe de sus juegos con Marcus y la próxima vez que haga algo así se arrepentirá de ello.
Al día siguiente de la fiesta Lin despierta a Marcus para llevarle al entierro de su víctima. Allí vemos a su familia triste por la persona que han perdido pero Marcus no duda en dirigirse a ellos y decirles que tipo de monstruo era realmente esa persona. Nuestro asesino se queda bien a gusto, y más cuando su profesor le dice que la persona que ha matado estaba en busca y captura acusado de varios asesinatos.
Para Lin todo está claro. No tiene que haber remordimientos cuando la víctima es malvada, esa es la verdad que quiere inculcar a sus mejores alumnos. Y confía en que Marcus sea uno de ellos. Por ello le pone en una habitación mejor y con un nuevo compañero, el pobre Shab.
Pero esto puede cambiar ya que Lin había designado a Marcus como el protegido de Saya y está obligada a contarle todo lo que sepa de él. Así que la japonesa le cuenta el gran secreto… Marcus no mató a todos en el correccional tal y como le acusan. ¿Pero si no fue él…? Tal vez ese extraño personaje que sale en la última escena del capítulo tenga algo que ver.
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