Una semana más, iZombie ha vuelto a nosotros. Por si no conoceis a Oli, Maxi y compañía, aquí os dejo los capítulo anteriores. Vamos con el análisis del capítulo 3.
Para empezar, contamos con un par de prepúberes que hacen el gamberro en una casa abandonada. Mientras, el jefe de Oli ha creado una alerta de Google (es todo un genio) y descubre que el bar El Enterrador ha añadido el cóctel Zombie asesino a su carta… no suena mal. Y un adolescente ha subido una foto de una Zombie a Instagram... si esa es Oli, esta muy desmejorada
Oli se apunta a la investigación Zombie. Por cierto, me encanta la expresión “estoy parcialmente muerta” o “La Gran Zeta” como sinónimos de Zombie. ¡Ah! El blanquito (que se llama Blaine creo) ha vuelto, y quiere sus cerebros. Pero a Oli no le hace gracia la idea. Lo que si le hace gracia es ayudar a su amiga a ensayar un juicio, hasta que comprueba que ella (o el cerebro del pobre pringado que se ha comido) es la culpable.
Clive no se quiere creer que Oli, que le ha salvado el culo en más de una ocasión, haya visto la muerte del magnate de la electrónica que ha fallecido. Y por si eso fuera poco, Oli se ha comido el cerebro de un psicópata o sociópata o lo que sea, y su ex-prometido se come los morros con otra en facebook. Un buen día que solo puede rematarse saliendo a cazar zombies con su jefe.
Y para variar, el jefe tenía razón: Era un zombie de verdad, y no uno cualquiera. Es la amiga del primer capítulo que le invitó a la maravillosa fiesta de los zombies. El jefe friki cree que el estado terrible de la zombie amiga se debe a la falta de alimento, y que ese aspecto es reversible dándole de comer. Por otro lado, en “La noche de trivial” de los polis, Clive y Oli creen que han encontrado una pista.
Pero por el bien del caso, Oli ha jodido algo: su amistad con su compañera de piso. Con lo sesos del psicópata en la cabeza, Oli es incapaz de sentir nada, y de esa guisa esta cuando Maxi (el ex-prometido que besa a otras por Internet) aparece a pedir un favor. Pues menos mal que esta anestesiada, por que la situación es de culebrón.
A lo que íbamos, después de pedirle que busque a su colega desaparecido, el amigo de Maxi le insinúa que es idiota. ¿Oli le contará la verdad a Maxi algún día? Sea como sea, el caso está a punto de resolverse, de no ser por que el supuesto culpable es un capullo rico y con influencia. Así que Clive y Oli (más conocido como Poli y Cerebro) se van a buscar pruebas de que el asesino y el asesinado (que era asesino en serie) se conocía. Banquete de cerebro por delante, Oli descubre que hay un testigo.
Al terminar la misión, Oli y Ravi (el jefe) van a ver si la amiga ha mejorado. Pero no ha mejorado. Y Oli insiste en matarla, a pesar de que Ravi no quiere. Y como la curiosidad mató al gato, Ravi cae al pozo de la zombie. Para salvarlo, Oli entra en “modo super zombie” y claro, eso la deprime un poco.
Y aún más, Oli ha encontrado como resolver el caso y contentar a su amiga. La droga anestésica que supone el cerebro del psicópata es una gran tentación, pero Oli sabe que debe asumir las consecuencias de sus actos. Incluidos vídeos en internet con ex-prometidos besucones. Si creéis que esta historia acaba mal, es que por que no sabéis como acaba el amigo de Maxi.
El chaval se encuentra con Blaine (nuestro amigo el blanquito) y aunque no sabemos que pasa después, está claro que esto no va a acabar bien.
Y con esto y un bizcoho. nos vemos la próxima semana. Estoy deseando saber más de este extraño personaje que es Blanquito.