Seguimos una semana más con las aventuras de Landry y sus amigos templarios. El término “aventura” está escogido por lo que es la serie, una aventura medieval. Seguimos avanzando episodio tras episodio y nada de lo que pudimos ver en el primer tráiler es lo que ha quedado para esta serie. Knightfall es una aventura con tintes históricos, no muy lejana de otras con un tono ciertamente juvenil donde hay más de fantasía que otra cosa. Se que Vikingos, otra serie producida por Canal Historia, no era ciertamente un libro de historia, pero se disfrutaba más con sus personajes y la mitología nórdica.
Análisis de los capítulos de Knightfall
La búsqueda del Grial
En el episodio de ayer supimos que Godfrey, anterior maestre de la orden y un padre para Landry, escondió en su propio estómago algo parecido a una llave. Pero, ¿qué abre? Es lo que tienen que descubrir, bueno ellos no, el pobre hombre que hace de médico y de manitas para los templarios.
Pero estábamos equivocados, no era una llave sino una pieza más para la lámpara de la que Godfrey guardaba una de sus piedras en su espada. Colocando todas las piezas como si de un Lego se tratase, la lámpara genera un escudo de armas, el de la familia De Caux. Esta noble familia francesa ha estado recibiendo ayudas de la orden desde hace años sin saber por qué y allí que van Landry y Tancrede. Al llegar se topan con el que parece ser el guardallaves de la casa, un hombre mayor que les confirma las peores noticias, que el dueño ha muerto. Sin embargo, en uno de los muchos secretos que se saca de la manga la serie descubrimos que el señor De Caux no es un simple noble francés, sino que es el propio Godfrey.
El buen hombre les cuenta la historia de la familia De Caux, donde Godfrey vivía junto a su hermano. Él era el menor, con lo que su hermano mayor Marcel obtendría las tierras y el título al morir su padre, con lo que Godfrey lleno de ira decidió matar a su hermano atravesándolo con la espada. Por suerte o por desgracia Marcel sobrevivió y perdonó a su hermano a pesar de haberlo dejado inválido, con lo que Godfrey decidió unirse a la orden y a su regreso se trajo el Grial, curando a su hermano.
Esta subtrama es bastante esporádica. La serie quiere que nos lo tomemos como uno de los grandes descubrimientos del episodio, pero no es más que una excusa para meter otra vez con calzador la esencia de los documentales actuales del Canal Historia con exceso de conspiracionismo y deidades omnipresentes.
Sin embargo, la vida del pobre Marcel, porque resulta que el guardallaves es el mismísimo hermano de Godfrey. muere por lo que parece ser un asesino de Assassin’s Creed, pero que en realidad es un sarraceno. ¿Qué hacen en Francia? Vete tú a saber, pero dos de ellos se enfrentan a Landry y Tancrede, pero solo uno consigue escapar del lugar sano y salvo en una de las peleas más poco interesantes y en una localización que creedme, es idéntica a la del episodio anterior con Parsifal.
Los nuevos reclutas
Gawain, anterior mejor espada de la orden del temple se encuentra ahora cuidando y entrenando a la nueva generación de templarios, entre ellos el quejica de Parsifal. Este chaval es lo más cercano a una dramaqueen (dramaking en este caso) que tendrá la serie nunca. Aún está llorando a su querida María con una actuación tan exagerada que duele. Pero parece que el chaval quiere ser templario para ir rebanando cabezas, así que Gawain será más severo con él en el entrenamiento.
El entrenamiento es lo más cliché de esta serie. ¿Espadas y tácticas militares? No por Dios, para crear un buen soldado este debe aprender desde lo más bajo limpiando letrinas o repartiendo pan entre los pobres. En esas que Gawain se lleva a los polluelos a repartir pan, Parsifal se topa con una ladrona que se lleva todos los panes que tiene él en la bolsa. Tampoco es que le importe mucho como para intentar quitárselo cuando descubre que es mujer. Ay Parsifal, que la castidad se te va a hacer cuesta arriba.
¿Recordáis la joven judía, algo tonta, que entró en combate contra los asaltantes en el camino en el primer episodio? Pues es la misma que está robando a los ricos para dárselo a los pobres, y parece que va a robar el corazón a Parsifal. En la cena que organiza el rey Felipe, ella es sorprendida por el joven Parsifal y esta le roba el anillo de María que él lleva al cuello, ¿Por qué? No lo sabemos, pero la chica se lo da a un extraño hombre en medio de la calle asumiendo que Parsifal irá a buscarlo. No se si los creadores saben que abrir mil frentes si no son interesantes lleva a que el espectador se aburra.
Del pecado al embarazo
La reina Juana, esposa del rey Felipe, uno de los monarcas más poderosos de Europa, se acuesta con Landry. El templario intenta que creamos que él se siente muy dolido ante sus acciones, pero es el amor que lo puede todo. Sin embargo querido Landry, vas a tener un hijo al que ni siquiera conocerás.
La reina decide tomarse un ungüento, bastante peligroso, para provocarse un aborto. Sin embargo, el amor es el amor y esperará a tomar la decisión cuando pueda hablar con su amado Landry. La escusa para hacerlo será el reciente matrimonio entre su hija y el príncipe de Cataluña.
Aquí se sucede la trama más interesante del episodio y casualmente tiene a De Nogaret de protagonista, que curioso, con lo poco que me gusta. Este, descontento con el reciente matrimonio decide acordar con el emisario inglés un plan por el cual Francia entraría en guerra con Inglaterra, no obtendría el refuerzo de Cataluña y así Felipe se vería forzado a cancelarlo y casar a su hija con Eduardo de Inglaterra. Un plan maravilloso, no es broma, a excepción de que el ayudante del emisario catalán no es otro que el propio príncipe Luis Miguel de Cataluña y desbarata los planes de De Nogaret, descubriéndose como aliado francés y ya de paso, llevándose a su futura esposa a la cama. No es tonto.
En la cena de celebración, Landry y Juana tienen la típica conversación en privado que se puede tener en medio de un salón con decenas de personas y situados en el centro bailando. O la música estaba muy alta o nadie oía que Landry está rompiendo con Juana, porque sí, el temor a Dios es más poderoso que el amor. Con esto, la pobre Juana decide tomarse el ungüento para provocarse el aborto.
Como si de la Guardia de la Noche se tratase
El sarraceno que no huyó es llevado al edificio del temple para ser curado e interrogado. Esto se debe a que durante el combate, el pobre Tancrede recibió tal paliza que el sarraceno tuvo tiempo de leer el pergamino y tirarlo al fuego. Sin embargo, los nuevos reclutas, cuya mentalidad debería ser algo más avanzada que la de los veteranos, discrepan de este acto.
Digo “deberían” porque ni ellos estuvieron en Tierra Santa ni son hijos de templarios, por lo que el odio a los sarracenos es bastante infundado. Sin embargo, esto lleva a que uno decida cortarle el cuello al pobre hombre antes de soltar palabra a modo de venganza por la traición de Landry y los veteranos. Que honorífico chaval, ni defenderse pudo.
Hasta aquí el análisis, espero que os haya gustado más que este episodio. Un saludo y sed felices.
Había empezado esta serie con muchas ilusiones porque me apasiona la historia de los templarios y porque confiaba en que sería un producto de calidad al menos similar a Vikings. Pero hasta ahora se está haciendo bastante denso seguirla. Ojalá empiece a mejorar, porque así está claro que no pasa de la primer temporada.
Buenas Matías, gracias por tomarte el tiempo para comentar. Estoy contigo en todo, pensé que sería un producto al mismo nivel que Vikings pero me siento decepcionado. Meto muchas veces la comparación con el primer tráiler pero si lo has visto sabes de lo que hablo y si no, te lo recomiendo porque no hay ningún parecido.
La serie debe mejorar de aquí en adelante y que pensemos que este inicio de temporada flojo ha sido por falta de expectativas, porque si sigue así la cosa acaba en la papelera.
Un saludo.
Hasta aquí hemos llegado. Abandonó está burla. Lamento que tengas que sufrirla, jajajajajajajajaja. Es de lo peor…. Saludos
No te preocupes compañero, si se tiene que sufrir se sufre, pero no veas que dolorosa es de ver, ¿tanto costaba una serie puramente histórica sin alardes de Cuarto Milenio?
Un abrazo Carlos.