Bienvenidos, hijos de las brujas, a este mundo en concreto, en el que se encuentran nuestros análisis semanales de La Materia Oscura, y otras cosas que nos hacen felices. Después del doble capítulo de la semana pasada, esta serie vuelve para seguir con esta segunda temporada, que tanto nos está gustando. Con este tercer capítulo, nos olvidamos de la fantástica dirección de Jamie Childs y damos la bienvenida a Leanne Welham, una directora poco conocida. Empezamos a conocer los entresijos del Polvo, y ahora nos adentraremos más en ellos. Bienvenidos al análisis de la segunda temporada de La Materia Oscura, capítulo 3. Bienvenidos al robo. Serie que podéis seguir en HBO.
Y, si queréis poneros al día, aquí tenéis todos los análisis
Del Norte al Sur
Tras el ataque a las brujas del lago Enara, estas están más decididas que nunca a encontrar a Lyra antes que nadie, pese a que Marisa Coulter les lleva algo de ventaja. He de decir que esa escena me parece preciosa, y que refleja muy bien el carácter de las brujas, acercándolas un poco a nuestra concepción occidental y a la tradición cristiana.
Serafina Pekkala busca aliados en el Norte. En concreto, en el rey de los osos acorazados, Iorek Byrnison, que les da a las brujas la información que les faltaba. A cambio, el daimonion de Serafina nos da más detalles sobre la profecía. Lyra tiene un destino que cumplir, pero no puede ser consciente de ello o fracasará, pese a que todos a su al rededor saben de ese destino. Es curioso que en esta escena no se echen en falta a los actores para nada, pero, al menos en el doblaje original, el acento del diamonion de Serafina Pekkala resulta un poco impostado.
En el Sur de otro mundo, Mary Malone intenta hacer hablar a la máquina del Polvo. Tras la visita de Lyra y su persecución, Mary está preocupada por la niña, pero también frustrada por se incapaz de hacer hablar a la máquina, que no puede responder a preguntas ni siquiera tan simples como de si o no. Y mientras ella protege a Lyra, la máquina, en soledad, responde. La serpiente, que es, evidentemente, Lord Boreal. Aunque la doctora Malone no llega a ver esto. Ante tanta frustración cualquiera se rendiría. Pero, por suerte para todos, Mary Malone no es cualquiera. Y si la máquina no le habla, ella encontrará métodos alternativos. Después de todo, ante una mente que se calma, el universo se rinde. Precioso el juego de luces, que se vuelve más cálido en los primeros planos de Mary, contrastando con el frío e intenso de la máquina, en un montaje paralelo muy interesante.
De Cittàgazze a Oxford
Lyra tiene un conflicto de intereses. Por una parte, el aletiómetro le ha advertido de que Will y su padre deben ser su prioridad. Por otra, tiene su propio camino buscando respuestas sobre el polvo. Pero lo que se encuentra en el despacho de Mary Malone es a un hombre que acaba por sonsacarle sobre Will. Lyra ya ha traicionado sin querer a un amigo antes, y con la ayuda de Mary Malone intenta que la cosa no vaya a peor. Pero de una trampa a otra, Lord Boreal sabe lo que se hace y aparece a tiempo para embaucar a Lyra, y robarle el aletiómetro. Lord Boreal desaparece y Lyra está dolorosamente fastidiada.
Will sueña con su padre (y volvemos a tener imágenes, aunque borrosas de Andrew Scott), y se levanta con la decisión de encontrar al señor Parry. Buscando a Lyra, Will se encuentra con Bella Ramsey de nuevo, y descubre un par de cosas interesantes. Es evidente que hay alguien dentro de la Torre degli Angelli, y que existe algo similar al Magisterio del mundo de Lyra. Pero lo más importante para Will, es encontrar a Lyra, y no son buenas noticias las que recibe cuando se vuelven a encontrar. Will decide esconderse temporalmente en el cine, mientras esperan a que la policía deje de buscarlos para ir a buscar el aletiómetro a casa de Lord Boreal; que les promete devolvérselo, si a cambio consiguen una daga, que ahora reside en poder del misterioso habitante de la Torre degli Angelli.
Del cielo al calabozo
Lee Scoresby, el mejor hombre del mundo, está siendo controlado por poderes que, ni el ni nosotros conocemos por ahora. De momento, su misión sigue siendo la de encontrar a Stanislaus Grumman, cuya cabeza vimos, os recuerdo, en aquel primer capítulo de la serie. Pero la búsqueda pueblo a pueblo es dura y compleja. La información es contradictoria y Lee acaba en el observatorio.
Es una de las mejores escenas que he visto en mucho tiempo. Es evidente, desde el primer momento, que el Doctor Haley no es buena gente, y que fijo que asesinó a sus anteriores compañeros. Su daimonion lemur es agresivo y da mal rollo. Así que no solo no contesta a las preguntas de Lee sobre Grumman, si no que acaba por intentar matarle. El tiroteo es maravilloso, ya que está rodado desde la perspectiva de Lee, y todo el rato vemos planos 3/4 del americano, empatizando con su confusión y su dolor de arrebatar vidas. Y es que Lin Manuel Miranda es maravilloso. Pero, como él mismo dice, el Magisterio está en todas partes, y su acción en defesan propia acaba por costarle la libertad.
Marisa Coulter y Lee Scoresby se encuentran en la fría celda dónde Lee permanece encerrado. Y tiene lugar una de las conversaciones más bonitas de la serie. Porque podemos ver a los personajes en su esencia. Maria Coulter es fría, lógica y emocionalmente incapaz. Se siente cómoda en la violencia y la traición. Lee es un hombre sencillo, que valora la vida por encima de todo, y aún así, es un superviviente que está dispuesto dejarse matar por amor. Lyra Belaqua no ha tenido buenos padres, pero si hay justicia en el mundo, se reencontrará con el hombre que la quiere como tal. De esta escena me encanta que, a través del diálogo, se nos muestre lo mucho que se parecen los dos personajes, mientras que los planos, la luz y los actos, nos muestran las abismales diferencias de dos personas que han lidiado con las mismas circunstancias, de formas muy distintas. Finalmente, Marisa Coulter deja libre a Lee Scoresby. No os emocionéis, porque hay planes malvados detrás de esta acción que puede parecer bondadosa.
La opinión de Sofía
Pues es que no tengo nada malo que decir de este capítulo, la verdad. Siendo quisquillosa, me habría gustado tener más tiempo a Iorek Byrnison en pantalla; y echo un poco de menos a Lord Asriel, porque era evidente que en la anterior temporada tramaba algo, pero seguimos sin saber el qué. No obstante, entiendo que hay demasiadas cosas por contar, y hay que racionarlas.
Pero por favor, alabemos mucho los planos generales largos de este capítulo, que son una auténtica belleza. Si en el capítulo anterior me quejaba de la luz, me como mis palabras en este. El enfoque es mucho más luminoso, y nos permite admirar el trabajazo de fotografía y localización. En general un guion a la altura, y una entrada a lo grande de Leanne Welham como directora.
Una pequeña apreciación para el final, ¿Os habéis fijado en que el daimonion de la señora Coulter nunca hbala, ni tiene nombre? Y con esta reflexión, os dejo hasta a la semana que viene. Hasta entonces… sed felices
