Bienvenidos, creyentes del nuevo y mejorado mesías, una semana más. Predicador acaba aquí y ahora. Porque, aunque parece que tiene muchas papeletas, AMC aún no se ha pronunciado acerca del futuro de esta serie. Si eres de los que te gusta hacer las cosas al revés, te recomiendo que empieces a verla ahora, y leas de paso los análisis de esta serie que realiza una servidora. Si as al día, y tienes los glúteos tensos por la espera, seré buena contigo y arrancamos con el análisis del penúltimo capítulo de la segunda temporada de Predicador. Bienvenidos al final del viaje.
Infancia en Louisina
El jovencito Jesse es un pequeño hombrecito muy bien vestido que, al húmedo sol del Louisiana, se ocupa de recibir a los visitantes que van a ver a la misteriosa Madame L’Angelle. Por supuesto, Jesse es un poco pillo y hace un poco más que recibirlos. Jesse trata de apropiarse de su parte de los beneficios, pero los matones de su abuela le explican, parcos en palabras que no va a así la cosa. El joven Jesse paga su frustración con un pollo inocente que pasaba por ahí. Ya vemos lo complicado y voluble del carácter de Jesse desde pequeño, quien mata al pollo sin compasión, pero se arrepiente al poco, tratando de recurrir a métodos poco naturales para arreglar sus errores.
Pero no será la última vez que Jesse Custer acuda a su abuela a que arregle un error que ha cometido. Tendremos que esperar al final del capitulo para comprobar que la vuelta de Jesse no será esta vez por un pollo.
La vida del Mesías
Parece que el alzamiento del nuevo mesías empieza por llevar capas flamencas del S. XII remachadas en oro y dar discursos en colegios. A mitad de su representación, unos armenios (que son armenios como podrían haber sido serbios, o chinos cabreados) se presentan en la clase a matar a monjas y niños. Jesse trata de usar a génesis, pero ya vimos que El Poder está un poco atrofiado últimamente y recurre a su otro gran poder: la violencia. Por supuesto, los armenios solo eran un teatro montado por Herr Starr.
Mientras viaja al estrellato, Herr Starr le pregunta por qué no ha usado sus poderes. Jesse miente, y vemos en sus ojos que sabe lo cara que le va a costar esa mentira. Ya como ídolo de masas, Jesse está preparado para comenzar su escalada a la redención. Pero una llamada de Cassidy le convence de que su vocación, su sitio, está con sus amigos. Y está tan seguro que sale corriendo a por ellos. Herr Starr lo permite por que, como le dice en un último segundo de contacto visual, tiene una garantía de que volverá: su alma.
La otra cara de la moneda
Cassidy está haciendo las labores de casa y, como buen padre, cotilleando un poco la vida de su hijo. No le gusta lo que encuentra, claro. Parece que Dennis se ha unido a un club poco recomendable que permite saciar los más oscuros y terribles deseos. Tulip hace la compra. Si es que a litros de protector solar y vodka se les puede llamar la compra. Pero no está en su mejor momento y la cosa acaba con el dueño inconsciente y Tulip cabreada. Ella aún cree que lo de Bimini es una buena idea. Cassidy, por su parte, no puede dejar de pensar en las ideas del club de la sangre. Y no son divertidas. Algo va mal con Cassidy. Dennis, por fin, se enfrenta a su padre y le hace la pregunta que Cassidy no puede contestar. ¿Puedes ser bueno, Cassidy? Y Cass decide que no mientras Dennis, ese engendro de todo lo malo que hay en él, siga vivo, el no puede ser bueno. Así que Dennis cae al sol, empujado por la mano del hombre que le dio la vida, dos veces.
Tulip está recogiendo las cosas cuando encuentra algo que no debería. Una cámara, que cayó al suelo durante la pelea con el Pistolero. Cass quiere contárselo a Jesse, pero Tulip cree que conocer los métodos de Herr Starr no hará que el Predicador cambie de opinión. Así que allá van, rumbo a Bimini, cuando Tulip decide subir a despedirse de su vecina Jenny. Tulip se da cuenta demasiado tarde, y recibe un certero balazo. Jesse llega a tiempo, y trata de detener la hemorragia e incluso de usar a Génesis. Pero no funciona, y Jesse y Cass se enzarzan en una catártica pelea, que acaba cuando Tulip vuelve a respirar, solo para exhalar su último aliento.
El lago Estigia
Adolf y Eugene huyen del infierno, y llegan al Estigia. El dictador se despide del chico, lo cual nos deja extrañados. ¿Por qué alguien correría semejante riesgo solo para ayudar a otro, y menos Adolf Hitler en el infierno? ¿Es una trampa? No lo parece. Además el barquero es un tío muy majo. Eso en esta serie no augura un buen final. La madame del infierno quiere a Eugene de vuelta y mata al barquero para conseguirlo. Por lo visto, la ausencia de Dios está creando un caos mayor de lo que podríamos imaginar.
Hitler se siente bien. Ha salvado a alguien, ha hecho algo bueno, después de tanto… Ha vuelto a ser bueno. Eugene le ofrece la oportunidad de volver. Así que Hitler y Eugene suben al autobús (que es el mismo que llevamos viendo en las dos temporadas) y vuelven al mundo. Hitler sale corriendo y Euegen decide que, en realidad, le importa una mierda.
La opinión de Sofía
Predicador es una serie que se ha caracterizado por estos finales abiertos. Cierra unas tramas, abre otras, deja algunas sin tocar. Esto hace que este final sea cojonudo. La reacción de Eugene al conocer que su padre, su pueblo, su hogar ya no existen; Adolf Hitler de nuevo en el mundo de los vivos; la carencia de alma de Jesse y la posible resurrección de Tulip… E incluso la estelar aparición de Dios. Los guionistas se han sabido dejar ases bajo la manga para esa, todavía hipotética, tercera temporada. Desde luego, esta ha sido redonda.
He de decir que me gustaría saber cuales son las pistas correctas. Recordemos que la última temporada vimos la historia del Pistolero sin saber de su importancia en la siguiente. Quizá de la misma forma, en esta temporada están los huevos de las tramas de la siguiente. Lo sabremos en el futuro. Hasta entonces… sed felices.
No me lo puedo creer lo de Tulip 😢😢😢😢😢
Me encanta esta serie y me da coraje ver que no la sigue mucha gente.
Tulip volverá con nosotros, de eso estoy segura!
A mi también me da lastimica que no la siga tanta gente como debería 🙁