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Análisis de Riverdale. Temporada 6. Episodio 14

Continuamos analizando la sexta temporada de Riverdale y hoy le toca al episodio 14 o, si lo preferís, capítulo 109 del listado total, cuyo título es Venenosa (Venomous). La serie, creada por Roberto Aguirre-Sacasa, es emitida por The CW y puede ser vista en España a través de Movistar+.

Bienvenidos nuevamente riverdaleros a un nuevo análisis de Riverdale, cuya sexta temporada camina hacia una batalla final que pinta memorable en la medida en que nuestros personajes van aprendiendo a limar poderes y dejar de lado vulnerabilidades. En este decimocuarto episodio, hemos visto poco a Percival y nada a Tabitha, mientras que Cheryl ha sido fundamental en una trama llena de conflictos del pasado y muy, pero muy tóxica…

Pasemos ya mismo al análisis advirtiendo que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y recordándoles que pueden leer aquí los anteriores.

Tras los Pasos de Super Ratón

La reflexión inicial de Jughead alude a la clásica pregunta acerca de qué superpoder nos gustaría tener si pudiésemos elegir uno. El común de la gente, dice, ve las ventajas de tenerlo, pero no las desventajas como migrañas, puntos débiles, besos mortales o vulnerabilidades: se refiere, claro, a los problemas que vienen afectando a nuestros protagonistas desde que adquirieron sus dones especiales.

Como coronando sus palabras, Percival y Reggie, a la puerta de Pop´s, se encuentran con Archie. Este último intenta hacer recapacitar a Reggie sobre lo mal que hace en sumarse a Percival, pero es inútil: le responde que él no rechaza el progreso en alusión a la inminente demolición de Pop´s para construir allí la estación ferroviaria proyectada por Percival.

Archie dice que tal cosa solo ocurrirá sobre su cadáver y Percival, como buen británico, replica que eso es una típica fanfarronada americana (ojo, tiene razón) a la vez que le muestra su flamante anillo de paladio, elemento que, como venimos viendo, hace vulnerable al pelirrojo.

En conversación posterior con Jughead, Archie se pregunta cómo y cuándo lograrán detener a Percival, que cada vez adquiere más poder mientras ellos están solo a la defensiva.

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Se muestra intrigado por la cantidad de cómics que tiene su amigo y mirando un antiguo ejemplar de Action Comics, se pregunta cómo hizo Superman para contrarrestar el influjo de la kryptonita. Jughead cree recordar que alguna vez se sobreexpuso a ella para adquirir inmunidad y algo parecido hizo Super Ratón con el queso Limburger

Haciendo analogía con el paladio, la pregunta obvia es quién dispone de tanto y la respuesta es igualmente obvia: Cheryl…

El Pasado que despierta

El conjuro de los libros puesto en práctica por Percival en el episodio anterior ha traído como consecuencia colateral el reflotar pasados no resueltos: en el caso de Cheryl, su inconclusa relación de adolescencia con Heather, por cuyo paradero está súbitamente interesada.

Indagando, descubre que es bibliotecaria en Greendale, es decir no tan lejos. Le pregunta a la esfera del conocimiento (en rigor de verdad, una bola de billar) si le conviene buscarla, pero no sabe darle una respuesta. Nana Rose intenta desalentarla y convencerla de dejar lo pasado en el pasado pero, lejos de cejar en su búsqueda, la pelirroja la ubica en redes sociales y le envía varios mails que, para su decepción, no son respondidos. Pero ya sabemos que Cheryl nunca se rinde y, finalmente, da con la biblioteca en la cual su antigua amiga se desempeña…

En cuanto a Betty, el trauma tiene que ver con su padre, de quien le han vuelto imágenes del pasado que por alguna razón, intuye, podrían contener alguna pista sobre el Asesino de la Bolsa de Plástico. Cuando se lo cuenta a Jughead, este se ofrece a ayudarla con su don telepático, buceando en los recuerdos de ella en algo así como una sesión de hipnoterapia: ups, de esa habilidad sí que no teníamos noticias…

Apenas Jughead comienza a hurgar, se topa con un recuerdo de ambos besándose.  Cuando Betty le pregunta qué vio, responde que solo superficialidades, pero allí, seguramente, hay material para más adelante.  De momento, hay que ir más profundo…

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Parece ser que en su infancia, Betty estaba siendo adiestrada por su padre para continuarle el legado, al punto de hacerle aplastar una gata con una roca y preguntarle cómo se sintió. Además, él había encontrado (¿cómo?) que su esposa Alice portaba su mismo gen de asesino serial y, por lógica, también Betty, a quien quería hacerle aflorar tal instinto. Cuando Betty encara a su madre y la acusa de ocultamiento, obviamente niega todo…

Sangre, Sudor y Lágrimas

Veronica se ha tomado muy en serio su rol de “viuda negra”, al punto que lleva velo sobre su rostro, utiliza lápiz labial negro y viste de oscuro al estilo femme fatale de cine noir. Reggie está poniendo a los accionistas en su contra por haberle dejado afuera, además de que el casino no viene dando ganancias desde que ella asumió el liderazgo en solitario y, por si eso fuera poco, hay fotografías que demuestran que no está bien de salud…

En efecto y en relación a eso último, Veronica ha hecho una visita a nuestro médico predilecto (leáse Curdle Jr.), quien le ha puesto al tanto de que las toxinas de su cuerpo han aumentado a niveles astronómicos y ni siquiera entiende cómo sigue viva: un encanto; ese es nuestro doctor, hay que ver la expresión con que lo dice.

El poder tóxico, de hecho, ya no solo actúa a través de saliva o labios, sino también de sangre, sudor y lágrimas (me encantó la referencia a Churchill). Una discusión con Reggie, por cierto, lo demuestra, cuando este comienza a sangrar por su nariz sin que ella le haya siquiera tocado. Y pensar que yo llamaba tóxico a su difunto marido: perdón, Chad

Reunión de Pelirrojos

Archie va en busca de Cheryl para pedirle paladio y ella se lo da, aunque dudando de que sepa utilizarlo bien por no dominar las artes arcanas y sobrenaturales. Los hechos le dan la razón: en el gimnasio y con pieza de paladio encima, Archie arremete a golpes contra el saco de boxeo y termina con las manos ensangrentadas. Regresando entonces junto a Cheryl, esta le hace entrega de una sopa de paladio (increíble todo lo que se puede hacer con ese metal) y la cosa parece ir mejor hasta que descubre que está perdiendo mucho peso y tiene claros síntomas de anemia…

Reunión Cumbre

Archie, Juhgead, Betty y Veronica se reúnen en el Whyte Wyrm para ponerse al tanto de las últimas novedades y diagramar pasos a seguir. La velada incluye alcohol y Veronica descubre que no le produce ningún efecto: sospecha que, quizás, las toxinas de su cuerpo le hagan inmune a intoxicaciones con otras sustancias y, por qué no, venenos. De ser así, no estaría tan condenada como cree…

Acude, por supuesto, a Cheryl, pues nadie tiene tantas plantas venenosas en su casa ni la puede asesorar con una buena colección de venenos y también algunos libros sobre arañas. “¿Cuántos quieres?”, le pregunta…

Pero además, Cheryl tiene un nuevo y a tal fin cita a Archie y Betty. No habiendo dado resultado la sopa y a la vista de la galopante anemia, interpreta que el paladio está suplantando en el cuerpo de Archie a otros metales, fundamentalmente al hierro.

La solución, según dice, pasa por la transmutación, pero no en el clásico sentido de los alquimistas: no hay registro, por ejemplo, de que alguien haya logrado convertir hierro en oro y sí en cambio, de lo inverso, talento inútil hasta ahora…

El paladio, dice, no es otra cosa que oro blanco y, como tal, ella puede transmutar todo el que Archie tiene en su cuerpo para convertirlo en el hierro que tanto está necesitando. Para ello, debe someterlo a una cantidad de calor equivalente a la que usaban los alquimistas con los metales, lo cual implica para él riesgo de muerte a la luz de lo débil que se encuentra: de salir bien, sin embargo, Archie quedará “forjado” y, como tal, será inmune no solo al paladio sino a todo.

Betty se opone a la idea por peligrosa, pero Archie, con toda razón, repone que el paladio, ya de por sí, lo está matando de todas formas. Acepta, por lo tanto, el reto y lo bien que hace: ¿recuerdan alguna oportunidad en que Cheryl haya mentido? Yo no: junto con el doctor son los únicos personajes de la serie a los que les creo absolutamente todo…

Eso sí: Archie pide, por las dudas, compartir antes una posible última noche con Betty y, de paso (eso lo digo yo), cumplir con el fanservice, así que terminan con juegos amorosos en plan de videoclip y hasta con toma desde el techo de la habitación, todo ello mientras, en otro lado, Veronica se da un baño en su tina, ingiere venenos y lee un libro sobre arañas con una carga sensual más cercana a la condesa Bathory que a Marilyn Monroe.

Sorpresa en el Comedor

Jughead ha hurgado en el subconsciente de Betty, pero esta siente que su madre le sigue ocultando cosas y, al respecto, nada puede decirle a menos que la tenga en frente para leerle la mente. A tal fin, hacen una visita a Alice en su estación de televisión y, con unos pocos segundos, ya él tiene lo que necesita.

Lo que ha visto es que bajo la tarima del comedor han ocultado en el pasado algo junto a su esposo y cuando Betty y él van allí para investigar, descubren que bajo la casa siempre hubo… un policía muerto, con uniforme y todo… Con esa “sorpresa” se encuentra Alice al llegar y, ya sin poder ocultar nada, se quiebra…

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Según cuenta, ese agente estaba investigando los asesinatos y fue muerto por Hal, quien la obligó a ayudarle a enterrarlo bajo amenaza de muerte. Consultada por Betty sobre si sabía que su padre la estaba entrenando, manifiesta que siempre hubo un vínculo muy especial entre ambos y que, por esa razón, buscó mantenerla fuera de toda influencia que pudiese despertar en ella tan oscura herencia. A ello se debió el que fuese una madre tan controladora aunque, como dice Betty, a la larga no funcionó y el mal sigue allí…

La Forja de Archie

Veronica ha comprobado que, en efecto, es inmune a sustancias tóxicas y no solo eso, sino que, leyendo en los libros de Cheryl, ha descubierto que ninguna araña muere por su propio veneno dado que saben secretarlo a voluntad, exactamente lo que debe aprender a hacer ella y no ocurre cuando es sobrepasada por sensaciones tales como miedo, ira o desesperación.

Los besos, de todas formas, siguen siendo un tema espinoso en el cual, por ahora, no conviene innovar… Cheryl se quita de la solapa su prendedor en forma de araña y se lo entrega: “Ahora te pertenece…”

En una gruta bajo Thornhill, mientras tanto, tiene lugar la “forja” de la que Cheryl ha hablado: provoca algo de escozor pensar que la última vez que practicó un ritual sobre Archie fue para sacrificarlo pero, bueno, fue en otro universo, con otra Cheryl y otra Archie…

Él lee unos versículos en alguna lengua ancestral mientras con su habilidad piroquinética, ella eleva la temperatura hasta que la hoja se quema en la mano de Archie y él se revuelve en espasmos mientras todo tiembla alrededor. Cuando acaba el hechizo, aún sigue allí de pie..

Tóxico

Archie vuelve a ser invulnerable y lo demuestra al pasarse un cuchillo sobre la palma de la mano sin consecuencia alguna. Redoblando la apuesta, Betty decide ponerlo a prueba con un beso de Veronica que, de paso, le sirve a ella para aprender a dominar sus toxinas. No sé qué efecto pueda tener ese beso a futuro pero, de momento, los tres parecen encantados. Pregunta osada: ¿asoma el poliamor? ¿O vuelve Varchie?

Por lo pronto, Veronica se sigue negando a dejar el Babylonium a pesar de la insistencia de Reggie y, por el contrario, cita a los accionistas, con Percival incluido, a un evento en el casino para comunicarles no solo que no piensa venderlo, sino también que los números están ahora dando bien y que los rumores sobre su salud son infundados.

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Para rematarlo y con escenografía arácnida a mitad de camino entre Alice Cooper (el músico de rock, no la madre de Betty, je) y David Bowie, interpreta, coreografía incluida, una canción de título muy adecuado: Toxic, de Britney Spears (placer culposo: me encanta ese tema… ¿y qué?).

Mientras tanto, fuera de allí, Jughead recibe mensaje de Tabitha diciéndole que está regresando de Albany: no parece el momento más oportuno, pues su cabeza, tras haber leído los recuerdos de Betty, es invadida por los que ambos tienen en común y que, por lo que vio, siguen presentes también en la mente de ella. ¿Vuelve Bughead?

A todo esto, en Thornhill, suena en la noche la campana de entrada y al abrir Cheryl la puerta… se encuentra con Heather…

Balance del Episodio

Cada tanto, Riverdale con algún episodio de transición y este ha sido uno. Sin embargo, sería excesivo llamarlo “de relleno”, pues ha arrojado algunas pistas acerca de cómo puede cerrarse la trama de Percival Pickens.

Para empezar, insisto en algo que dije en el análisis del cuarto episodio de esta temporada, cuando todavía estábamos en la dimensión paralela: la serie no funciona sin Cheryl y, una vez más, queda demostrado, pues prácticamente todo lo importante en este episodio se ha resuelto por su intervención y hasta quizás haya salvado la vida tanto de Archie como de Veronica. Me encanta la pelirroja cuando viene en plan Morgana, como aquí ocurre…

Hemos tenido muy poco a Percival en pantalla: una escena casi al principio y otra casi al final, en ambas con muy poco guion. Sin embargo, todo lo ocurrido apunta, claro, hacia él. ¿Veremos su caída y sabremos su verdadera identidad antes del segundo parón de temporada? Llama la atención que después solo queden cuatro episodios, lo cual podría anunciar, como en los cinco primeros, una trama algo más independiente. Se me ocurre entonces que el arco de Percival podría resolverse en las próximas cuatro entregas.

¿Qué está pasando con los besos y los recuerdos? Es como que, de momento y dado que nuestros personajes están enfrascados en algo mucho más grande, las historias se van esbozando pero quedan tapadas como el muerto en casa de Betty. Sin embargo, todo puede estallar de un momento a otro al haber por allí un triángulo en ciernes y un cuarto en danza cuya habilidad telepática le ha jugado una mala pasada a su presente sentimental. Habrá que ver para dónde sale todo…

Lo bueno es que Archie es ahora inmune al paladio, del mismo modo que Veronica y Cheryl han ido aprendiendo a manipular a su antojo toxinas y fuego respectivamente: si todo va bien, tendremos un gran equipo para enfrentar a Percival en la gran batalla final. Por lo pronto, el final nos ha dejado unos tres cliffhangers y veremos de qué modo comienzan a resolverse la semana que viene…

Hasta entonces y sean felices…

Rodolfo Del Bene
Rodolfo Del Bene
Soy profesor de historia graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Entusiasta del cine, los cómics, la literatura, las series, la ciencia ficción y demás cosas que ayuden a mantener mi cerebro lo suficientemente alienado y trastornado.
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