Nuevo episodio de Riverdale y, por lo tanto, nuevo análisis: nuestros personajes, sin ser conscientes de ello, siguen atrapados en un pasado alternativo aunque, poco a poco, van emergiendo sus personalidades de la otra línea temporal. La serie, creada por Roberto Aguirre-Sacasa, es emitida por The CW y para España por Movistar+.
Hola otra vez, riverdaleros. Bienvenidos a analizar una nueva entrega de esta temporada final de Riverdale en la cual Archie y sus amigos siguen viviendo en una década de los cincuenta alternativa sin recuerdo alguno de sus vidas en la otra línea temporal. El episodio es el tercero de la séptima temporada o, si así lo prefieren, capítulo 120 del listado total. Su título es Educación Sexual y, en efecto, tiene más carga erótica y reflexión sobre la sexualidad que ningún otro que la serie haya emitido. Lo bueno es que hemos vuelto a reírnos, cosa que extrañé en los dos anteriores…
Pasemos ya mismo al análisis, no sin antes dejar de advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni de recordar que pueden leer aquí nuestros análisis anteriores.
Sangre, Leche y Tinta
Finalmente y como suponíamos, la sangre en el cuerpo de Ethel era de sus padres, los cuales, dice, fueron asesinados por el lechero Willie. Su historia es dudosa: el hombre al que incrimina tiene unos setenta años y al ser llamado para reconocimiento, acaba admitiendo que no era él, aunque sí alguien vestido de igual forma: todo muy extraño… Mientras tanto y sin familia, es alojada por los Cooper.
A Jughead, su relato le suena familiar y es por una historia prácticamente idéntica publicada hace algún tiempo por Pep Comics. Ethel, de hecho y al igual que él, tiene ese mismo cómic en su colección y ha hecho además un dibujo en el que alguien muy parecido a ella mete en una trituradora de carne a dos personas muy parecidas a sus padres. Teme que ello pueda incriminarla, más aún con lo poco creíble de su historia y cuando en todos lados la miran como asesina.
Jughead se compromete a introducirse en la casa por la noche para retirar dibujo y cómic. Lo logra, escapando por milagro de la policía que llega en ese preciso momento. Sin embargo, hay vecinos que le han visto y termina sometido a interrogatorio: en giro muy cómico, cuando se le pone al tanto de que mencionaron un adolescente con corona, niega haber sido él…
Sótano Beatnik
Penelope Blossom está preocupada porque Cheryl no sale con chicos y, por el contrario, lo pasa pintando muchachas desnudas. Le pide a Julian que le consiga alguien y este piensa en Archie, de paso buena forma de sacárselo de encima para tener vía libre con Veronica.
Pero cuando le menciona la posiblidad, Archie repone que encuentra a Cheryl distante o inaccesible. Para convencerlo, Julian le dice que su hermana es muy experimentada (obviamente en cuestiones sexuales) por haber salido con universitarios mayores…
Toni, mientras tanto, invita a Cheryl a un evento de poesía en un sótano beatnik llamado El Cuarto Oscuro, pero la pelirroja no se muestra interesada: está claro que la presencia de Toni la pone nerviosa y busca huir a su sexualidad reprimida.
Archie la invita a una función de La Tentación vive arriba (tambien conocida, según los países, como La Comezón del Séptimo Año), que será proyectada en el Babylonium: tampoco aquí Cheryl muestra interés y dice que la película está sobrevalorada (es, recordemos, la de la icónica escena de Marilyn con el vestido blanco flameando). Pero la cosa se invierte y ella le invita al evento de poesía. Está claro que quiere ver a Toni pero no hacer notorio su interés, por lo que prefiere asistir en la aparente seguridad de una pareja heterosexual.
Julian, apenas enterarse, se lo cuenta a Veronica y de pronto ella quiere asistir al evento. La cosa comienza con Clay haciendo un número de poesía que es aplaudido de modo entusiasta por Kevin, quien en realidad se halla allí por él. Betty , en cambio, dice no haberlo entendido y Archie que ni siquiera rima…
Después, Toni hace un número en el que mezcla poesía con una danza de contoneo sugerente y lascivo mientras mantiene la vista clavada en una Cheryl que está a mil y hasta se le escapan gemidos contra su voluntad. Su incomodidad hace que, al salir y en obvio acto de escape, sorprenda a Archie con un beso que este no espera.
Sueños Húmedos
La sexualidad es tema instalado a lo largo del capítulo. En la escuela y por disposiciones oficiales, deben dar una clase sobre el tema pero el profesor esquiva hábilmente el bulto con una sobre la reproducción en las flores.
Los jóvenes, obviamente, ven algo más que flores y en la noche tienen sueños eróticos rodeados de plantas y envueltos en una vaporosa niebla: Betty con Archie, Cheryl con Toni, Kevin con Clay… Todos los sueños se juntan en una única escena que está verdaderamente lograda y hasta tiene un tono surrealista divertido mientras una música de fondo, entre aleatoria y tribal, remite muy apropiadamente a la cultura beatnik.
Al otro día, obviamente, todos hablan de sexo. Betty dice estar leyendo la Guía de la Sexualidad de Alfred Kinsey, un autor muy de moda por la época que fue de los primeros en plantear que la homosexualidad y la bisexualidad no eran patologías: hubiera sido más adecuado que lo estuviese leyendo Cheryl pero, bueno, de momento ella pareciera escaparle al tema. Veronica sostiene que más que hablar de sexo deberían practicarlo y a tal fin organiza en su domicilio una fiesta de besos.
Kevin le pregunta a Clay si desea asistir, seguramente con la ilusión de que por alguna de esas coss se terminen besando. Este, sin embargo y pidiéndole guardar el secreto, le confiesa que es gay y rechaza amablemente la invitación manifestando no creer que se trate de una fiesta para gente como él.
Archie, por su parte y después de que Betty dijera estar leyendo a Kinsey, pide a la rubia consejos para aplicar con Cheryl y se ponen a ensayar entre sí momentos románticos que despiertan una vez más alguna atracción de otro tiempo, pero sobre todo en ella, pues el pelirrojo sigue siendo el único que no muestra reminiscencias de la principal línea temporal.
Bésame Mucho
Una vez en la fiesta, Cheryl sale sorteada para besarse con Fangs, pero ella prácticamente le aparta la cara. A Kevin le toca con Midge Klump (Abby Ross): ¿la recordaban? Otra más que en este mundo está viva y bien, aunque no es interpretada por la misma actriz que le diera vida en la segunda temporada (Emilija Baranac): como es lógico, es prácticamente ella quien lo termina besando, pero Kevin, de todos modos, se entrega de modo amable aunque sin demasiada fogosidad.
A Betty le toca con Jughead y el beso es delicado y correcto. A Toni le toca Julian: sabiendo que Veronica le está mirando, él la besa suave y breve, pero como también Cheryl está mirando, ella le come virtualmente la boca. A Veronica, por supuesto, le toca Archie y, por más que finja sorprenderse, está claro que arregló el sorteo e inclusive organizó el encuentro con ese fin; de hecho, se le escapa que quizás sea una “cita del destino”. Ante la incómoda mirada de Julian, el beso es por demás apasionado y casi cinematográfico, al punto que, terminado, Archie dice haberse quedado con el chicle de Veronica…
Llegó el momento de emparejarse e irse, es decir que cada uno se vaya con la pareja que en los besos le ha tocado, pero Veronica fracasa en el intento de escoger a Archie, pues Cheryl se lo lleva antes de que siquiera pueda amagar hacerlo. Julian parece entonces decidido a recuperar terreno con ella, pero Veronica lo empareja con Toni, su pareja de los besos: no es que a él le disguste la idea; dice que podrían terminar lo empezado y ella le replica que ni lo sueñe, aunque sí lo conmina a llevarla a su casa en ese “cochazo” que tiene…
Solo quedan entonces Veronica y Jughead: se cruzan fugazmente algunas miradas que parecieran retrotraer a otro tiempo y lugar, pero queda en nada. Archie, en tanto, termina haciendo el amor con Cheryl en una auténtica escena fanservice que nadie hubiera esperado para esta temporada y eso a pesar de enterarse ella de que fue Julian quien los emparejó hablándole a Archie de sus supuestas experiencias con universitarios. Ella reconoce jamás haber estado con uno ni tener experiencia alguna, pero dice que podrían comenzar…
En el colegio, al otro día, citan de dirección a Jughead y Ethel. Sin embargo, cuando llegan a la misma se encuentran allí al sheriff Tom Keller, quien anoticia a Jughead de que han revisado su vagón y encontrado los cómics y el dibujo de Ethel: la cosa pinta mal para la pareja…
Balance del Episodio
Cómo extrañaba volver a reírme con Riverdale. Los dos primeros episodios de la temporada no estuvieron mal pero para mi gusto fueron demasiado serios y faltaba ese toque disparatado que tanto nos hacía desternillar.
No ha sido este el caso: la parodia de la cultura beatnik ha sido verdaderamente hilarante, al igual que los clásicos debates entre los que dicen captar el verdadero sentido del arte y aquellos a quienes les pasa de largo. El mejor ejemplo: Archie, que en esta línea temporal viene a representar algo así como el gusto simple del muchacho de pueblo. Lo único para objetar es que si bien el movimiento estaba ya en ciernes, la palabra “beatnik” no fue utilizada hasta unos años después: se hablaba más bien de “generación beat“.
Muy interesantes además los guiños surrealistas, particularmente en esa escena en que comparten sueños con una muy lograda atmósfera que, por supuesto, no debe ser tomada en serio.
Continúan emergiendo personalidades escondidas de la otra línea temporal, algo particularmente claro, aunque con características distintivas, en los casos de Kevin y Cheryl. La atracción que el primero siente por Clay ya es harto evidente y ni siquiera se esfuerza mucho en ocultarla a pesar de un ambiente de época poco abierto a sexualidades diferentes: Casey Cott, por cierto, entrega quizás su mejor trabajo en toda la serie.
La pregunta, claro, es qué pasará con esa incipiente relación en caso de que todo vuelva a la normalidad y, por lo tanto, a una época en la cual Clay no exista o bien sea muy mayor y con una vida hecha: ya lo sabremos, aunque de momento la historia da visos de permanecer por bastante tiempo en esos alternativos cincuenta y no hay noticias de la muchacha cronoquinética.
En cuanto a Cheryl, lo suyo pareciera ser una lucha interna y, mucho más que Kevin, busca autoconvencerse de su heterosexualidad para alejar de su mente la imagen de Toni. O bien es al revés y tiene también un costado bisexual que en este mundo se manifiesta y en el otro no.
Por lo pronto, nadie la esperaba para esta altura teniendo sexo con Archie y no es que a él se le vea poco entusiasmado. También aquí caben preguntas: ¿habrá vestigios de esto cuando regresen a la línea principal? Ello podría introducir un giro ciertamente no esperado…
En cambio, hay dos que están prendidas del pelirrojo y son, obviamente, Betty y Veronica, mientras que Jughead, al menos de momento, queda afuera de esa ecuación. Es decir: esta historia alternativa está mucho más cerca de los cómics originales en donde es exactamente así.
No por nada, de hecho, el cómic tiene tanto peso en la trama, ahora con el misterio adicional de qué ha ocurrido con los padres de Ethel y cómo una publicación o un dibujo han logrado conectarse con la realidad de manera premonitoria. En esa conexión cómic-realidad puede estar en parte la resolución al enigma que los involucra a todos…
Por lo pronto, la temporada me está gustando. Como tantas veces hemos dicho y a pesar de todas las incongruencias que le hemos criticado a la serie, no son muchas las que llegan a una séptima temporada logrando todavía generar interés.
Les espero para analizar el siguiente episodio y ver cómo sigue evolucionando este Riverdale cincuentero-comiquero. Hasta entonces y sean felices…